[escepticos] Re: Personajes (era: flecha evolutiva y rabos)

["Antoni Mont" <ANTONIAM@...>]

[Lerma]
Yo no tengo tiempo para leer absolutamente todo lo que aparece
en esta lista, asi que es posible que este pasando algo por
alto, pero uno de los mayores misterios a los que me he enfrenado
ultimamente es a las razones por las que hubo un momento en que
habia tantos participantes enfadados con H.W.Navarro. Yo he visto
a Hector hacer contribuciones buenas, otras quiza no tan buenas,
y le he visto cometer errores como el de enviar ficheros adosados
a la lista (lo cual habria merecido al menos un aviso por parte
del moderador, si es que todavia hay alguien moderando), pero no
he podido hallar nada que justificara los enfados que he observado.

[Toni]
No quiero hacer arqueología en el fichero "escépticos" (mientras el
disco duro aguante lo guardo todo), pero sí recuerdo que algunos
mensajes de Héctor me parecieron de mal gusto, muchos otros, fuera de
lugar y, en fin, la mayoría no los leí porque su exuberante prosa y
reiterantes tópicos rebasaban mi limitada capacidad para decodificar
información. Pero no hay duda de que se trata de un personaje poliédrico
donde los haya, cuyas múltiples facetas se resisten a un análisis
simplista y maniqueo. Esta es, en mi opinión, la principal causa de la
irritación que ha causado entre muchos miembros de la corrala, más allá
de la posible diferencia de códigos a que apunta Mercader por mor de la
distancia geográfico-cultural: la profunda desazón que nos produce el
hecho de no poder clasificar e identificar los hechos y objetos -en este
caso personas- que nos rodean. Ernesto utiliza una frase simpática para
decirlo: "No soy de esos que se les funden los plomos si no pueden
clasificar algo". Pués bien, parece que a muchos otros sí se nos funden
a veces los plomos...;-). Lo que para Mercader constituye un
hobby -observar el variopinto e imprevisible zoo humano- para otros es
el desagradable descubrimiento de que el paisaje humano no se deja
encuadrar en una visión cartesiana. Ni siquiera el propio Mercader puede
reprimir una morbosa curiosidad cuando se (le) pregunta: "La verdad es
que no puedo saber si eso forma parte de tu naturaleza o si es el
producto de una estrategia planificada y experimentada".

Yo invitaría a lidiar con el mensaje -debatir, rechazar o refutar si es
el caso- y no obsesionarnos con el mensajero; ¿vamos a ignorar sus
interesantes aportaciones sobre las sectas, su documentada
visión -polémica o no- de la realidad cubana o sus didácticas
disquisiciones sobre la mineralogía del cuarzo, solo porque no sabemos
si todo ello forma parte de su naturaleza o es el producto de una
estrategia?.

Yo creo que este, a fin de cuentas anecdótico episodio, debe servirnos
como cura de humildad escéptica. Si esta corrala, que en tanta estima
tenemos y tantos orgullos suscita, se tambalea porque irrumpe en ella
("como elefante en cacharrería", para recuperar la expresión con que le
dí la bienvenida ;-) ) un personaje que no se deja clasificar, ¿que nos
pasaría si tuviéramos que apearnos de nuestra torre de marfil y
enfrentarnos al, infinitamente más complejo, mundo exterior?.

Saludos,

Toni