[escepticos] Re: Imanes contra la tristeza

["Ernesto" <u199873203@...>]

[Claudio]
Eso que dices lo vi por la tele en un documental, mi respuesta (antes
y ahora) es hummmm...

[Ernesto] Pues, amigo Claudio, te pasas de escéptico.
Os recomiendo a todos el artículo "Atracción natural: las bacterias,
las aves y las abejas", de S. J. Gould, (en su libro "El pulgar del
Panda", de 1980, publicado por las editoriales Blume, Crítica y RBA).
Este artículo describe principalmente cómo ciertas bacterias se
orientan como brújulas, gracias a los cristales de magnetita que
forman en su interior, para ir "hacia abajo", donde a ellas les
interesa por asuntos de nutrientes y tal (una bacteria, por su tamaño,
no puede simplemente dejarse caer). Las bacterias magnéticas del
hemisferio Sur nadan hacia el Sur para ir hacia abajo, al contrario
que las bacterias del hemisferio Norte, que nadan hacia el Norte (de
lo contrario subirían). Los cristales son del tamaño y forma adecuados
(cúbicas, de 500 Angstrom de lado). Según Gould, si fueran más
pequeñas se produciría una reorientación interna del momento magnético
de la partícula, lo cual no serviría de nada a la bacteria. Si fueran
más grandes de 1000 A de lado, se formarían dominios magnéticos
separados apuntando cada uno de ellos en diferentes direcciones dentro
de la partícula, lo que tampoco es útil. Por lo tanto, al dar con el
tamaño adecuado para hacer una brújula, las bacterias, por evolución,
 "han resuelto un interesante problema de física".

La magnetita ha sido hallada también en animales mayores "todos los
cuales realizan notables hazañas de orientación horizontal". Algunas
abejas tienen magnetita en el abdomen, y sabemos que se ven afectadas
por los campos magnéticos. Precisamente este era
uno de los argumentos (falaces) de quienes pretenden que los CEM son
dañinos para el hombre. Las palomas definitivamente tienen magnetita
en su cerebro y su cráneo, cosa que se sabe desde 1979. (Walcott et
al, 1979, "Piggeons have magnets", Science, 205, pp 1.027-1.029).

[Claudio] Una pregunta final: ¿Cuál es el mecanismo por el que unos
cristalitos pueden excitar o inhibir de manera adecuada regiones
extensas del sistema límbico?

[Ernesto] Ni idea, pero ten en cuenta que esos cristalitos no son dos
o tres, sino quizá varios millones, distribuidos de forma difusa por
el cerebro. Probablemente el mecanismo se desconozca todavía.
Que me dén una beca y lo investigo yo, leche.
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                                              Ernesto J. Carmena
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