Comento esto, en razón que soy un apasionado de las *analogías*
para
divulgar y entender la ciencia, pero también reconozco (emho)
lo peligroso
de la vulgarización y del uso que de ella se haga. La dificultad
de esta
analogía, que a mi no me está sirviendo para entender
el tema,
me parece radica en que le *falta textura* y dimensiones como para
asemejarse al tema de las razas, ...o tal vez, no se está
explotando
adecuadamente el valor que pueda tener.
Esa falta de "textura" que mencionas sería un problema si los argumentos en contra de las razas utilizaran dicha textura. Pero los únicos usados han sido del palo "cuántas razas hay", "cuáles son" y "con qué criterios". Esos problemas se encuentran también en los colores, luego de momento la analogía es adecuada. Ahora bien, si alguien presenta algún argumento "textural", los colores no servirán. Pero no es el caso.
Quizás el problema es otro: la ideología. Nadie ha creado una ideología en torno a un color que haya comportado crímenes atroces. Por eso nadie se mete con los colores. Y me parece importante dejar claro que aunque la raza fuera un taxón cojonudo, ello no justificaría la discriminación racial. Por tanto, es mejor separar conceptos y atacar el racismo con la ética, no con la biología.
Saludos
Javler