Las técnicas antiguas (y no tan antiguas tambien) producen láminas de
vidrio de espesor variable. Los vidrios del siglo diecinueve eran mas
gruesos en un extremo que en otro, a pesar de ser ya de superficie
perfectamente lisa y los vidrieros los instalaban con la parte gruesa
hacia abajo para mejor estabilidad. Creo haber leido que incluso en
algunos manuales de aprendizaje se especificaba que asi debía hacerse.
De vidrios más antiguos aún, como los de las vidrieras más antiguas de
las catedrales, se puede sospechar lo mismo.
Si se coge una barra de vidrio y se retuerce, al soltarla vuelve a su
posición original. Si se retuerce y se mantiene retorcida cierto tiempo,
volverá a su posición original aunque más lentamente. Esto indica que el
vidrio se resiste a "fluir" (deformarse) incluso a presiones mucho más
altas que las que soporta normalmente. Esto nos debería indicar que no
fluye en absoluto.