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Re: [escepticos] mensaje del Dr. Torres





Me ha parecido oportuno, al ser parte implicada en el asunto, hacer un par de puntualizaciones a lo que le dice Bello a JLT.

La primera es que en frases como "Lo siento, pero no estoy dispuesto a renunciar a este tipo de comentarios siempre que me parezca oportuno hacerlos.", me parece ver el atribuirse el derecho a hacer juicios de intención, y más exactamente de intención política (estar más interesado en hacer política de oposición que en el escepticismo, o cosa parecida), aunque se llegue a perjudicar a alguien.

Muchas veces se ha dicho aquí que no deben hacerse juicios de intención, y que cualquier idea puede criticarse duramente sin hacer juicios de ese tipo a nadie. Aunque mucha gente los haga, o los hagamos, creo que si le pueden traer consecuencias peligrosas a alguien entramos ya en otra dimensión distinta, no es ya mera netiquette.

Claro, que si alguien quisiera hacer callar a Torres, por no gustarle lo que dice, lo tendría muy fácil. En ese hipotético caso, bastaría acusarle (FALSAMENTE, añado por si nos lee el Sr. revisor) de escribir al dictado de la gusanera de Miami, o cosa parecida. Como los resultados de tal "delación", en caso de que algún revisor-censor la leyera y la tomase en cuenta, pueden ser digamos "altamente desagradables", pues, siguiendo este caso hipotético (no real) el tipo comprendería que más le vale callarse.

Otra posibilidad es que, a quien lo le guste lo que dice Torres, lo critique ásperamente, pero sin hacer juicios de intención. Aunque se diga que la netiquette no la siguen muchos, es que en este caso es algo más que netiquette.


Alguna vez he oído un argumento en contra de esto, que decía algo así como que el sapientísimo revisor sabría distinguir hechos de meras opiniones, etc. Es bien posible que sea así, aunque el argumento ignora las conocidas leyes de Murphy, que dicen que las cosas irán lo peor que puedan ir: por ejemplo, que alguien lea una mera opinión y la tome como información objetiva. Esa posibilidad, por supuesto, es objetivamente despreciable... para uno que viva aquí. Para el que viva allí, puede que no sea nada despreciable.


Para terminar esta sección, una cita del juez americano Oliver Wendell Holmes:

"La libertad de expresión no puede abarcar el que uno pueda gritar '¡Fuego!' en un teatro abarrotado de gente"



Sobre esto otro:

Déjese de coñas, y sea más prudente. En su momento no reenvié a la corrala un
mensaje enviado por usted a mi buzón particular por la sencilla razón de que
contenía el nombre y el número de teléfono de una persona, unos datos que
entendí innecesario que fuesen del dominio de un colectivo abierto. ¿De quién
es la imprudencia? ¿Quién pone en supuesto peligro a esa persona?


Esta alegría en dar nombres y datos de personas ajenas a esta corrala es uno de
los detalles que me chirrían y que hacen que considere su figura como digamos
pintoresca. Los otros, y ya lo he comentado, son ese deslizamiento hacia
asuntos presuntamente peligrosos, así como la para mí peculiar negativa a
ponerse en contacto con un científico escéptico, de cuya relación con Uri
Geller todavía estoy esperando explicación.


Aquí hablo como directo implicado, pues en su momento también yo recibí esos datos, y en la lista sólo mencioné a "un doctor cubano que vive en Canarias, y que conoce personalmente a JLT", sin precisar más. Lógicamente, entendí que los datos (dirección, teléfono, etc.)eran para mi "consumo" personal, por si quería ponerme en contacto con él. Cosa que hice, por cierto, y me enteré de algún detalle de los que no se cuentan en la corrala.

Por lo que deduzco, Bello no se puso en contacto con él, y es hipócrita que ahora acuse a JLT de poner en peligro al Dr. de Canarias. El caso es que si JLT quería que nos pusiéramos privadamente en contacto con él, no veo otra manera que mandar sus datos, no los íbamos a adivinar.

Recientemente, se ha discutido quién tenía razón sobre el estado de las Pseudomedicinas en Cuba, etc. Observo que en ese Dr. de Canarias había una fuente de primera mano, y nadie se molestó en consultarle sobre la veracidad o falsedad de ciertos datos; ¿tal vez es que lo que menos interesaba era llegar a la verdad? (Lo dejo como pregunta, no como afirmación).

Saludos

Angel


P.D.: Agradezco a Arturo Ríos su generoso ofrecimiento. De todos modos, esas cosas deberías hablarlas con Torres, no conmigo, pues se supone que él elige a quién desea enviar los mensajes. Por mi parte, yo sigo dispuesto, pese a quienes causan los "problemas".




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