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Re: [escepticos] RE: Tiros por la espalda



Jose Alonso wrote:

> Primero un par de precisiones; para mí la tolerancia tiene un límite muy
> claro: el respeto por las reglas de juego de la convivencia democrática.
> Quienes las transgredan deben encontrarse con una respuesta firme y
> contundente, tanto más si el atentado se dirige a las mismas bases
> convivenciales. De lo contrario un valor como la tolerancia se convertiría
> en la coartada de los intolerantes para que se les permita hacer las mayores
> barrabasadas; esto es, se convertiría en un valor sólo para estúpidos.

Hasta aquí, plenamente de acuerdo. Con una salvedad: el juego democrático pleno
(me refiero a la total igualdad de derechos en donde una persona=un voto) sólo
se da en la esfera política, pública. Las demás esferas (o sistemas, o
subsistemas, o como guste a cada quién) se rigen por sus propias normas, que
lógicamente se fundamentan en la anterior condición. Por ponerte un ejemplo de
lo que me refiero: si invito a cenar a mi casa a unos amigos, y surge como tema
de discusión el color que debemos poner en las paredes de la sala, se diga lo
que se diga en esa mesa la decisión final será responsabilidad de quien los
habitantes de mi casa (no los amigos) hayan decidido que es el responsable. O,
si lo prefieres, las inversiones que realice una empresa de electricidad van a
depender del órgano que señalen las normas internas de dicha empresa, no de un
referendum en el que todos los usuarios votan. Ambos son ámbitos privados, no
públicos universales.

> Por otro lado, creo también que una carta privada debe seguir siéndolo salvo
> que proponga la comisión de un delito, y la firmante del texto transcrito no
> pensaba cometer un delito, sino un error, como intentaré aclarar más
> adelante.

Ni delito, ni error: la firmante del escrito envió dicho escrito porque le
salió de las narices a quien le salió de las narices, en pleno ejercicio de sus
derechos individuales. Como puede hacer cualquier persona. El principal error
que cometió fue el exceso de manga ancha al otorgar la suposición de
honorabilidad a algunos de sus receptores.

> Ahora bien, dicho lo anterior, hay ciertas cosas que me molestan bastante de
> este incidente:
>
> Primero: la corrala cuenta con apenas unos doscientos miembros, así que
> resulta extremadamente sencillo conocer su opinión sobre cualquier tema. Me
> preocupa que sin conocer esa opinión se dirija una propuesta sólo a 34
> miembros de la lista para que actúen y nos salven la vida a los demás.

¿Y a santo de qué te molesta? Los derechos de reunión y asociación están tan
recogidos en la constitución como cualquier otro. ¿Qué le impide a nadie hablar
de lo que quiera con quien/es quiera? (con la matización del delito que haces,
que acepto de buen grado). Por otra parte, algún correo privado sobre asuntos
de la lista ya se coló por error en la corrala en alguna ocasión, y nadie se
llamó a escándalo. Lógicamente, según mi forma de ver las cosas.

El a quién se dirige una carta es un privilegio del que la firma. Esta misma
respuesta que escribo podría haber ido a tu correo privado, o a tu correo y al
de cinco colisteros que considere interesante  que conozcan el texto. No es mi
forma de actuar, pero sí puede ser la de otros, y es tan legítima como
cualquier otra.

Por lo demás, no he visto en ningún lugar que nadie pretendiese "salvar la vida
a los demás". Más bien puede tratarse de salvar la de uno mismo, pero bueno,
eso ya no es cosa mía.


> Desconozco los criterios manejados para la elección de esos 34 colisteros o
> si la intención era hacer extensiva la propuesta a la totalidad de la lista,
> pero por lo sabido hasta ahora la forma de actuar parece una conspiración en
> toda regla, con toda la carga antidemocrática que ello supone.

¿Conspiración? ¿Contra qué poder legítimamente establecido? Si te refieres a la
acepción de carácter particular, ahí no hay juego democrático alguno contra el
que pueda cargarse. Es más, la unión de personas en grupos para la defensa y
consecución de sus fines comunes forma parte intrínseca del juego democrático,
frente a lo que pareces querer s que hacer ver.


