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[escepticos] Propuesta "cumba"



Hola,

El otro dia recibí uno de estos mensajes que piden que se envíe un
e-mail a un niño que tiene un cancer terminal etc. (lo enviaba un
voluntarioso amigo y en el Cc aparecían 15 o 20 direcciones más).Tambien
ha sido noticia esta semana la propagación de un bulo via internet sobre
un supuesto atentado que ETA prepara para este fin de semana y, en fin,
el ataque de unos hakers, al parecer desde universidades de California,
contra Amazón.com y otros conocidos sites, que ha puesto en guardia
hasta al mismisimo FBI del poderoso pero pusilánime amigo americano.

Cabilando acerca de todo ello, me preguntaba si no sería viable poner en
marcha la difusión de un llamamiento a no propagar, ni generar ruido en
torno de, las diversas formas de basura en la red (leyendas urbanas,
campañas de solidaridad, supuestos virus muy peligrosos, bulos, etc. ).
Se trataría de una especie de compendio muy condensado, redactado de
forma sencilla, didáctica y clara (algo que, para entendernos, incluso
pudiera ser entendido por los futuros integrantes del ejercito
profesional español ), explicando el perjudicio que ocasionan estas
prácticas al conjunto de usuarios y como reaccionar ante ellas. Y, de
rebote, animando al receptor a hacer un uso racional y escéptico de su
capacidad de raciocinio (por supuesto sin caer en proselitismo barato ni
la ridicularización).

Para ilustrar la idea reproduzco más abajo, parcialmente, un mensaje que
Mar Fontana envió a la corrala el martes 26 de octubre de 1999 con el
subject: "¿bienintencionado, superstición o apuesta?". En mi opinión,
para lograr una cierta efectividad, debería condensarse lo esencial de
dicho mensaje, quizá con la adición de alguna indicación más, en la
mitad del espacio.

Saludos,
Toni

P.S. Aclaración para no iniciados: El calificativo "cumba", que utilizo
en el subject, se usa con intención irónica (al menos en Catalunya) para
referirse a los ambientes de centro parroquial y boy-scouts que en los
años 60/70 pasaban por el sector progre de la iglesia, y que se quedaron
fosilizados con su canción "cumbayá, Señor, cumbayá...". (Y, por
extensión, a quienes quieren arreglar el mundo con una guitarra y buenas
intenciones) ;-).


Mensaje (parcial) que se cita:
=====================================================

Rumores y bulos en Internet

 Cada segundo, millones de internautas de todo el mundo reciben falsas
advertencias sobre virus y otros peligros.
(...)

Estos son algunos de los bulos más perjudiciales de la Internet:
Falsos virus. Deeyenda, Penpal Greetings, Irina, Good Times, PkZip 3.0,
Ghost, etc., son algunos de los supuestos virus sobre los que
amablemente nos advierte algún amigo o colega incauto y de buena
voluntad
(...)

En otras ocasiones, el bulo es una forma sencilla y cómoda de recopilar
direcciones electrónicas de muchos incautos y compilarlas para engrosar
una base de datos de gente a la que luego 'bombardean' con publicidad
electrónica (...)

Prontuario del internauta precavido

1. Borre toda la publicidad no deseada que llegue a su buzón
electrónico. Muchas empresas envían mensajes que empiezan diciendo: «We
don't want to bother you. If you want to be removed from our mailing
list, reply to this message and type remove in the Subject of your
message» (traducción: No queremos molestarle. Si desea que borremos sus
señas de nuestra lista de distribución, responda a este mensaje y
escriba remove [borrar] en el Asunto del mensaje). Bien, pues como norma
general, no haga caso de este aviso, pues suele ser otra trampa para
confirmar que existe la dirección a la que han enviado el mensaje, o
sea, la de usted. Consiguen estas listas de direcciones sin su permiso y
las envían de forma masiva, sin saber quién está al otro extremo de la
línea. Si da señales de vida (respondiendo de cualquier forma), le
habrán 'cazado'. Muy lejos de detenerse ahí, es muy probable que le
envíen publicidad durante mucho tiempo. Es obvio que esta
norma no puede aplicarse a todas las empresas de cibermárketing, pero el
que suscribe ha reducido en un 80% el número de mensajes publicitarios
recibidos gracias a tomar estas precauciones.

2. Si navega por la Web desde su oficina, tenga en cuenta este hecho: la
mayoría de los sitios web comerciales (sobre todo los dedicados a
pornografia, publicidad, productos milagro, etcétera), tienen programas
que recopilan automáticamente las direcciones electrónicas de la gente
que accede a ellos (o la piden directamente). Es fácil deducir que las
usarán para intentar vender sus productos. Esta situación puede llegar a
ser muy molesta si la publicidad de este tipo se recibe en el lugar de
trabajo y, casualmente, usted es la única persona con acceso a la Web
(por poner un ejemplo comprometido). En general, hay que tomar extremas
precauciones con todas las acciones y movimientos que uno haga en la Red
haciendo uso de la dirección electrónica de la empresa en la que
trabaja, ya que los implicaciones suelen ser más serias que cuando se
emplea una cuenta propia y privada.

3. No facilite ni transmita datos confidenciales sobre tu tarjeta de
crédito ni sus documentos de identidad a nadie --conocido o no-- en una
charla electrónica, correo electrónico, foro o grupo de noticias de
Internet , a no ser que utilice el cifrado PGP o escriba en un
"documento seguro". Si explora la Web y desea hacer compras en alguna
cibertienda, los navegadores más conocidos le indicarán con un icono
especial los 'documentos seguros' (por ejemplo, una hoja de pedidos), en
los que nadie puede leer los datos confidenciales que se escriben.

4. Nunca contribuya a masificar el tráfico de la Red ni a extender un
rumor no confirmado distribuyendo mensajes cuyo origen ignore.
Enmascarado tras una supuesta campaña de apoyo a una buena acción puede
encontrarse el «rumor maligno» que cause daños a personas o empresas.

5. Si hace una compra, gestión comercial o transacción económica de
cualquier tipo en Internet, prohiba de forma explícita a la empresa o
particular con el que trate el uso o cesión de sus datos personales y
señas electrónicas a terceros e, incluso, a departamentos internos de la
propia empresa.

6 .Por último, una regla básica: ante la duda, infórmese. Quizá la
función más valiosa de Internet es, precisamente, la cantidad de
información que ofrece a sus usuarios.

Si se tienen en cuenta estas normas y se promulgan, la vida en el
ciberespacio será más sencilla para todos.