Hace unos meses, en una cena con una pareja de
conocidos míos, tuve la oportunidad de presenciar un mecanismo de credulidad
impresionante.
Este matrimonio, ambos, tienían ya antes de
conocerse un historial de espitismo y videncia (como clientes) bastante
largo.
Sin embargo, se ve que al unir sus destinos
mediante matriomonio decidieron unir también unir su memez, y no para realizar
una simple suma, sino para obtener un número exponencial.
Excuso detallar las docenas de anécdotas que me
relataron para sostener su tesis de que en su casa había espíritus. Caídas de
cosas por el suelo, ruidos extraños...
La parte más divertida a la par que ilustrativa fué
la que os cuento ahora. Parece que, en una ocasión, en plena noche, mientras los
dos dormían en la misma cama, el señor se despertó porque oía unos ruidos, según
dice, extrañísimos (lo ilustró con una onomatopeya que no viene al caso, pero ya
despertó en mí hilaridad que, obviamente, tuve que reprimir). Su reacción, en
vez de comprobar si se le había metido un gato en la terraza, fue ponerse a
gritar: "Manifestaos!!!, si estais ahí, Manifestaos!!!.
Incluso, por lo que me contó, su dominio de estas
situacíones le permitió adoptar un tono desafiante: "pero manifestaos, coño, de
qué teneis miedo!!, "manifestaos, si os atreveis!!". Mientras, dice, los ruidos
seguían y seguían....
Hasta aquí el relato sería de lo más normal. Lo que
casi me llava a un síncope a causa de la represión de la risotada es que la
señora, se ve que lo único que oyó fueron la voces de su marido. Dijo: En
cambio, yo, no oí nada bsolutamente nada, pero nada de nada, ¿verdad que es
raro?. ¿Y eso que estábamos un al lado del otro, parece mentira.Cómo son
estas cosas, eh?". Este hecho, no haber oído nada, era, para ella, un elemento
más que confirmaba el carácter sobrenatural de lo que había sucedido (?),
un dato más para alimentar su credulidad en vez de un factor de duda. El
hecho de no haberse enterado añadía para ella más transcendencia y más
importancia a lo en teoría sucedido, convertía la "experiencia" en algo más
meritorio justamente por le hecho de no haber "experimentado" nada.
Esto me hace pensar en que según que debates que he
podido seguir a través de los medios de comunicación que suelen enfrentar a un
farsante y a alguien que pretende desmentirle con argumentos racionales no
sirven más que a los mentirosos o lo locos. Es realmente curioso, en el lenguaje
de los magufos, el extaño uso que hacen de las palabras "evidencia", "prueba",
"demostración" e "investigación" (ésta última les encanta!!). para
referirse a argumentos sin base o que no "demuestran" lo que ellos dicen que
ponen en evidencia. Lo peor es que funciona
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