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RE: [escepticos] cambios en el FAQ
Donde está lo de la astrología?
yo no lo he podido ver. será la conjunción de marte con jupiter la causa?
estaré atento
un abrazo
Javier Esteban
----- Mensaje original -----
De: Santiago Arteaga <arteaga en cs.umd.edu>
Para: <escepticos en dis.ulpgc.es>
Enviado: lunes, 02 de agosto de 1999 0:54
Asunto: [escepticos] cambios en el FAQ
>
>
> Esta es una versión beta del diálogo sobre astrología. Ocupa 50 K
> y arreglarlo me ha llevado más tiempo del que pensaba. Volveré a
> repasarlo y, posiblemente, meter algo más. Os lo mando por si se os
> ocurren más cosas que decir. Un abrazo,
>
>
>
> Santiago Arteaga, editor del FAQ de la lista escepticos
> arteaga en cs.umd.edu
> http://www.cs.umd.edu/~arteaga/escept/FAQ.html
>
>
>
>
>
>
>
> Una tarde, a la hora de la siesta, Velocillo y Minucio se sentaron a
> tomar el agradable y espiritoso licor que habitualmente tomaban tras
> sus agradables -y por qué no decirlo- abundantes comidas.
>
> Tras un breve paladeo sin mediar palabra, Velocillo, como era su
> costumbre, lanzó una rápida e incisiva pregunta a Minucio:
>
> VELOCILLO: ¿Por qué los científicos niegan la astrología?
>
> En ese instante Minucio despertó de esas ensoñaciones que provocan
> las buenas comidas, los lugares cálidos y los suaves vapores
> alcohólicos, y adoptó su disposición docente que era más propia ante
> tales cuestiones:
>
> MINUCIO: Bueno, existen básicamente tres razones.
> La primera es que no existe ninguna forma en la que los
> cuerpos lejanos puedan influir sobre nuestro comportamiento, y aún
> menos determinar nuestro futuro. Me imagino que volveremos a hablar
> de este aspecto, así que no me extenderé de momento.
> La segunda es que los datos astronómicos que utilizan los
> astrólogos son incorrectos. Esto no es demasiado importante, porque
> no podrían acertar ni teniendo los datos correctos, pero déjame que
> te cuente un ejemplo particularmente escandaloso. Cuando un
> astrólogo dice que Júpiter entra en la casa de Piscis, en realidad
> lo está haciendo en la de Acuario. Entrar en una casa zodiacal
> significa que visto desde la Tierra el planeta se ve en la zona de
> la eclíptica que corresponde a esa constelación. Pero es que cuando
> se abolió el calendario Juliano y empezó la vigencia del Gregoriano,
> eliminándose once días del calendario, los astrólogos siguieron
> usando los mismos datos; a ver cómo le iban a decir a un piscis de
> toda la vida que a causa del cambio de calendario ahora era acuario.
> El error nunca se ha corregido, pero esto no parece importar para
> nada.
>
> ***** COMENTARIO DEL EDITOR: Estamos todos seguros de esto?...
>
> La tercera es que, simplemente, no funciona. Con un sencillo
> experimento es muy fácil comprobar que la astrología no acierta ni
> predice las características de las personas según su signo. Debe
> repartirse a un grupo de personas de varios signos una descripción
> de la personalidad proporcionada por un astrólogo para, por ejemplo,
> el signo aries. Todo el mundo recibe el mismo texto, que no debe
> tener referencias al signo para el cual ha sido preparado. El
> experimento debe ser de tipo doble ciego, es decir, ni el repartidor
> del texto ni los participantes conocen la trampa. Tras leer el texto
> que se le ha dado, se le pide a cada persona que evalúe la capacidad
> de acierto del astrólogo. El resultado es sorprendente: más del 90%
> de las personas aseguran que el texto ha acertado con su
> personalidad, y los aries no notan más aciertos que el resto. Se
> concluye que en realidad el signo zodiacal no importa para que el
> astrólogo acierte o no. A esto contribuye el caracter general y
> anodino de las predicciones astrológicas y, por otro lado, los
> mecanismos psicológicos de la persona que consulta, la cual tiende a
> exagerar el acierto y a minimizar el error, sin que para esto se
> necesite una firme creencia en la astrología.
