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[escepticos] ¿arpío o magufo?



Hola a tod en s:

Como os habreis dado cuenta, me he pasado la mañanita dándole al OCR...

El artículo que os remito es de alguien que me tiene muy escamado. Es Gabriel Contreras Alemán, y cuando puede aprovecha la oportunidad para colarse en los medios de comunicación y contar la batallita de lo natural y alternativo.

Ahora me sale con este extraño artículo de opinión, que primero me parece una crítica a los magufos, pero que acaba siendo, a mi entender, una defensa de la "medicina naturista".


Saludos turbados,


Jorge J. Frías
PD: Las faltas de ortografía son las del texto original ;-)
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DIETAS “MILAGRO”
Gabriel Contreras Alemán
Diario SUR 25-3-01

El fenómeno es conocido y su auge actual, creciente. Muy fácil: se apellida de «natural» cualquier cosa. Ya está, lo que sea, como por arte de encantamiento, se convierte, compulsivamente, en imprescindible. ¿Por qué no iba a funcionar el truco, con la alimentación? Pues, ahí las tenemos. Son las dietas del. pomelo, manzanas o cebolla; el sirope de arce, limón o avenal, y un largo etc., publicitariamente divulgado. No, obviamente, por publicaciones médicas. Habría, entonces, que leer entrecomillas, cuestionar, discutir, rechazar o admitir. Son esas propuestas que inundan quioscos callejeros; que proliferan como setas. Y con cuyo mensaje, el confusionismo, a muy amplios niveles, está servido.

Porque, no se trata de dietas que enseñan a comer sensatamente; que transmiten hábitos dietéticos saludables; que integran proteínas, carbohidratos, proteínas, vitaminas, minerales, etc., según edad, sexo, constitución, estado fisiopatológico, género de vida. Y que, por supuesto, advierte sobre aspectos ecológicos, cruciales, vapuleados, o prácticamente ignorados, a propósito de los alimentos. Entonces sería válido y útil, a tenor de su transfondo científico. Digno, sin duda, de mucha más consideración y difusión, de la actual. No: el auge es, ni más ni menos, que el de las dietas «milagro». Dietas fraudulentas por partida doble:

Primero, porque la pérdida de peso, a través de tales dietas, cuanto más rápida, más inconsistente y fugaz. Se trata de... líquido. Que, como la repetitiva experiencia demuestra, se recupera con creces. Y con decepción de la desinformada víctima, cuyo fiasco se asemeja mucho al timo de la estampita. Por supuesto: .la persona así defraudada no ha aprendido una palabra de dietética racional. Peor aún. Considera errónea e invenciblemente que su problema no tiene solución. Es una de las secuelas perversas del atrevimiento y la incongruencia. Vestidos, sin el menor escrúpulo, con ropaje falsamente científico, pero con marketing seductor, que anula cualquier resquicio de análisis crítico. Negocio puro y duro.

Segundo: el mito de lo natural Si se pretende hoy que algo tenga buena prensa, y gancho seguro, basta con bautizar el producto de... 'natural'. Detergentes, pastas dentífricas, máquinas de afeitar, lavadoras, productos de cosmética, remedios no químicos, y un abundante etc. ¿Cómo iban a escapar alimento y dietas al señuelo de la falacia? Algún experto en nutrición afirma haber contabilizado nada menos que cien dietas del reclamo. Tras las mismas no hay ciencia alguna. son, sencillamente, respuesta a esa angustia social, que busca neuróticamente el tipo esbelto. Que no proporcional, claro. Al contrario, de rebote, ganan más de lo perdido, con lo que crean mono y círculo vicioso. Es el resultado de tales malabarismos dietéticos.

La falta de escrúpulos, y el negocio, son aquí compañeros de viaje. Lo digo porque, con frecuencia, tales desatinos se presentan, por las buenas, como maniobras dietética de tipo naturista. Esperpéntico, dirá algún lector sensato. Y lo dirá con razón. Lo demuestran experiencias y malentendidos múltiples. Eche quien quiera un vistazo a su entorno, especialmente profesionales de la sanidad, y comprobarán que el confucionismo no está solo a nivel de la calle. Lo cual no es de recibo. La prueba está, tanto en el creciente número de universidades españolas que imparten cursos académicos de medicina naturista, homeopatía y acupuntura como el de colegios médicos (cuyo número aumenta igualmente cada año), donde funcionan secciones colegiales de médicos naturistas, homeópatas y acupuntores, con actividades docentes, cuya acreditación científico-sanitaria no es sólo colegial, sino de la Consejería de Sanidad de la Comunidad Autónoma respectiva cualquiera puede comprobar tal realidad operativa en los propios colegios médicos.

La medicina naturista nada tiene que ver con aberraciones dietéticas, como las que motivan estas líneas. Su génesis hay que buscarla donde está. En la mezcolanza, torpe pero rentable, de los términos naturaleza, natura1 y naturista. Cantinela con la que se encandila a los obsesos de la línea esbelta. Saben muy bien que éstos buscan efectos rápidos que, por 'naturales', serían inocuos. Lo cual explica el desatino.

La medicina naturista es, justo, la antítesis de tales disparates. Como lo es, igualmente de cualquier tipo de conducta alimentaria, antisaludable. Por cierto, el denominador común en los estilos de vida de las sociedades occidentales. En este sentido, por estar y promover hábitos alimentarios, 'según la naturaleza', además de antítesis, procura ser antídoto. Sin pretensiones de originalidad ni protagonismo.

Al margen del alerta sobre la nefasta difusión de dietas del absurdo, el punto de referencia no es otro que el de la nutrición, dietética y dietoterapia. Impartida, desde la última década, en universidades españolas (Pamplona, Madrid, Barcelona, Granada, Cádiz, etc.). Ya propósito de la cual, nuestros máximos expertos (Gregorio Varela, José Mataix, Pérez Jiménez, Ana Mª Requejo, Alfredo Martínez, Susana Monereo, entre muchos otros), manifiestan reiteradamente que constituyen asignatura pendiente de los médicos españoles.

Inútil darle más vueltas. La mejor receta, la única, es una alimentación saludable, individualizada. El buen 'tipo', individualmente posible, es la consecuencia. Lo demás conduce, fácil, al timo de la estampita...

Gabriel Contreras Alemán, doctor en Medicina,
es presidente de la Asociación Española de Médicos Naturistas.


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