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Re: [escepticos] **Panmajaderia



"José M. Bello Diéguez" ha escrito:

> PS: En Suiza y en Cuba celebrarán oficialmente el fin del
> milenio dentro de un año: el 31 de diciembre del 2.000
>
> PS(2): Dale saludos a Capone. ¿Mucho frío en Chicago a estas
> alturas?

    Lo extraordinario es que J. M. Bello Diéguez diga eso luego
de haberme insultado a mi como imbécil.
    ¿Qué calificativos merecen esos dos tópicos: Cuba el
país científico y EEUU el país de la mafia?
    Cuba es el único país del mundo donde me ofrecieron libremente
droga en la calle, y a cada rato.
    Es el único país del mundo donde vi que niñas-prostitutas se van
ofreciendo abiertamente entre los bañistas.
    Es el único país del mundo donde vi que los remedios científicos
son únicamente para los turistas y la gente del pueblo debe recurrir
a brujos, homeopatía, acupuntura y yuyos.
    Nada de eso me pasó en EE.UU., y estuve en lugares claves como
las playas de Miami, Santa Mónica o en la Big Apple.
(Aclaro, las prostitutas pueden ir a la playa, los otros cubanos no,
pero, no sé porqué, a las prostitutas no les permiten bañarse en
el mar ni usar traje de baño y andan con el maquillaje chorreado
por el sudor)
    Me resulta magnífico que Bello Diéguez se vaya a festejar el fin
del milenio dentro de un año a Cuba. Que reserve ya el pasaje, se va
a divertir mucho con el espectáculo de las prostitutas mas baratas del
Caribe, pero que trate de no mirar al costado. Se le va a atragantar
el ron y el habano. Pero a esta altura creo que a Bello Diéguez
ya no le interesa la vida, la libertad, la comida, la salud ni la
educación
del pueblo cubano. Él es de los que protesta porque no devuelven ya
a Cuba al niñito cubano. Pero no le importa que ese niño haya visto
morirse ahogada a su madre porque Fidel no permite que la gente
pueda irse de Cuba en un barco o un avión normal, y tiene que
hacerse balsas precarias para escapar del infierno.
    Apenas subió el gobierno de Fidel prohibió el carnaval que antes
se hacía en la magnífica alameda. Como dice el diario Gramma, hay
que sacrificarse por el futuro de los niños. Pero resulta que los que
hoy deben continuar su sacrificio ya son abuelos y nunca pudieron
disfrutar de la vida porque eran niños cuando subió Fidel.
    Mi hija de once años tiene mejor criterio que J. M. Bello Diéguez.
Ella se escribe con otros niños por internet. Una de sus amigas está
por ir a Cuba de vacaciones y mi hija le dijo que a ella no le gustó
estar de turista en un lugar que es muy lindo, pero donde la
gente sufre mucho por la miseria en la que vive. Es algo que yo
siempre he pensado, pero no recuerdo haberle enseñado ese
criterio ético vacacional.
    Me asombra que Bello Diéguez esté con ánimo de insultar
cuando todos festejan. Creo que eso se debe a su ideología
idealista. Sus postulados estalinistas se deben imponer sobre
la realidad aunque por el camino queden millones de muertos.
    Hay que desconfiar de los austeros, de los amargados, de
los tristes, de los autoritarios porque ellos siempre tratan de
imponer a los demás su austeridad, su amargura, su tristeza
y su autoridad.
    En cambio el revolucionario es optimista. El futuro le
pertenece. Pronto los pobres harán la revolución en Cuba
y va a volver la alegría de vivir a ese país.
                            Héctor W. Navarro