Saludos de un exfumador intermitente:
Los dos remedios más efectivos:
- Susto de cagarse: mi padre lo
dejó así. O dejaba los pitillos o dejaba este mundo.
- Ajo y agua, o sea, a
joderse y aguantarse.
Yo combino parte de los dos métodos porque soy
asmático y vicioso. Cada cierto tiempo (dos o tres años) suelo acercarme a
urgencias con un broncoespasmo galopante. Entonces no me cuesta dejar de fumar
durante un tiempo... pero la carne es débil y más de una vez he
recaido...
Entonces entra en marcha el segundo método. Me
convierto en una persona odiosa durante unos días (es increible la mala leche
que genera dejar de fumar... y lo que afecta al sueño) y luego ya consigo sufrir
en silencio.
Eso si, siempre lo echaré de menos. El único lugar
del mundo en el que no echarías de menos un cigarrillo es en un pabellón de
tuberculosos o en el interior de un tanque de queroseno. Desafortunadamente
ninguno de esos lugares es muy adecuado para vivir.
Así es la vida de dura.
Un saludo, especialmente a los que se dispongan a
continuar con ese amargo sufrimiento que es dejar de fumar:
Eligio
|