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Re: [escepticos] Que es todo esto sobre CUBA?
"José M. Bello Diéguez" ha escrito:
> Señor Navarro, creo que por fin he conseguido
> entender lo que le pasa a usted con Cuba y con el
> resto del mundo. Todo esto que nos cuenta en su
> enredada misiva ocurrió en 1992. Todo lo que
> relata, usted lo conoció, lo aprobó, incluso
> brindó con albariño, y siguió siendo un desaforado
> militante castrista durante seis largos años más.
> De nada valió el recuerdo del militante condenado
> a muerte y a vivir en un aula de manos de usted,
> ni los disidentes recibidos por alcaldes, ni las
> palabras del ex-monaguillo salesiano. Usted,
> imperturbable, seguro de si mismo, siguió
> inasequible al desaliento, apoyando a su ídolo, el
> Comandante, contra viento y marea. De nada
> valieron estadísticas, lecturas y ejemplos
> políticos.
Ocurre que no estoy muy al tanto de ciertos
andariveles de la política española. Gracias a
usted me enteré que en Galicia gobernaba un
tal Fraga al que usted comparaba, por sus
prácticas dictatoriales, con Fidel.
No creía que se tratara del Fraga que había
sido el ministro favorito de Franco, porque
suponía equivocadamente que sería un
dinosaurio ya extinto.
Gracias a Ud. y a los datos que Ud. me dio
me puse a investigar, y tuve la desagradable
sorpresa de que el Fraga que había recibido
a Fidel en Galicia era el mismo que mandó a
la muerte a un luchador contra la dictadura
franquista.
Estaré eternamente agradecido con Ud. por
esa razón, ya que me permitió integrar a la
caractereología de Fidel esa capacidad de
alternar afectivamente con los fascistas que
tienen las manos tintas en sangre.
Así como antes noté en usted un profundo
disgusto de ser sospechado de stalinismo,
lo que significa toda una actitud humanista
y de repudio a los crímenes de Stalin,
ahora le agrego el enorme mérito, que
también se trasunta de sus líneas, de estar
muy disgustado con Castro por haber hecho
tan buenas migas con el fascista Fraga.
Todo eso dice mucho en su favor, y le
aseguro que Ud. me cae cada vez más
simpático.
> (Bello Diéguez)
> Era necesario que llegase usted alli, al
> lugar
> soñado. Allí se convirtió. Lo que no pudieron los
> libros, la ciencia y los líderes políticos lo
> lograron las putas y los pillos. De todo ello,
> señor Navarro, deduzco que a usted le van más las
> putas y los mafiosos que los libros, la reflexión
> y la política.
(Héctor) Tiene usted tanta razón como la Biblia.
Pasa que en todos los libros que había leído
(reconozco que había hecho una mala selección
de lecturas) y los líderes a los que había escuchado
me dieron cierta visión de lo que era el campo
socialista, el hombre nuevo, la solidaridad,
la lucha por la paz.
Al comprobar ante la cara putrefacta de los
resobaos, merolicos, sociolistos y demás que
eso era todo falso se me vino todo el mundo
abajo. Ahora lo puedo decir porque lo he
podido digerir. ¡No se puede imaginar ud.
lo que pasé! Aunque mi mujer ahora me
acompaña y participa totalmente de lo que
pienso sobre Cuba, en un primer momento
tuvimos serios conflictos. Ella estaba muy
cálidamente relacionada con nuestros amigos
cubanos y confundía el amor hacia el pueblo
cubano con el apoyo a su gobierno.
Mientras estuvimos en Cuba casi no
podíamos hablar entre nosotros. En La
Habana estuvimos alojados en la casa
de un dirigente del PCCubano que tenía
ventanas y puertas de persiana. Allí hace
tanto calor siempre que no se preocupan
por resguardarse del frío y las habitaciones
no son herméticas. Fueron tan agradables
con nosotros que cuando yo le hacía alguna
observación a mi mujer ella lo tomaba como
una crítica a nuestros amigos. Además nos
acompañaban a todos lados y no nos dejaban
un solo minuto solos. Llegué a sentirme
asfixiado.
Los sigo queriendo. A tal punto que hemos
hecho proyectos para traer a vivir con nosotros
a un familiar de ellos que está muy mal de
salud allá.
Pero lo que sigue te lo cuento solamente a ti, Bello
Diéguez, porque es un sentimiento que, por
suerte, ya he superado.
Estaba tan indignado por todo lo que vi en
Cuba que cuando el avión partió de La Habana
exclamé en voz alta: "¡Nunca más vuelvo a este
país de mierda!". Estoy muy arrepentido de
haberlo dicho, pero me sentía a punto de
explotar. Los argentinos que estaban alrededor
de mí me saludaron y me dijeron que pensaban
lo mismo que yo.
Tan arrepentido estoy que pienso volver, porque
es un país muy hermoso y tengo allá gente a la
que quiero mucho.
Pero Bello Diéguez, recuerda estas palabras de
Fausto: "Gris es toda teoría, pero verde es el
árbol de la vida".
Haces mal de cortar el árbol que no coincide
con tu visión de lo que es el bosque. Si lo cortas
vas a ver que hay otro, y otro, y otro
y finalmente te vas a dar cuenta que los libros
que leíste no te sirvieron para tener ni la más
puta idea de lo que es un bosque.
Vamos Bello Diéguez, abre tu ventana.
Trata de convencer a tu gato y en julio vete
a conocer la perla del Caribe.
Yo ya lo hice. Por el olor me pareció mierda,
por el aspecto también, pero el sabor me
convenció. Es mierda.
> A usted, señor Navarro, le ocurre lo que a Santo
> Tomás: ya pueden venir los estudiosos o sus amigos
> de toda la vida hablándole de realidades, que
> usted, hasta que no las toca bien tocadas, no se
> las cree.
Así es. No me la creo más. En adelante, cuando me
alaben cualquier sistema político trataré de comprobar
qué significa para la vida de su gente. Si usted hubiera
visto las películas de Leni Riefenstahl, escuchado las
hermosas canciones de los SS, o visto los hermosos
cuadros del realismo nacionalsocialista se hubiera enamorado
del nazismo. Había que husmear en todos los rincones
para saber cuál era la verdadera realidad.
Eso sí, reconozco ser un santo.
Un abrazo para usted, Rafael y todos los colisteros
Héctor