No me avergüences Alberto, exponiendo las lacras que tenemos los
argentinos ante el resto de la corrala.
Mi esposa es docente de plástica tanto en colegios primarios como
secundarios y siempre prefirió enseñar en los colegios en los que
concurren los niños más pobres. Por esa cuestión de ser fiel a las
ideas políticas que ambos tenemos. Creo que ya dije que ella fue
candidata a diputada por el Partido Obrero (trotskysta) hace unos
años atrás, pese a que ni ella ni yo nunca fuimos trotskystas y menos
yo que ella.