Me replica Julius: 1. «Bueno, tú eres católico ¿vale?
¿Podrías decirme en qué parte de los Evangelios se cuenta lo de la Asunción de
la Virgen? No te molestes. La Asunción no sale en los
Respecto a lo primero. Para los católicos la revelación es un hecho continuo, no acabó ni con las Sagradas Escrituras (eso es algo que los protestantes tienen en común con los musulmanes), ni en el siglo 14, como pretenden los tradicionalistas guenonistas. Cuando habla ex cathedra, o sea, cuando dogmatiza, el Papa es infalible, nos guste o no. Respecto a lo segundo. Los dogmas no aparecen de la nada. Responden a intereses, me imagino, pero no por eso son menos la culminación de un proceso de defensa de una creencia. Es evidente (para mí, vaya por delante) que el culto a María es la recuperación por el cristianismo primitivo de lo femenino divino, aspecto presente en el paganismo, pero del que carecía el judaísmo. El carácter soteriológico del culto a María es bien antiguo, heredero de cultos cultos mistéricos como el de Isis. Las leyendas de María como directamente salvadora están documentadas, si la memoria no me falla, al menos a partir del siglo 8 en sus milagros, que se difundieron en colecciones como la que sirvió de modelo a Berceo (Milagros). Desde un punto de vista religioso me parece que María es una mediadora entre el hombre y lo divino inaccesible, gracias a su calidad humano-divina. Esta era la función propia de Cristo, pero la abandonó al ser elevado al estatus de Pantocrátor. Observese por ejemplo que los mensajes actuales, salvacionistas o apocalípticos, proceden de ella y no de Cristo. No tengo datos (quizás diga algo la bula Munificentissimus Dominus) de por qué se le ha ocurrido a la Iglesia Católica establecer el dogma de la asunción de María, pero me imagino que aquí, como en tantos otros lugares, de lo que se trata es de contentar a sus devotos y también de salvar contradicciones doctrinales. Por ejemplo, si María es madre de Dios: ¿Podía ser menos que la “persona” humana de Jesús? ¿La habría liberado Dios del pecado original y no de la muerte, que es su consecuencia? Pensemos que todos, absolutamente todos, resucitaremos al final de los tiempos y que los justos, sólo los justos, se sentarán a la diestra de Cristo. La recuperación del cuerpo se ve por tanto, desde el punto de vista católico, como un estado más perfecto que el del puro espíritu. ¿Habría permitido Dios que su madre permaneciese siglos y mas siglos en ese estado menos perfecto? Añado una última cosa a este tema. Si la asunción de María parece cosa de la fe, más que de la tradición, responde a la manera de evolucionar el modo de vivir la religión. Si te miras lo que cuentan Los hechos de los apóstoles sobre la ascensión de Cristo, verás que es, ni más ni menos y copiado casi literalmente, el mito de la apoteosis de Rómulo.
Y digo yo, esos curas que no creen en la virginidad de María, ¿por qué no se hacen ortodoxos, anglicanos o protestantes? ¿Les has preguntado si creen en la divinidad de Cristo? A lo mejor es que se puede ser cura como se puede ser tarotista o astrólogo: sin creer en absoluto y porque de algo hay que vivir. No estoy de acuerdo en que el auge mariano distancie a las diferentes confesiones ni sea un obstáculo nuevo añadido a los existentes. Pero aunque lo fuese no veo el motivo para calificarlo de retrógrado, a no ser que se analice el acercamiento de las diferentes confesiones -y su consiguiente reforzamiento- como progresista. ¿Lo es? Eso significaría dar por intrínsecamente buenas a la religión y su institucionalización. ¿Lo son? Yo lo miro de manera diferente. A un movimiento dentro de la Iglesia en el que se valora positivamente a la mujer, ¿qué se le opone? Un análisis según el cual potenciar las cualidades religiosas de lo femenino es socialmente negativo. O sea, la mujer fue en su día culpable de nuestra condición miserable y mortal, en su día era la fuente de los pecados de los hombres, hoy además lo es de la división entre los cristianos. DS |