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RE: [escepticos] Naturaleza de la credulidad.



    También me he hecho muchas veces esas mismas preguntas sobre las causas
de la credulidad. Me he quedado siempre estupefacto cuando he visto que un
ingeniero hace análisis correctos sobre una avería de una máquina y presenta
soluciones posibles con una lógica impecable mientras cuando enferma va sin
ningún rubor a una curandera. En su profesión, jamás lleva a un brujo para
que con aspersiones o rezos "cure" la máquina con problemas, pero puede
someterse a los salivazos de un curandero (no os riais, conozco uno que cura
masajeando con su saliva) para curarse un dolor en la pierna.
    Cuando analizo casos concretos tampoco llego a muchas conclusiones. Yo
mismo fui un creyente , como dice Mercader, "por tradición comunicada de
unos a otros". Al salir del círculo donde se cultivaba esa tradición, me fuí
alejando poco a poco, hasta llegar a donde me encuentro que es en territorio
auténticamente escéptico. ¿Qué hubiese pasado de no haber abandonado el
círculo tradicional? No estoy muy seguro de que hubiese llegado aquí, aunque
tampoco estoy seguro de lo contrario. Mi cerebro es el que es. En teoría es
un cerebro escéptico. ¿Pero sería ahora también un cerebro escéptico en el
caso de haber continuado en el círculo tradicional?
    Si analizo otros casos de gente que conozco puedo hacer la siguiente
afirmación: aquellos que fueron educados escépticamente, siguen escépticos;
de los que fueron educados en creencias, se derivan todas las gamas
posibles: creyentes, crédulos o escépticos (en los significados que se usan
en esta Lista). Naturalmente no tiene ningún valor estadístico, pero es mi
experiencia.
    Otra experiencia que tengo y que me ha recordado Mercader con sus
reflexiones es la dificultad que tiene mucha gente para hacer deducciones
lógicas. En los exámenes psicotécnicos existe uno que siempre sale. Aparece
una serie de ruedas dentadas engranadas una tras otra. Se trata de saber
cual es el movimento de la última sabiendo el de la primera. Hay personas
que en un solo vistazo hacen la deducción pero para otros muchos el problema
no es tan sencillo, mientras para unos pocos el problema se convierte en
imposible. Y lo curioso es que puedes encontrar licenciados entre los que
tienen serios problemas para solucionarlo. ¿por qué? Sería curioso
relacionar las dificultades en las deducciones lógicas y el grado de
credulidad que se tiene.
    Cuando uno no es capaz con rapidez de colocar en línea recta sol, filtro
de soldador y ojo (Mercader) o cuando uno se pone una botellita cerrada
junto a la cama para curarse un mal de garganta (Ernesto) o cuando uno se
atasca en el problema de los engranajes, la pregunta que se hace Mercader la
pongo afirmativa: puede ser que  sus mecanismos lógicos adolezcan de alguna
falta de consistencia.
    Y todo lo demás es como siempre: el mecanismo subyace en el cerebro y la
gran maleabilidad de este se adapta a través de las experiencias vividas.
Los resultados son muy variables. Pero sospecho que un fallo en los
mecanismos lógicos facilitan la credulidad.

-----Original Message-----
De: Francisco Mercader Rubio <fmercader en retemail.es>
Para: Escepticos en Ccdis. Dis. Ulpgc. Es <escepticos en ccdis.dis.ulpgc.es>
Fecha: viernes 13 de agosto de 1999 12:52
Asunto: [escepticos] Naturaleza de la credulidad.


Entre críticas al artículo de ARP  y bromas sobre las ocurrencias de los
crédulos se nos suele olvidar una herramienta indispensable para la causa
escéptica. El análisis de las posibles causas de la credulidad.
De vez en cuando, lo intento con esas reflexiones  sobre la posibilidad de
una especial configuración cerebral de los crédulos, pero mi falta de
preparación técnica me impide defender mis puntos de vista con algo más que
mi intuición. Así que  mis reflexiones son  ridiculizadas una y otra vez por
la facción ortodoxa de esta corrala.

Quede claro que no me  refiero a los magufos (esos ya se califican solos)
sino a los crédulos de buena fe.
Siempre me ha llamado la atención  la desbordada imaginación que revelan
algunas de las convicciones que experimenta la humanidad  en sus creencias.
Puedo comprender, por ejemplo, que las dificultades sufridas en vida y,
sobre todo, el miedo a la muerte generen  esperanza en cierta vida futura
que compense los avatares sufridos en ésta y que esa esperanza termine
convirtiéndose en una convicción.  Confundir deseos con realidad es un
fenómeno al que poca gente -escépticos incluídos- solemos escapar en algún
momento de nuestra vida. Pero se me hace cuesta arriba entender cómo,  a
partir de esa idea simple, se genere la complicada elucubración de la
reencarnación una y otra vez en vidas sucesivas de las que cada una no
guarda memoria de la anterior. Y no sólo eso, sino que en cada una de las
vidas se elabora una parte de un proceso general  que termina en no sé qué
estado final dirigido a la perfección. Y no sólo eso, sino que cada escalón
de ese proceso tiene un nombre determinado y una categoría en el proceso.
Examinar el fenómeno mental por el que, a lo largo de los siglos,  culturas
sucesivas van creyendo en éste u otros procesos similares  es un motivo de
asombro para mí.  ¿De dónde extraen  los crédulos el material para la
formación de estos complicados procesos mentales?  En principio, podría
suponerse que de la tradición comunicada de unos a otros.     Pero.....¿Por
qué lo aceptan sin reservas a pesar de que, sometido a un simple examen, no
soporta el más mínimo análisis lógico?   ¿Por qué cada crédulo da crédito a
lo aprendido sin someterlo a crítica?
¿Puede ser que  sus mecanismos lógicos adolezcan de alguna falta de
consistencia? El otro día hablábais por aquí de Licenciadas en Biología
partidarias del creacionismo. O sea, personas que demuestran suficiente
competencia en casi todos los órdenes de la vida, desde abrocharse la camisa
sin romperse un dedo hasta seguir una conversación correctamente hilada sin
que se les caiga la baba, pero que en determinadas materias suspenden el
juicio crítico.
El otro día compartí el Fin del Mundo, o sea, la contemplación del famoso
eclipse con una simpática familia de crédulos con la que me relaciono muy
cercanamente.  Les facilité sucesivamente el  filtro de mi soldador y, ante
mi silencioso asombro, todos y cada uno de los miembros de la familia se
pusieron a mirar directamente en el cristal sin acordarse de dirigirlo hacia
el sol. Naturalmente, no veían nada  a excepción de su propia imagen
reflejada en el negro cristal.  Diré aquí que en esa familia hay enseñantes
y conferenciantes de diversas materias.  El caso es que tuve que agarrar el
codo de cada uno de ellos y dirigirlo en la dirección adecuada.
Me pregunto si esa aparente desorientación espacial no sería señal de otro
tipo de distorsión.   No me parece que la secuencia causa-efecto que nos es
tan familiar a algunos les parezca tan evidente a otros.  Por eso he
insistido otras veces en la posibilidad  de que la lógica residente (esto es
una licencia literaria; no seáis tiquis miquis) discurra por cauces
distintos  en unos u otros cerebros. Que la disposición neuronal facilite
los procesos lógicos en algunos y que, en otros, simplemente los impida y
sustituya por procesos  desternillantes.
Saludos.