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[escepticos] RE: [escepticos] Los filósofos y la ciencia (era: Sokal estuvo en zaragoza)




> -----Mensaje original-----
> De: owner-escepticos en dis.ulpgc.es
> [mailto:owner-escepticos en dis.ulpgc.es]En nombre de T. Gonzalez
> Enviado el: Viernes 30 de Abril de 1999 10:51 AM
> Para: escepticos en ccdis.dis.ulpgc.es
> Asunto: RE: [escepticos] Sokal estuvo en zaragoza
>
>
> On 30 Apr 99 at 6:40, Pascual L. González wrote:
> >
> > Creo que eso es un pelín injusto, Teresa. Son muchos, más de los que
> > piensas, los que, sin necesidad de asumir todas las críticas de
> Sokal (cuyo
> > libro, debo decirlo, no he leído) desconfían de los excesos
> verbales de los
> > Lacan, las Kristeva & co. Por lo pronto, cualquier filósofo de tradición
>
> Aceptado el reproche. Cuando se generaliza, además de falacias se
> cometen injusticias.


Bueno, tampoco lo interpretes como un reproche ni nada por el estilo. Sólo
era una observación ;-)


> Pues según contaba un corralero hace unas semanas, Sokal tenia
> soliviantados a los filósofos, incluso a filósofos de la ciencia (se
> supone de tradicion analitica). Y yo oí una conferencia de un
> catadratico de la universidad de Oviedo en donde aprovecho a Sokal
> para darle un repaso a los sociologos relativistas sin nombrar para
> nada a los de su gremio, contra quienes se dirige Sokal.
> Pero lo mas grave es el panorama filosofico que pintas, no parece
> haber nada nuevo.

Oye, ¿no sería L.Valdés, que enseña fª del lenguaje? Muy competente, por
cierto.

Pero bueno, a lo que íbamos: la filosofía analítica ha sufrido durante
nuestro siglo una transformación. Podemos decir que esta tradicion nace con
el "Tractatus" de Wittgenstein (escrito durante la WW I) y con el
positivismo lógico (institucionalizado en la década de los 20). La tradición
que tienen a sus espaldas está clara: Frege (cuyo artículo "Sentido y
referencia" quizá inaugure la tradición analítica)Russell, Mach. J.S.
Mill... Así que en sus inicios fue una filosofía muy ligada a la ciencia.
Wittgenstein era un ingeniero aeronáutico que se interesó por las
matemáticas y marchó a estudiasr con Frege y, posteriormente, con Russell,
con quien parece que descubrió su vocación filosófica. Los neopositivistas
agrupados en torno a la revista "Erkenntnis" (en alemán,
"conocimiento")eran, asimismo, filósofos con muy buena formación en lógica y
matemáticas y muy relacionados con las "ciencias positivas". Tanto
Wittgenstein como ellos creían que los problemas filosóficos eran en
realidad problemas científicos, por lo que se centraron en explicar nociones
como la de "significado", "sinsentido". "lenguaje científico"... a fin de
dar criterios -sobre todo los positivistas- para distinguir el lenguaje
significativo (sobre todo el de la ciencia) del lenguaje carente de
significado (como el de la metafísica -por ejemplo, Carnap hace un analísis
absolutamente cruel, aunque a mi entender justificado, del lenguaje de
Heidegger-). Los neopositivistas también se preguntaban por las condiciones
que deben cumplir los enunciados de la ciencia para ser significativos y,
por ende, de los fundamentos del lenguaje científico. Y llegaron a la
conclusión de que el contenido empírico era lo que justificaba y
proporcionaba una base sólida al lenguaje de la ciencia. El problema es que
la confianza en poder explicar así la ciencia se resquebrajaron. Hay varios
hitos en este proceso, pero  me quedo con tres:

a) La aparición de las "Investigaciones filosóficas" de Wirttgenstein, con
su interés por el lenguaje cotidiano y la afirmación de que el significado
de una palabra no es lo que ésta designe sino el modo como se use en la
práctica social.

b)El artículo de Quine "Dos dogmas del empirismo", con su tesis de que no
podemos distinguir bien entre enunciados analíticos y sintéticos, salvo en
la lógica proposicional. Esto estaría muy relacionado con lo que ya había
dicho Hanson en la década de los 50 (si recuerdo bien) en su obra "The
patterns of discovery", a saber, que "toda observación está cargada de
teoría" (o sea, que no existen "hechos" no contaminados con carga teórica,
que toda observación es también interpretación).

