Falso, falso y refalso. Muy al contrario, para evitar el daño causado por el fanatismo "sólo" se puede actuar sobre el fanático. Que sus circunstancias vitales le lleven a desistir de su actitud y perder su peligrosidad por si mismo, lo demuestra. No es necesario cambiar ni reorientar nada, salvo una personalidad sociopática. Hay sobrados ejemplos de ello y los tenemos muy cerca. Un fanático puede ser reeducado para dejar de serlo, si el quiere.
Saludos. María.