>
> VELOCILLO: ¿Dices que no hay forma conocida por la que los planetas
> pudieran influir en nosotros? ¿Y la gravitación? ¿Y los campos
> electromagnéticos? La luna provoca las mareas, y el cuerpo humano
> contiene un 70% de agua, lo mismo que el planeta tierra...
>
> MINUCIO: Vayamos por partes. Hay sólo cuatro fuerzas en el universo,
> que son la fuerza fuerte, la fuerza débil, la fuerza
> electromagnética, y la fuerza gravitatoria. Las dos primeras sólo
> son importantes a distancias comparables al tamaño de un núcleo
> atómico, y decrecen muy rápidamente, con lo que pueden ser
> despreciadas directamente. En cuanto a la fuerza electromagnética,
> veamos por separado los tres tipos de campos, el eléctrico, el
> magnético, y el electromagnético o lumínico. Los campos eléctricos
> existen cuando un cuerpo tiene una carga neta, es decir, cuando
> tiene más protones que electrones o viceversa. Para cuerpos tan
> grandes como los planetas o las estrellas, se puede decir que son
> neutros o con una carga próxima a cero. El campo magnético sólo
> puede ser creado por cargas en movimiento, y es aún más pequeño que
> el eléctrico. Además, si hay muchas cargas en movimiento, éstas
> deberían de coincidir en su movimiento para no anularse unas a
> otras, es decir, en los planetas o estrellas debería haber una
> corriente eléctrica neta considerable para que nos afectase. Como
> éste no es el caso, también debe despreciarse. En cuanto a la
> influencia luminosa está clara cuál es, solo hay que ver el tamaño y
> la luminosidad de las estrellas y planetas.
> Queda la más importante de todas las fuerzas para lo que
> estamos tratando. Esta fuerza es la gravedad. Evidentemente, la Luna
> y el Sol están lo suficientemente cerca como para ejercer una cierta
> influencia gravitatoria. Un claro ejemplo son las mareas. Sin
> embargo, las mareas son sólo un efecto minúsculo sobre un cuerpo
> líquido gigantesco. La altura media de una marea es de una magnitud
> despreciable en comparación con el tamaño del objeto que esta siendo
> atraído, los océanos. Si se realiza el mismo cálculo sobre un cuerpo
> humano se puede ver que la influencia es muchísimo menor que la
> influencia gravitatoria de la silla en la que estas sentado, pues
> ésta, aún siendo muchísimo menor que la Luna, está muchisimo más
> cerca.
> Por tanto, para predecir tu futuro, no habría que considerar
> sólo la posición de los planetas, sino también, y mucho antes, la de
> tu silla. Como los astrólogos no tienen en cuenta tu silla a la hora
> de hacer sus cartas astrales, está claro que hagan lo que hagan no
> tiene nada que ver ni directa ni indirectamente con la fuerza de la
> gravedad de los planetas sobre ti.
>
> VELOCILLO: De acuerdo, las cuatro fuerzas conocidas por la física
> actual no proporcionan explicación a la influencia astrológica. Pero
> déjame que haga un par de observaciones. Pero ¿cómo podemos estar
> seguros de que no hay más fuerzas aún no descubiertas? Las fuerzas
> nucleares, por ejemplo, eran desconocidas hasta hace muy poco. ¿No
> puede descubrirse en el futuro otro tipo de interacción que explique
> la influencia astrológica? ¡Negando toda posibilidad no es como
> avanza la ciencia!
>
> MINUCIO: Sí, podría descubrirse otro tipo de interacción. Pero de
> momento eso es sólo fantasía gratuita, y tampoco es así como avanza
> la Ciencia -y dicho sea de paso, la astrología no ha avanzado mucho
> durante los últimos milenios.
> Por otra parte, me gustaría que me explicaras cómo puede
> hacer predicciones la astrología si no conoce esa hipotética fuerza.
> ¿En qué se basan? Si no se sabe tan siquiera si existe esa fuerza,
> ¿me sabrías decir por qué se cree que la posición de Saturno en un
> cierto lugar tiene que afectarme de una forma y no de otra?