c)LA aparición a principio de los 60 de la obra de Kuhn, "LA estructura de
las revoluciones científicas". Este tercer hito quizá sea el que más nos
interese para saber cómo se puede bascular hacia la sociología de la ciencia
dentro de la tradición analítica. Pues lo que hace Kuhn es, dicho con
palabras pobres, aplicar las conclusiones del 2º Wittgenstein y de Hanson a
la historia de la ciencia, para acabar afirmando que el paso de un paradigma
a otro puede describirse en términos de "conversión", antes que de
refutación; que la ciencia es ante todo una práctica social, donde los
paradigmas se imponen o resisten gracias a que hay una comunidad científica
que los apoya y que impone sus criterios en la enseñanaza y en la formación
de nuevos investigadores; y, en fin, que los paradigmas son
inconmensurables, esto es, que no podemos adopatar un tercer punto de vista
"superior" o "neutral" para decidir entre un paradigma u otro.

Todo esto, sobre todo las tesis de Kuhn, puesto que hablamos de historia de
la ciencia (y la historia de la ciencia es una instancia filosófica cuando
es interesante, como en el el caso de Kuhn)abre la vía para afirmar, por un
lado, que la filosofía de la ciencia ha dejado de ser *prescriptiva* (como
querían los neopositivistas y Popper) para hacerse más *descriptiva*. Y
también para pensar que, dado que las teorías son inconmensurables, en la
elección de una en perjuicio de otra caben consideraciones que están más
allá de lo que habitualmente se ha entendido como racionalidad cinetífica:
consideraciones estéticas, culturales, sociales, económicas. Así, se han
buscado explicaciones estéticas al rechazo de las leyes de Kepler por parte
de Galileo, razones económicas -y hasta psicoanalíticas- a la obra de
Newton, etc. Quizá la postura más extrema sea la de la escuela de Edimburgo,
que parctica una historiografía radicalmente externalista de la ciencia.

De todos modos, en general creo que ni el mismo Kuhn no quería llegar tan
lejos como algunos han pretendido. Que su idea de inconmensurabilidad es
semántica, pero no epistemológica. Y él mismo reconoce que cuando se
abandona un paradigma por otro es porquer los problemas en el primero se
acumulan hasta hacerse insostenibles para muchos investigadores.

Lo que sí parece haber abandonado la fª analítica es la esperanza en
fundamentar los enunciados de la ciencia. En general, y salvo honrosas
excepciones, las ideas de Hanson y Quine son asumidas por la mayoría, lo que
significa que no se puede aislar el contenido empírico de las proposiciones,
aislar, como pretendían los neopositivistas, "proposiciones protocolares"
que hagan referencia únicamente a "sese data". Pero el abandono de este
"fundamentalismo" no ha llevado tanto al relativismo como al pragmatismo a
lo Richard Rorty o L. Laudan (al que, por cierto, algunos ponen muy cercano
a Latour). LAudan, por ejemplo, dice que la única forma de evaluar las
teorías es comprobando su capacidad para resolver problemas. Si resuelve
problemas la teoría es buena, pues progresa, y no hay que preocuparse de
cosas como la verdad, que, a diferencia de la noción de progreso, es un
concepto oscuro.

En cualquier caso, lo cierto es que los filósofos analíticos, por más que
hayan abandonado el "strong program" del positivismo lógico, con su búsqueda
de rigor y sus pretensiones de unificar y fundamentar la ciencia, todavía
suelen trabajar sin perder de vista la práctica científica; estudian su
historia y muchos de ellos (estoy pensando, por ejemplo, en I. Hacking, que
es pragmatista y ha hecho sociología de la ciencia) saben lo que es un
laboratorio y conocen los problemas técnicos de la investigación científica.

Así que sí es cierto que los filósofos de tradición amalítica -una parte de
ellos- han gravitado hacia posturas sociológicas y descriptivistas, pero
tampoco hay que meter a todos los que adoptan un punto de vista sociológico,
pragmático o incluso relativista de la cienca en el mismo saco. Por ejemplo,
Quine está dentro de ese giro pragmático pero es muy claro cuando afirma en
"Dos dogmas del empirismo" que (cito de memoria) "la ciencia es la mejor
descripción que tenemos de la realidad". Otro ejemplo es Kuhn: su punto de
vista sociológico le lleva a decir que las teorías de diferentes paradigmas
son inconmensurables, pero es claro cuando matiza que esa
inconmensurabilidad es ante todo semántica, por lo que no se puede decir que
no existan teorías mejores y peores. Estas posturas de un Quin o un Kuhn son
muy diferentes, por ejemplo, a las de algunos representantes de, por
ejemplo, los "gender studies on science" cuando sostienen que la ciencia es
machista porque ha sido realizada por hombres, o del "strong program" de la
Escuela de Edimburgo.


