Hola:
Acabo de ver esto en EL PAÍS de hoy, que viene a cuento de una
consulta que os planteba al respecto hace unas semanas... Pues eso.
Saludos,
JavierB
Pues sí. Y, si no recuerdo mal, este asunto fue tratado hace unos meses.
Por supuesto, el antiecologismo acrítico que domina la corrala decidió que
era una leyenda urbana inventada por esos fascistas ecólatras...
Ahora resulta que era verdad. Pues nos quedan tres cosas por hacer:
(1) Perdón de los pecados
(2) Propósito de la enmienda
(3) Espabilar un poco para la próxima, intentando evitar que los prejuicios
nos impidan ver la verdad. Es decir, practicar un poquito ese escepticismo
crítico que tanto nos gusta nombrar.