>
> VELOCILLO: Pues...
>
> MINUCIO: Te lo explicaré yo. Para el hombre primitivo, los planetas
> eran cosas completamente diferentes a todo lo demás. No envejecían,
> no cambiaban, no caían al suelo, se movían sin ser animales ni hacer
> ruido, estaban lejísimos y por lo tanto se tenían que mover a
> velocidades de vértigo, etc. De ahí la idea de confundirlos con
> dioses. Dado que eran dioses, o manifestaciones de divinidades, era
> obvio que influían en la vida de los humanos, y por lo tanto era
> razonable pensar que estudiándoles se pudiese predecir el futuro de
> las personas. Lo que pasa es que lo único que se podía estudiar de
> los planetas era su posición, que resultó ser un problema realmente
> difícil y relativamente impredecible, igual que la vida de las
> personas. De ahí surgió la tradición de que la posición de los
> planetas podía usarse para predecir el futuro.
> Hoy en día sabemos que los planetas no son dioses y podemos
> predecir sus posiciones, pero sin embargo la tradición ha sobrevivido
> por la simple vagancia de los astrólogos, que no se han parado a
> recapacitar por qué creen lo que creen.
>
> VELOCILLO: Espera, espera. Los orígenes de una ciencia no tienen
> nada que ver con su validez.
>
> MINUCIO: Cierto, ahí está el caso de la alquimia y la química.
>
> VELOCILLO: Me alegro de que estemos de acuerdo. Volvamos pues al
> tema original. A lo mejor tienes razón y no existe una quinta
> fuerza, y la posición de Saturno no me afecta para nada. Pero eso no
> impide que haya alguna relación, más o menos indirecta. Deja que me
> explique.
> Incluso aunque Saturno no me influya a mí directamente, su
> posición es una manifestación de las mismas fuerzas que rigen todo el
> universo, desde el resultado de un dado hasta mi destino. Es decir,
> aunque Saturno no sea la causa de mi destino, lo que puede ocurrir
> es que su posición y mi destino sean efectos de las mismas causas,
> tanto si éstas son las cuatro fuerzas conocidas como si no.
> Entonces, observando la posición de Saturno, sería posible
> deducir algo sobre esas fuerzas, y por lo tanto averiguar algo sobre
> mi destino.
>
> MINUCIO: Más fácil me lo pones, porque es que en realidad conocemos
> cuáles son las fuerzas que determinan la posición de Saturno.
> Recuerda que hemos mandado naves a estos planetas, haciendo
> viajes de de miles de millones de kilómetros que han durado
> decenios. La única fuerza que se considera en los cálculos
> necesarios es la de la gravitación, y estas naves han llegado a sus
> objetivos con errores de unos pocos kilómetros y segundos. Estos
> errores son tan pequeños que no se pueden medir observando el
> planeta con un telescopio.
> Entonces yo ahora te pregunto: si usando tan solo la fuerza
> de gravitación se puede calcular la posición de un planeta con una
> precisión mayor que la que proporciona directamente un telescopio,
> entonces ¿cómo se puede deducir a partir de la posición del planeta
> algo sobre esas otras fuerzas que supuestamente rigen mi vida?
> Date cuenta del poder de este argumento; da igual que sean
> las cuatro fuerzas conocidas o no, de hecho da igual que la posición
> de Saturno sea la causa o no de un proceso que involucre fuerzas o
> no. Si conocemos su posición de antemano -con ciertos errores-,
> entonces el constatar que efectivamente ocupa esa posición no nos
> proporciona ninguna información.
>
> Velocillo se quedó pensando un largo rato; finalmente dijo:
>
> VELOCILLO: Tiene bastante sentido lo que dices. Si hay una relación
> entre Saturno y mi vida, pero la posición de Saturno no depende de
> nada, entonces... y claro, da igual que esa relación esté causada
> por fuerzas conocidas o no, la observación de Saturno no me dirá
> nada sobre esa fuerza.
>
> Minucio asintió complacido, pero no cantó victoria. Los dos sabían
> que no había eliminado la posibilidad de una armonía oculta entre
> las personas y los planetas. Pero Velocillo había visto que no
> bastaba apelar al desconocimiento para argumentar que todo era
> posible. El resto caería con un poco de tiempo, pensó Minucio. Antes
> de darse cuenta se habían quedado dormidos los dos.
