El problema está en que la depuración de las aguas residuales urbanas se
realiza por digestión aerobia. Basicamente, una piscina con agitación y
aireación en la que unas bacterias aerobias se comen la materia
orgánica; separándose por decantación el agua limpia (que se vierte al
rio o al mar) del lodo residual.
Los aceites de consumo humano son indigeribles para bacterias aerobias y,
sobre todo si ha refrito bastantes veces, pueden incluso ser tóxicos para
las estas bacterias y detener la depuradora.
Que sean indigeribles no sería mayor problema si no fuera porque, si el
contenido en aceite es alto, en la separación por decantación se va por
flotación con el agua que debería ir limpia al río y al mar. De ahí su
carécter contaminante.