[Date Prev][Date Next][Thread Prev][Thread Next][Date Index][Thread Index]

Re: [escepticos] Síndrome de Lerma



"Miguel A. Lerma" ha escrito:

>  > Me ha sorprendido ver que algunos se disgustan cuando
>  > se les señala un error, con un desviado amor propio.
> Esa es la actitud que yo siempre vi como "natural"
> mientras vivia en Espa~na (toda mi vida menos los
> ultimos 7 a~nos), pero despues de un tiempo fuera
> he empezado a ver las cosas de otra manera. Nunca
> olvidare el "shock" que me produjo la reaccion de
> un compa~nero de estudios en la Universidad de Texas
> en Austin (donde curse mis estudios de doctorado
> en Matematicas) un dia en que le se~nale un error.
> Lejos de enfadarse conmigo me dijo en tono sincero:
> "thank you" (gracias). !Me dio las gracias! !Vaya
> shock!
> En Espa~na se~nalar un error a otro es un poco
> como decirle: "esto no deberias haberlo hecho
> asi, sino asao". Y con el orgullo hidalgo que
> se gasta por aquellas latitudes, !vete a decirle
> a otro lo que debe o no debe hacer!
> Miguel A. Lerma

(Héctor) Has descripto el síndrome de una enfermedad
social del que adolece la cultura latina y que merece llevar
tu nombre por haberlo caracterizado, tal como se hace
habitualmente con las enfermedades físicas.
Fíjate que tenemos hasta expresiones:
"enmendar la plana"
Esas palabras están cargadas de agresividad de
ambas partes. Por quien enmienda y por quien ha
sido enmendado.
En Argentina han cundido los talleres literarios.
Una actitud que permanentemente debe ser
combatida en los mismos es el prurito de
"gran autor" que no acepta observación alguna.
La actitud inicial de los que se incorporan a esos
talleres es la de una beatífica espera de alabanzas.
Cuando se le señala algún error, aún el más
evidente, reaccionan con argumentos tales como
"yo soy el autor del poema, es como un hijo mío,
nadie tiene derecho a cuestionarme nada, así
como nadie acepta que se critique la belleza
de sus hijos"
Algunos nunca se adaptan y abandonan ofendidos
el grupo.
Sin embargo entre los que persisten se establecen
alianzas como en esta lista. Pareciera haber
lealtades y traiciones. Como en esta lista.
Se defienden mamotretos si lo hizo un "aliado"
o se critica lo que hizo un "rival", aunque tenga
el vuelo de un Lorca.
Este síndrome que ha descripto Lerma tiene, como
se ve, otra cara. La de los "profesores" que creen
que su función es reprimir y calificar, demostrando la
propia superioridad, sin transmitir los conocimientos
porque los alumnos son potenciales rivales.
Esa misma actitud la he notado también en esta lista.
Si alguien dice, por ejemplo, algo erróneo o
perfectible se lo critica pero sin dar la solución
o la mejor versión del caso.
Como si: ¡Arréglatelas como puedas!
Son las dos caras de la moneda.
El que se ofende porque lo enmiendan y el
que ofende enmendando.
Creo que eso ha sido nefasto durante siglos para
la humanidad. La modernidad superó la edad de
los conocimientos crípticos, revelados a unos pocos,
como si de una gnosis se tratara.
E internet se ha transformado en un difusor de
conocimientos como nunca tuvo antes la humanidad.
Los que están agazapados en esta lista esperando
que alguien se equivoque para humillarlo me parece
que adolecen de una actitud para nada escéptica.
Por el contrario adolecen de la actitud de los que
se consideran dueños del dogma y que esperan
caer con furia sobre los heréticos.
En el futuro creo que podremos diagnosticar
rápidamente a los que sufren de esta enfermedad
social. Al que se enoja porque le corrigen algo o
al que señala faltas menores (como de ortografía)
o se instala sobre una columna para pontificar, le
podremos diagnosticar válidamente que sufre del
"síndrome de Lerma".
    No es extraño que haya sido un uruguayo, Rodó,
el autor de conceptos tan humanísticos como los
que se expresan en La Despedida de Gorgias.
Creo que no es casual que Uruguay haya sido
siempre el país latinoamericano con mayores
índices de alfabetización, con una arraigada
cultura laica y que gozaba de democracia en
muchas ocasiones en las que el resto de
América Latina estaba plagada de dictadores.
                                        Héctor