>
>
> -----
>
>
> Los dos amigos se levantaron de la siesta con energías renovadas, y
> se fueron a dar un paseo mientras hablaban de sus cosas. Al cabo de
> un rato volvió el tema.
>
> VELOCILLO: No lo sé. No tengo ni idea de por qué la astrología
> funciona, y los científicos tampoco la tenéis. Está claro que las
> cuatro fuerzas conocidas no bastan para explicarlo, y precisamente
> por eso los científicos rechazáis que la astrología sea posible.
> Todo lo que no encaja con vuestro esquema del universo ha de ser
> falso. Sin embargo, si la astrología es capaz de hacer predicciones
> correctas, ¿cómo puedes negar entonces la influencia astrológica?
> Si en base a la posición de los planetas en el momento del
> nacimiento es posible predecir rasgos de la personalidad de los
> individuos, es porque realmente existe esa influencia, aunque no
> sepamos explicarla.
>
> MINUCIO: Ah, pero es que estás dando por supuesto que esas
> predicciones son correctas. Estarás de acuerdo conmigo en que es
> necesario hacer un experimento para determinar la validez de esa
> afirmación porque, como ya te comenté antes, todo el mundo tiende a
> aceptar como descripción válida de sí mismo cualquier cosa que sea
> vagamente halagüeña.
> Veamos si te vale el siguiente esquema. Tomemos un grupo
> variado de unas 100 personas. Un astrólogo les hace la carta astral
> a todos. Yo por mi parte me invento una carta astral falsa. A cada
> persona se le entregan ambas cartas, la que ha hecho el astrólogo
> para ella y la que he hecho yo para todos. Luego se le pide que
> seleccione la carta que se ajuste más a su personalidad. El sujeto
> que entrega las cartas astrales y que anotára la elección de todos
> los participantes no sabrá cuál es la carta verdadera y cuál es la
> falsa. Sólo tú y yo lo sabremos. Si el resultado es que
> aproximadamente la mitad de las personas eligen la carta verdadera,
> estarás de acuerdo conmigo en que las predicciones del astrólogo son
> tan buenas como las mías; recíprocamente, si sensiblemente más de la
> mitad de las personas escogen la carta astral hecha por el
> astrólogo, entonces yo admitiré contigo que la astrología es capaz
> de realizar predicciones.
>
> Velocillo se quedó pensativo por unos instantes, acariciándose el
> mentón. De pronto frunció el ceño.
>
> VELOCILLO: No está mal tu propuesta, pero no es del todo justa ya
> que tú podrías hacer trampa al crear la carta astral falsa. Podrías
> escribir en esa carta astral algo muy genérico o muy agradable para
> los lectores, de forma que se sintieran más inclinados a elegir tu
> carta falsa frente a la carta astral verdadera.
>
> Continuó con el ceño fruncido unos instantes más, tras los cuales
> una sonrisa apareció en su rostro.
>
> VELOCILLO: Te propongo la siguiente variante: cada sujeto recibe dos
> cartas astrales, como tú proponías. Una será su carta astral
> verdadera, pero la otra carta astral "falsa" será en realidad la
> carta astral de otra persona, elaborada igualmente por un astrólogo
> desconocedor del uso que se va a dar a su predicción. ¿No te parece
> mejor así?
>
> Sin pensárselo dos veces y emulando la rapidez de respuesta de su
> amigo Velocillo:
>
> MINUCIO: Me parece perfecto, es una muy buena corrección....
>
> VELOCILLO: Conociéndote como creo que te conozco, y viendo esa
> sonrisa tuya, me temo que ya sabes perfectamente que ese experimento
> ha sido realizado antes y te lo guardabas para un golpe de efecto.
> Te ruego que no me tengas más en ascuas y me digas cuáles fueron sus
> resultados.
>
> MINUCIO: El experimento se ha hecho varias veces, y no se ha
> encontrado ninguna evidencia a favor de la astrología. Un reporte
> fácil de encontrar es: Carlson, Shawn. (1985) "A double-blind test
> of astrology", Nature, 318 (Dec. 5), 419-425.
