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RE: [escepticos] Laicismo en la escuela



[Juan]
Supongo que es verdad que necesitaríamos consejo experto, pero si un plomazo 
de Jehová pone en peligro su vida por no aceptar una transfusión se encuentra 
con un médico con ganas de dar parte a un juzgado, se encontrará creo yo con 
un ingreso involuntario. Me suena que algún caso se ha dado, y sospecho que lo 
que haría falta serían médicos con ganas de "pringarse" y promover una 
jurisprudencia clara (y por supuesto, hacer que el individuo pague las costas 
judiciales correspondientes).

[Barto]
Te puedo comentar que suele ocurrir aquí: si el tipo está mentalmente sano y 
es mayor de edad, el juez autoriza, casi automaticamente, a dejarlo morir. 
Particularmente, pienso que debería ir a parar a la calle para que no ocupe 
una cama (ni siquiera suero), pero elegir (entre la calle o el tratamiento 
convencional)  es su derecho. (podría escribir una cuantas chicanas sobre el 
punto, como decir que esto de la supervivencia del más apto no ha dado tan 
malos resultados, o que su negativa a recibir sangre alivia la presión sobre 
la oferta de sangre, lo que, en definitiva, es mejor para todos)

Si es menor de edad, el juez muy probablemente obligue al tratamiento, y los 
padres terminen teniendo algún que otro problema legal.

En caso de que el médico accione por las propias, muy probablemente termine 
con un problema legal, probablemente no pierda la matrícula, pero seguramente 
tendrá un disgusto (mi esposa, médica, me comenta que en los hospitales 
circulan terribles leyendas 'hospitalarias', donde los monstruos son abogados 
que privan a los médicos de sus matrículas mediante juicios, y el caso de un 
conocido de un ex-compañero que trabajaba con un tipo que perdió la matrícula 
por transfundir a un t.d.j. se cuenta con regularidad.)

Insisto, yo no veo mal que el juez autorice a dejarlo morir, y lo voy a poner 
en un ejemplo: de sufrir algún problema de salud grave, probablemente, yo no 
esté dispuesto a soportar un tratamiento largo y doloroso de resultado 
incierto. Si bien la motivaciones del t.d.j. y las mías pueden parecer muy 
distintas, el efecto 'externo' de las mismas es muy parecido:negarse a un 
tratamiento que podría salvar la propia vida. Y considero mi derecho a elegir 
(insisto una vez más: en temas de salud privados que no afecten al conjunto de 
la sociedad) inalienable.

Saludos,
Barto.