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[escepticos] Julio Verne ¿Profeta?



Hola:

Segunda parte. [Se acepta todo tipo de críticas
sobre estos mensajes.]
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JULIO VERNE ¿PROFETA?

Muchos afirman por los medios que Verne era un profeta,
incluso algunos despistados lo relacionan con Nostradamus.
¿Será cierto?

La predicción de lo que va a suceder siempre resulta un tema
atractivo y la ciencia conoce sus mecanismos. La predicción
incluye la proyección al futuro o al pasado y contiene cinco
variantes que son: la expectativa, la conjetura, la
profecía, la prognosis y la predicción científica. 

-La Expectativa es la actitud automática de anticipación,
propia de animales superiores, como el perro, al que si se
le enseña el collar y la correa, se excita intensamente ante
la perspectiva de paseo. 

-La Conjetura es el intento consciente -no racionalmente
justificado- de lo que es, fue o será, sin fundamento de
ningún tipo. 

-La Profecía es la conjetura a gran escala, basada en
revelaciones,  esoterismo,  "ciencia oculta",  "leyes"
históricas nunca verificadas,  carisma de los jefes,
etcétera. 

Profecías o conjeturas a gran escala como el libro del
Apocalipsis del Nuevo Testamento de la Biblia, las Centurias
del Almanaque de Miguel de Nostradamus y las de ciertos
políticos son tan faltas de fundamento como las conjeturas.
Estas profecías o conjeturas de gran escala pueden
frecuentemente acertar y sólo al conocedor de ellas le
asombrará el éxito. Para tener un éxito espectacular le
basta a la profecía con ser obvia, vaga o ambigua, o sea,
evitar a toda costa ser exacta y, por consiguiente, estar
sometida a riesgos de fallos. 

Mientras más obvia, vaga y ambigua sea una profecía, más
probabilidad de que se cumpla o encaje en un suceso.
Mientras más exacta y detallada, tiende a fallar con más
facilidad. Como vemos, los aciertos pueden ocurrir, pero
todos caen dentro de las probabilidades matemáticas. En caso
de acierto el crédulo dará gran propaganda del hecho con
sobrevaloración. Sin embargo, el crédulo jamás menciona o
hace connotación de las veces que falla o desacierta el
profeta o adivino, acepta normalmente y pasa por alto el
hecho de que no funcionó la profecía. 

Cada vez que en la historia ocurren catástrofes naturales,
como terremotos,  ciclones, inundaciones, volcanes, o
guerras,  grandes cambios políticos,  muertes de reyes o
caídas de jefes de estado; los crédulos de las profecías
hacen proselitismo del Apocalipsis o de Nostradamus,  como,
por ejemplo, sucedió durante las guerras Medievales,  o el
terror que hubo en Europa al llegar el año mil como fecha
del fin del mundo,  o cuando en el siglo XIV murieron por la
epidemia de la peste 25 millones de europeos,  o en las dos
guerras mundiales del presente siglo. 

Las profecías del horóscopo astrológico en relación con los
rasgos personales sirven para cualquier persona de cualquier
signo del  zodíaco,  si le cambiamos la predicción de un
signo por la de otro signo  -por ejemplo la de Géminis por
Sagitario- el resultado es el mismo, todos tenemos un poco
de cada afirmación dada a cada signo y, además, el crédulo
llega a creerse que él es tal como lo plantea el horóscopo y
trata de conducirse en la vida real como lo expresa y pide
su signo. Algunas predicciones astrológicas sobre sucesos,
problemas, amor, dinero, salud, etcétera, parecen cumplirse,
pues encajan en algún acontecimiento, pase lo que pase.
Afirmaciones que pueden interpretarse de modo que dan
siempre satisfacción al crédulo ocurra lo que ocurra.
Además, cuando la predicción astrológica se hace exacta al
resaltar alguna característica determinada, detallar
minuciosamente un hecho o señalar el día, el mes  o número
de suerte para jugarlo, se arriesga tanto que es muy
probable que falle. Los astrólogos no examinan nunca sus
anteriores profecías para calcular el porcentaje de
aciertos. 