>
> ***** NOTA DEL EDITOR: REFERENCIA EN ESPAÑOL ?
>
> VELOCILLO: Bien, tendré que leer ese artículo. De todas formas, te
> diré que tu experimento sólo sirve para juzgar a los astrólogos,
> pero no a la astrología. Si el porcentaje de aciertos de tu
> experimento fuese del 50%, esto indicaría que el astrólogo que ha
> confeccionado las cartas no es capaz de acertar los rasgos de la
> personalidad por encima del nivel del puro azar. Sin embargo tal vez
> otro astrólogo daría otros resultados mejores. Como bien sabrás la
> astrología no es una ciencia exacta, sino que deja un margen amplio
> a la habilidad del profesional, como la medicina ¿o acaso no se
> equivocan también los médicos? Tu método servirá para detectar a los
> astrólogos malos, pero no invalida la astrología.
>
> Minucio adoptó un aire cínico y respondió con una sonrisa un tanto
> sarcástica:
>
> MINUCIO: A lo mejor juzga también a la gente que tiene que
> interpretar sus propias cartas astrales. Sería posible que la
> astrología funcionase, solo que luego la gente no pudiese
> reconocerse en las descripciones, ¿verdad? Claro que, si la gente no
> supiese distinguir las predicciones correctas de las falsas,
> entonces la astrología sería más bien inútil, ¿no?
>
> VELOCILLO: Deja, estoy hablando en serio.
>
> MINUCIO: Yo también; si las predicciones de todos los astrólogos
> fallan, y si no somos capaces de encontrar a nadie que sepa
> astrología, entonces ¿por qué pensamos que ésta existe?
> Una posible solución sería hacer el mismo experimento, pero
> usando a los considerados como mejores astrólogos del mundo, y que
> cada uno se encargase de hacer una carta astral escogida al azar.
> Si hubiese alguna diferencia en los resultados, podríamos pensar que
> el segundo grupo de astrólogos es mejor que el primero. En cierto
> sentido este experimento sí que sería definitivo, ya que si los
> mejores astrólogos del mundo no consiguen acertar, ¿qué harán los
> otros?
>
> VELOCILLO: Ya... pero, para ser sincero, veo demasiados problemas
> prácticos para hacer este experimento. Tengo que admitir que las
> reputaciones en este mundillo no son demasiado estables.
>
> MINUCIO: No, ni otras cosas. Respondiendo a tu crítica, es injusto
> que para juzgar a la astrología haya que juzgar a los astrólogos,
> pero es la naturaleza de esta "ciencia" -Minucio no podía usar esta
> palabra refiriéndose a la astrología sin cambiar el tono de voz-.
>
> Después de esto la conversación continuó por otros derroteros, entre
> los cuáles figuraron las ventajas que tienen otras ciencias más
> objetivas para ser comprobadas experimentalmente y, a la hora de
> cenar, una breve discusión sobre gastronomía, saber al que Minucio
> calificó de "pseudociencia digna de serio estudio". Durante el
> condumio volvieron a la carga.
>
> ----------
>
> VELOCILLO: Pero la astrología no puede estar basado en la nada,
> porque los astrólogos aciertan en muchas de sus predicciones. A mí
> mismo me han hecho una carta astral y han acertado del todo.
>
> MINUCIO: ¿Podrías explicarme un poco más en que consisten esos
> aciertos, por favor?
>
> VELOCILLO: Describe perfectamente mi carácter, mis aficiones, mi
> forma de ser...
>
> MINUCIO: Y la del noventa por ciento de las personas. Si analizas
> cuidadosamente tu carta astral, verás que las predicciones son tan
> ambiguas que sirven para todo el mundo. Por eso funciona tan bien el
> experimento del que hablábamos antes sobre la incapacidad de
> reconocer tu carta astral.
>
> VELOCILLO: Pero también había predicciones concretas, que no valen
> para todo el mundo. Por ejemplo, me dijo que me iba a casar con una
> mujer morena, y once años despues me casé con una chica morena.
> Tambien me dijo que iba a sufrir una operación y me operaron de una
> lesión en el menisco y de apendicitis. También me dijo que sufría
> dolores de espalda y tenía razón.
