[Mercader]
Mi pareja, esa enseñante que está a punto de tirar la toalla, tiene en
sus clases todo el espectro variopinto de ejemplares humanos
inmigrantes en su versión reducida, de 13 a 16 años. Nunca fué racista,
sobre todo por su origen más que humilde, en el que hay que contabilizar
una abuela gitana y algún antepasado mendigo. El caso es que hace pocos
años empezó —primero en broma— a referirse a esos 'moros de mierda'. Y
es que, según me cuenta, sus nenes muestran de manera clarísima todos
los tópicos sobre las 'razas' que nos habían ido inculcando desde
nuestra infancia. Al parecer, los centroamericanos son como muebles
sonrientes que no se enteran de nada; Los chinos, impenetrables e
inaccesibles que nunca gritan ni molestan pero que nunca se sabe si
están atendiendo o no; los negros africanos parecen eternamente
acomplejados, intentando caer bien a todo el mundo; los 'moros' jamás
rien, siempre miran de reojo y esperan cualquier descuido para rayar los
coches de los profesores...