> Segundo: si Héctor es o no una persona non grata para esta corrala está aún
> por ver. Está clarísimo que lo es para muchos de los que escriben, hasta ha
> sido la causa directa de la marcha de varios colisteros, pero, insisto, cada
> uno de nosotros tiene completa libertad para no seguir leyendo sus mensajes,
> para continuar con líneas de conversación paralelas a las suyas despreciando
> el cruce de mensajes, etc. En otras palabras, la presencia de Héctor no

O para tomar las medidas que considere oportunas, responsabilizándose de ellas.
¿Por qué ese empeño de limitar la posibilidad de actuación de los demás? ¿Es
que las normas de convivencia sólo rigen para un lado? Ley del Embudo, se le
suele llamar a eso.

> Tercero: como ya dije en una ocasión anterior, mientras no se atente
> directamente contra lo que da sentido a la lista (a saber: el cruce de
> ideas, conocimientos, datos... desde una perspectiva escéptica), no acepto
> tan siquiera que una mayoría decida excluir a uno de sus miembros, porque en
> ese caso a quien se castiga de verdad es a la minoría que sí desearía
> seguirlo leyendo.

No es cuestión de mayorías. Y esa minoría puede crear cualquier lista de correo
en menos de cinco minutos. No saquemos las cosas de quicio, que si algo sobra
en internet es la posibilidad de leer/ver/escuchar majaderías. Lo que es escaso
es encontrar un lugar en el que se pueda aprender, como *era* éste. Me parece
muy bien que haya quien intente que lo pueda volver a ser.


> Y cuarto: el método de castigo propuesto me parece más un error que otra
> cosa. ¿Qué impediría a Héctor cuando vea la avalancha de mensajes no volver
> a abrir esa cuenta, contratar otra (que ahora está muy fácil) y volverse a
> suscribir a la lista? Lo único que se habría conseguido es saturar aún más
> al servidor de correo.

Este es otro asunto, desde luego, en el que no voy a entrar.  Me parece
razonable lo que dices.


> En resumen, no puedo negar que ante lo leído tengo sentimientos
> contradictorios. No me resulta agradable que Merca haya roto la
> confidencialidad de un mensaje privado, pero al hacerlo ha revelado una
> trama que me disgusta aún mucho más. Comparto la indignación de Merca, más
> aún cuando se aprecia en la intencionalidad del mensaje el deseo de que el
> "problema Héctor" lo resuelva una pequeña élite, al margen del conocimiento
> y la voluntad de los restantes miembros de la lista, y no puedo evitar
> cierto regusto amargo por ello. Ante eso, ahí va mi propuesta: la democracia
> sólo se fortalece con más democracia, y los métodos antidemocráticos se
> superan con más democracia aún. Propongo que la corrala entera, incluso la
> mayoría silente, se pronuncie sobre el papel que juega Héctor en esta lista
> y también por el grado de reproche que merece el método propuesto en el
> mensaje revelado por Merca. Es decir, propongo una consulta universal, por
> el sistema que se estime más conveniente, sobre estos dos temas:

Pues me perdonarás que no entre a ese juego, porque es un juego falso. Esta
corrala no ha sido autoconvocada, y tiene sus normas y tiene quién las debe
interpretar. Quien quiera crear otra corrala pública, universal, donde cada
persona=un voto (o cada dirección, o cada...) es muy libre de hacerlo. Pero
esta corrala es una casa. Una casa con puertas muy abiertas, en la que se
permite entrar y permanecer incluso a personas que sólo vienen a cagar (sic) en
el plato. Pero es una casa, y como tal es legítimo que se defienda.

> Creo que la cosa ha llegado a un extremo tal que a todos nos está haciendo
> falta conocer la respuesta a estas dos preguntas, con ellas se nos
> aclararían muchas dudas y podríamos seguir hablando, que aún hay mucho que
> decir a este respecto.

Pues ¿qué quieres que te diga? Mi opinión está muy formada hace tiempo,  creo
que muchas otras opiniones también, y me temo que lo que se podría decir
resultaría irrelevante. Lo que sí aseguro es que tu propuesta va a generar una
buena cantidad de ruido.

Un saludo, y feliz año del Fin del Milenio,

JM