>
> MINUCIO: Párate a pensar un poco. La inmensa mayoría de las personas
> sufren alguna operación quirúrgica tarde o temprano. Y los dolores de
> espalda son habituales; probablemente notaron durante la consulta
> alguna postura tuya, o tú mismo te quejaste y luego lo olvidaste.
> En cuanto a lo de la chica morena... Bueno, tenía que ser morena,
> rubia o pelirroja. Las posibilidades de que acertara eran
> razonablemente altas. Además, ¿y qué hay de las predicciones que no
> acertaron?
>
> VELOCILLO: Bueno, es sólo que no se han cumplido todavía. Me decía
> que tendré tres hijos, y tengo sólo dos, pero puedo tener otro.
>
> MINUCIO: Pero es lo mismo. Se trata de predicciones de carácter
> general, tanto que es muy fácil que se cumplan. Y si no fuera así,
> siempre podría decirse que "casi" acertaron. Imagínate que tuvieses
> cuatro hijos; ¿dirías que se equivocó el astrólogo?
>
> VELOCILLO: Pues... no sé, pero me imagino el cachondeo de los amigos
> diciendo que era mi esposa la que tenía cuatro.
>
> MINUCIO: A eso voy, es muy fácil inventarse excusas para justificar
> un error.
>
> -----------
>
>
> Cuando el sol comenzaba a pintar oscuras las primeras nubes del
> alba, nuestros dos amigos aún se encontraban sentados en unas
> ruidosas sillas de mimbres en casa de Minucio, acodados en la mesa
> mirando el fuego vivo de la chimenea. Cansado, Velocillo se aclaró
> la garganta, los ojos se le llenaron de ilusión como si la diosa de
> la ocurrencia hubiera besado su mente:
>
> VELOCILLO: No entiendo, definitivamente no puedo hacerlo, porqué te
> opones a que la astrología sea tomada como una ciencia -dijo
> Velocillo dibujando una sonrisa burlona en su rostro. Al fin y al
> cabo la astrología también usa la matemática, los astrólogos hacen
> cálculos para determinar la posición de los astros...
>
> Minucio, adivinando lo que seguía, lo interrumpió para contestarle
> en orden. Era ya muy tarde y casi no le quedaban fuerzas.
>
> MINUCIO: Pero Velocillo, el asunto no radica en el hecho de usar o
> no las matemáticas para que una disciplina sea científica. Tú puedes
> hacer muy buena matemática, pero si falla la conexión entre las
> matemáticas y lo que quieres representar con ellas estás perdido
> -dijo Minucio casi sin respirar para no ser interrumpido. Es como
> los problemas de chiste; "si vas de Madrid de Teruel en un tren a
> 50 kph, ¿cómo se llama el conductor? Pueden usarse integrales
> elípticas."
>
> Velocillo sonrió, pero sin mostrarse convencido, así que Minucio
> insistió.
>
> MINUCIO: Tú recuerdas bien que los pitagóricos y aún Kepler hicieron
> matemáticas, y de las buenas, para entender la estructura del
> universo. Y a pesar de ello las ideas que querían representar con
> esas matemáticas eran falsas. A los astrólogos les pasa más o menos
> lo mismo con sus cálculos de trigonometría esférica.
>
> Lentamente Minucio sirvió le sirvió las últimas gotas de caña que
> quedaban en la botella. Se dió cuenta que no había quedado nada para
> él, pero también notó que Velocillo, por primera vez, no lo
> interrumpía, por lo que prosiguió con su argumentación:
>
> MINUCIO: Además, para los astrólogos, las matemáticas son sólo unas
> herramientas que sirven para calcular la posición de los astros,
> pero nada más. Es como si me dijeras que yo soy mecánico porque
> tengo en mi casa una pinza de ajuste.
>
> VELOCILLO: ¿Tú mecánico? Ja ja ja. Si ni siquiera sabes ponerlo
> combustible a tu automóvil. No sabes nada de mecánica. Además hace
> falta una estructura, un taller... -terció Velocillo sin poder
> contenerse.
