[Date Prev][Date Next][Thread Prev][Thread Next][Date Index][Thread Index]

RE: [escepticos] Exprimiendo la coincidencia



Una muestra de magufería piramidológica trascendentaloide numeropática es el
siguiente texto de Charles Berlitz, en su obra "Misterios de los mundos
olvidados":
"(Hablando de la pirámide de Gizeh) Las mediciones de la pirámide dan
aparentemente el "moderno" valor de pi como igual a 3,1416; una figura
obtenida dividiendo la distancia total de sus lados por el doble de su
altura (un método normal de calcular la relación existente entre la
circunferencia y su radio). Pues bien, los grandes matemáticos griegos,
incluyendo a Arquímedes, sólo se aproximaron en cuanto al valor de pi, a
3,12428; y esto miles de años después de que fuese construida la gran
pirámide. La pulgada piramidal se supone que fue basada en la forma actual
de la Tierra, ya que cincuenta de estas pulgadas hacen una longitud de casi
exactamente una diezmillonésima parte del eje polar.
Con la revolución científica que siguió a la revolución francesa, los
científicos franceses adoptaron el metro como unidad de longitud, sin
ninguna relación con el codo piramidal, considerando que representaba la
diezmillonésima parte del meridiano. En efecto, así es; pero existe un error
de cinco milésimas, ya que los contornos de la Tierra no son uniformes y
cada meridiano tiene su propia longitud. Por lo tanto, una unidad más
perfecta estaría basada no en el meridiano, sino en la longitud fija del
radio polar o eje. Todo lo cual nos conduce a que el sistema utilizado por
los antiguos egipcios era más lógico que el que disponemos en la actualidad.
Con el establecimiento de la pulgada piramidal se puso de manifiesto que
toda una serie de coincidencias tenían una base justificada. Así, la suma de
los lados de la base de la pirámide indica el número de días del año, 0
365,240 pulgadas piramidales si sólo tenemos en cuenta la longitud.
La altura de la pirámide multiplicada por diez millones nos da
aproximadamente la distancia existente entre el sol y la Tierra.
Una pulgada piramidal multiplicada por 100.000.000 nos da casi (pero no
exactamente) la distancia recorrida por la Tierra en su órbita alrededor del
sol. Sin embargo, esta ligera diferencia tiene su explicación si
consideramos el ensanchamiento de la órbita solar en 5.000 ó 6.000 años.
Si duplicamos la longitud de los cuatro lados de la pirámide obtenemos casi
exactamente el equivalente a un minuto de un grado en el ecuador. Medida en
metros, la pirámide tiene un perímetro de 1.8492,92.
La gran pirámide ha sido tan perfectamente construida y medida que si
cogemos un radio igual a su altura y con él trazamos un círculo, la
superficie del círculo dibujado es igual al cuadrado de la superficie de la
base.
Cada día, el eje polar de la tierra se inclina hacia un punto distinto en el
espacio no consiguiendo alcanzar su posición original más que una sola vez
en 25.827 años. Pues bien, este mismo número se representa casi exactamente
en las mediciones de la gran pirámide si sumamos la líneas diagonales de su
base: 25.826,6.
El peso de la gran pirámide es superior a los 60 millones de toneladas. Si
multiplicamos esta cantidad por cien mil billones, obtenemos la masa
aproximada de la tierra.
Una extraña indicación sobre la edad de la gran pirámide existe en su
orientación hacia la estrella polar, claramente visible a través de los
millones de toneladas de bloques perfectamente ajustados gracias a un túnel
que va desde la cámara mortuoria del faraón a un orificio situado en la
parte superior de la pirámide. Existen pruebas que demuestran que en la
época en que la estrella polar era visible desde la pirámide, aquella se
encontraba en la constelación del Dragón, llegando a formar parte desde
entonces de la Osa Mayor.
Esto nos conduce a la verdadera utilización que se hacía de la gran
pirámide, es decir como tumba, como marcador, como depósito de conocimientos
y mediciones y como observatorio astronómico. Aparte de otros usos, muchos
de los cuales aún desconocemos, está el de haber servido de gigantesco
calndario y reloj de estaciones del año. La forma ligeramente cóncava de las
piedras recubiertas de blanca piedra caliza, que fueron extraídas para
construcciones en El Cairo, tenía una finalidad verdaderamente singular para
los antiguos egipcios: les indicaba la llegada del equinoccio de primavera,
el paso de los años e incluso de las horas del día." (fin de la cita).

Ahora bien, ¿cómo diablos pudieron conocer los antiguos egipcios la
distancia al sol, la masa de la tierra, la longitud de su órbita alrededor
del sol, la precesión de los equinoccios, etc., etc.? Ah, amigo, Berlitz lo
explica fácilmente: la civilización egipcia recibió una "infusión" inicial
de las técnicas de una civilización desconocida (cómo no), un impulso que a
través de los siglos se debilitó hasta desaparecer, y, con él, la
civilización egipcia. ¿Era o no era fácil? Eso es ciencia infusa y lo demás
son tonterías. Por cierto, que, sin decirlo, Berlitz se refiere a la
Atlántida, como no podía ser menos.

Hala, que me voy a tomar una tilita pa´sosegarme.

Saludos,

         José Alonso