Otra cosa muy distinta es lo que ocurre con los postmodernistas. El
principal problema que yo les veo es que, antes que su "filosofía de la
ciencia" -si es que se encuentra tal cosa en sus escritos- parte de de una
condena previa de la misma. Las raíces de esta condena son, como siempre,
profundas y a menudo están trenzadas, pero me atrevo a sugerir alguna
pincelada sobre las mismas:

-Tradición marxista, con su persuasión de que la cultura, y por tanto
también la ciencia, es una función ideológica del  sustrato socioeconómico.

-Nietzsche,. Con toda la simpatía que puedo sentir por su inteligencia, lo
cierto es que el bueno de Herr Friedrich, cuando arremete contra el estado
burocrático -positivista- de Prusia y del II Reich por haber elevado al
poder a un ejécito de tecnócratas, acaba tirando en más de una ocasión al
niño con el agua sucia. La idea de Nietzsche es que las grandes decisiones
sobre la vida no corresponden a los funcionarios (y para él no caben dudas
de que la ciencia de su tiempo era ya un asunto de estado) sino a los
filósofos, a los artistas... a los humanistas (en cualquier caso, no a la
sociedad de su tiempo, que él categorizaba ya como "sociedad de masas"). El
actual tópico que distingue entre científicos y humanistas, teniendo
aquéllos el conocimiento de la naturaleza y éstos la llave del sentido de la
existencia -¡Ja!- pasa, a mi pesar, por Nietzsche. Por otro lado, las
críticas de Nietzsche no van tanto a la ciencia en sí y a sus
"verdades" -que era algo que le importaba bien poco- como a su función
dentro de esa sociedad de masas a la que su filosofía siempre auscultó.

- Tradición de las "Ciencias del espíritu" /Geisteswissenschaften/. En
alemania, y en menor medida en Italia, la filosofía de Hegel y, quizá en
menor medida, el romanticismo desmbocan en una teoría de las "ciencias del
espíritu" como un discurso precisado de un método y de unos fundamentos
distintos de los de las ciencias de la nauraleza. éstas explican
acontecimientos trepetitivos, mientras que aquéllas *comprenden* las
acciones y las obras humanas gracias a una capacidad empatética
("Einfühlen") para entender a otros hombres, a otros seres culturales. Así,
G. Droysen, afirmaba en uno de sus artículos sobre las ciencias del
espíritu: "la naturaleza nos es ajena". Además, la ciencia no es más que
algo que el hombre hace, junto con el resto de la cultura. Y el hombre cra
la ciencia prersiguiendo unos determinados fines y asumiendo unos
determinados prejuicios. Antes que científico, el hombre de ciencia es un
actor cultural. Esta tradición desembocará en nuestro siglo en Heidegger y,
de ahí, en Gadamer y en la hermenéutica,a la que, en cierto modo, se acerca
toda la tradición de la sociología de la ciencia, aunque en mi opinión hay
que distinguir a Heidegger de Gadamer. Éste es un pensador inteligible, a
diferencia del primero, que parecía alérgico a la claridad.

-Primera generación de la Escuela de Frankfurt. Obraas como "Dialéctica de
la Ilustración" de Adorno y Horkheimer están escritas bajo el trauma de la
barbarie hitleriana. No en vano, eran judíos y tuvieron que emigrar para no
sufrir el zarpazo del nazismo. La experiencia de muchos de estos autores es
la de que la ciencia, convertida en técnica y dirigida por una razón
meramente "instrumental" produce una maqunaria de terror, a juzgar por la
puesta en práctica, por primera vez en la historia, de la industrialización
del genocidio.

-MAyo del 68. En cierto modo, el movimiento del 68 tien algo de cóctel
realizado a base de los eolementos anteriores. En cierto modo, hay una
lectura marxista de Nietzsche y, de ahí, la ciencia no podía salir
bienparada.

-Movimiento ecológico. En mi opinión dentro de este movimiento (quizá me
influye haber conocido algún fundamentalista ecológico que otro) continúa la
demonización de la ciencia, en la medida en que ésta produce tecnología. En
los orígenes de todo ello quizá esté el pensamiento de Rousseau. De lo que
quizá no se hayan dado cuenta es que 1) Los problemas ecológicos y
demográficos a que ha llegado el planeta, si bien serían impensables si la
tecnología -industrial, agrícola, farmacológica...- han llegado a un punto
en que sólo pueden ser solucionados con más ciencia y más tecnología. 2) El
desdén hacia la ciencia y el control de la naturaleza sólo aparece con la
virulencia con que se da en nuestras sociedades, que son, justamente, las
que han logrado que la naturaleza deje de ser el principal obstáculo para la
supervivencia y la calidad de vida.


> Saludos
> Teresa

Saludos

Pascual L. González.