>
> MINUCIO: A eso iba. El taller es la estructura que les falta a los
> astrólogos. Pero les falta mucho más. Física, por ejemplo. Les falta
> saber que es la Tierra que gira alrededor del Sol y no al revés...
>
> VELOCILLO: La Teoría de la Relatividad dice que todo es relativo,
> -se impuso con fuerza Velocillo-. Por lo tanto que el Sol gire
> alrededor de la Tierra o al revés es sólo un punto de vista. Ese no
> puede ser un argumento.
>
> MINUCIO: Te pido por favor que no introduzcamos, por ahora, un nuevo
> elemento en la discusión. Sólo te diré que la teoría de la
> relatividad no dice eso y que, si bien cinemáticamente (en el caso
> de las trayectorias) que una se mueva alrededor del otro o al revés
> es lo mismo, dinámicamente no lo es. Espero que lo aceptes.
>
> En realidad Minucio conocía de sobra a Velocillo y sabía que su
> honestidad y su inteligencia no le permitirían ningún tipo de
> concesión, en efecto:
>
> VELOCILLO: No, no lo acepto. Por lo menos hasta que lo fundamentes
> un poco más. Lo que estoy dispuesto a hacer es suspender esa opinión
> por unos instantes, en beneficio de nuestro diálogo. Pero si no lo
> fundamentas... -El lejano canto de un gallo y los primeros reflejos
> que se colaban por la ventana ahogaron el final la frase de
> Velocillo, quien demostraba, una vez más, su grandeza de espíritu.
>
> MINUCIO: Gracias, Velocillo -carraspeó sorprendido Minucio-. Te decía
> que lo muy importante para nuestro entendimiento de las cosas y de
> las cosas que ocurren, es nuestra estructura de conocimiento. Así
> como a un mecánico le es imperiosamente necesario un taller si
> quiere realizar reparaciones de alta calidad y no sólo chapuzas, a
> los profesionales del conocimiento les es indispensable contar con
> una estructura lógica que garantice que los pensamientos que
> infieren no estén errados, al menos por culpa de la estructura de
> pensamiento.
>
> La conversación iba tomando ritmo, ninguno de los dos sentía la
> fatiga de haber pasado una noche entera discutiendo. Es que amaban
> discutir.
>
> VELOCILLO: Sí... eso ya lo hemos hablado. Es la cuarta vez que
> discutimos de esto esta noche. -Minucio sonrió con un guiño de ojos
> indicandole con un movimiento de cabeza la ventana.- ¡Dios mío! ya
> es de mañana ¿adónde se fue la noche?
>
> Velocillo se recompuso de la sorpresa bebiéndose la caña que Minucio
> le había servido y agregó:
>
> VELOCILLO: La astrología no es teoría, porque las teorías son cosas
> falsas. La astrología son hechos... -dijo a sabiendas que era una
> frase irritante para su amigo.
>
> MINUCIO: ¡¡¡¿¿HECHOS??!!! -gritó Minucio con la poca voz que le
> quedaba, mientras Velocillo reía.- Sí, todos, tu, yo, nuestro
> mecánico, esa señora que pasa para su trabajo -afirmó Minucio
> señalando a través de la ventana a una mujer no muy bien vestida que
> caminaba apresurada- utilizamos teorías para entender nuestro
> entorno. Vemos una pequeña porción de la realidad, se nos presentan
> problemas y tenemos que resolverlos de acuerdo a lo poco que
> conocemos. Si el problema nos es muy grave o nos interesa más que
> otros, aprenderemos más acerca de ese tópico. Pero siempre
> construyendo teorías. ¡Que te quede claro! -afirmó, con un enojo
> fingido- el entendimiento de las cosas siempre se hacen por teorías,
> puesto que los seres humanos somos limitados y jamás podremos tener
> acceso a todos los datos ni a la estructura que subyace detrás de
> ellos.
>
> Ambos quedaron en silencio, Minucio exhausto por su discurso
> observando el sol que asomaba detrás de las casitas de su barrio, y
> Velocillo complacido por la última frase de su amigo. El vidrio de
> las copas ya vacías depositaba un arco iris sobre el blanco mantel
> que había sido testigo de una amena discusión entre amigos.
>
>