Los espiritistas o médiums, las gitanas y otros adivinos o
mánticos son especialistas en "lecturas en frío",  profecías
obvias como:  "Hará un buen viaje"; "Recibirá una carta";
"Va a haber un enfermo en la familia", y vagas como: "Un día
le ocurrirá una cosa maravillosa"; "Le espera una buena
noticia"; "Le esperan grandes preocupaciones o problemas";
"Alguien le quiere hacer daño"; "Alguien le tiene envidia". 

La ambigüedad era el éxito de los oráculos:  cuando el rey
Creso, de Lidia (565-547 ac), preguntó al oráculo de Delfos
qué ocurriría si atacaba a los persas, la respuesta fue:
"Un gran reino será destruido". Creso no se dio cuenta de la
ambigüedad de la sentencia y atacó, y un reino -el suyo- fue
destruido, como estaba profetizado. 

Los profetas, profetizan. Los científicos, teorizan.
Pero Julio Verne hacía prognosis.

-La Prognosis o Previsión de Sentido Común  se basa en
generalizaciones y tendencias,  como la previsión del estado
del tiempo hecha por el campesino experimentado, la opinión
del experto en carreras de caballos, la opinión del experto
analista deportivo para decir cuáles deportistas ganarán.  

A veces la literatura de anticipación puede ser una profecía
o una prognosis, tal es el caso de las previsiones de la
ciencia ficción hechas por escritores bien informados en
cultura científica como Julio Verne,  en el que predomina la
prognosis con especulación científica (20 mil leguas de
viaje submarino, De la Tierra a la Luna).  En el caso de
Cyrano de Bergerac,  su obra Historia cómica de los estados
e imperios de la Luna y del Sol, carece de prognosis y, sin
ser ciencia ficción, acertó algunas cosas del futuro, más
porque nosotros las relacionamos con suceso actuales y
las vemos como cumplidas.

La literatura de anticipación se basa fundamentalmente en
prognosis, con fuerte especulación científica, más que en
obras proféticas. 

-La Predicción Científica se basa en teorías y datos
científicos o tecnológicos; es el tercer pilar del método
científico. Contiene generalizaciones explícitas,  son leyes
y teorías;  los datos obtenidos pueden comprobarse y
mejorarse, si hace falta, por medio de técnicas científicas;
estos datos tienen que ser comprobados.  El sello de la
predicción científica es la mejorabilidad de su exactitud. 

Las predicciones pueden ser tan precisas como ocurre en la
astronomía o pueden ser groseras estimaciones aproximativas
como es frecuente en la ciencia del comportamiento,  la
psicología.  Lo importante no es que la predicción
científica sea precisa en sentido absoluto,  sino el hecho
de que tiene fundamento y por eso mismo puede
perfeccionarse. 

La predicción precisa es posible en la fisiología y la
genética;  otras predicciones menos exactas son posibles en
ecología,  y aún mucho más imprecisa es en la teoría del
aprendizaje;  el mínimo de precisión se encuentra en la
psicología social. 

Mientras más madura es una ciencia, más ricas y mejor
confirmadas son las teorías que contiene;  mucho más
precisas son las predicciones y más puede aprender de sus
fracasos y éxitos. 

No hay motivos para ser pesimistas con relación al futuro de
la proyección científica de las ramas de las ciencias
actualmente subdesarrolladas.

En los planetas con vida inteligente cuando arriban a la
edad de la adolescencia de la ciencia y la técnica deben de
surgir seres que se proyecten científicamente al futuro.
Esto debe ser un fenómeno inevitable producto del desarrollo
y evolución del intelecto. En el cosmos deben existir muchos
Verne.
 
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Saludos desde Cuba.