santi wrote:
Pues a lo mejor hay algo de verdad en esto.
En casa tenemos el problema de que las palomas se cagan en nuestra terraza.
La
pintura de la barandilla está hecha una pena; he oido decir que las cacas
de las
palomas son ácidas y la corroen.
A mi madre le dijeron que colgase de la barandilla algunas cintas de
colores de
forma que el viento las pudiese agitar, porque espantan a las palomas.
Supuestamente, las confunden con serpientes. Total, que mi madre puso las
cintas
y efectivamente, al principio el truco funcionó bastante bien. Pero al cabo
de
una temporada las palomas ya habían aprendido que las cintitas de colores
no
eran peligrosas, y estaban literalmente cagándose en ellas, las muy
groseras.
Esto dice algo sobre la vida en Madrid.