Bueno, eso leí yo hace muchísimo tiempo en una revista argentina ('Hobby'), y pasé a probar de inmediato, con el fracaso correspondiente. No me corté mucho las manos, dada la precipitación y optimismo con que abordé el experimento. Creo que fue la primera vez que supe que no había que fiarse de la letra impresa, que el papel aguanta lo que le echen...