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[escepticos] RE:mis fines



> [José Alonso]
> Bien cierto es. Supongo que a todos nos aterroriza la muerte en mayor o
> menor medida, pero habrá quien tenga remedio para mitigar su terror y
habrá
> quien no lo encuentra por mucho que busque. Reconozco que me identifico
más
> con el segundo grupo (bueno, no podría calificarlo propiamente de terror,
> pero casi ;o)) Entre los remedios mitigantes se encuentra sin duda la fe,
y
> no ya por la certeza de la muerte propia, sino por el dolor que nos causa
>la
> de nuestros allegados. Una vez conocí a un ateo (creía que convencido) que
> se hizo Testigo de Jehová después de perder a su hija de dos años en un
> accidente doméstico, me contó que era porque no resistía la idea de no
> volver a ver a su niña, por lo menos así mantenía la esperanza de
> encontrarla en el futuro, que la separación no era definitiva, algo que,
>sin
> duda, le aliviaba su dolor presente.


[Arturo Bosque]
    Si uno está convencido que con la muerte termina la conciencia del yo
¿dónde cabe el terror? Aunque uno sea muy vitalista, esté disfrutando de la
vida y tenga un montón de proyectos, la pérdida de la conciencia del yo
convierte todo en un 0 absoluto y por tanto, no cabe la tristeza, ni el
miedo y mucho menos el terror. Por lo tanto la muerte propia, para un ateo,
es una siesta eterna, una siesta en la que ni siquiera se sueña. :-) Se
puede esparar la muerte propia con toda serenidad.
    Otra cosa es la muerte de los seres queridos. Ahí sí que los ateos
estamos en inferioridad de condiciones que los creyentes en una vida futura.
No nos cabe ninguna esperanza de reencuentro. Pero la realidad es como es y
aceptarla tal cual es un signo de inteligencia emocional. Uno puede
conformarse con que el recuerdo de los ratos gratos le acompañan mientras su
cerebro esté en buenas condiciones. El creyente tiene la ventaja de su
convencimiento en que volverá a reencontrar a quien ha querido en la vida.
La cruda realidad no será así, pero él ni siquiera se enterará del timo de
la vida futura por aquello del 0 absoluto.