Amigo Rossend:
Gracias por compartir tus experiencias religiosas y
arreligiosas con los colisteros.
Ahora que lo cuentas, hay que ver el morbo que
tenían los curas y las monjas, ¿verdad?
>Incluso
aprendí a rebuscar en mi comportamiento infantil para localizar algún acto que
pudiera calificarse de pecado <
Sí. Esto era el "examen de conciencia". Nadie
estaba libre de pecado, ni los niños, pobres angelitos. Despertar desde época
tan temprana el sentimiento de culpa es un método muy efectivo para conservar el
poder y mantener la sumisión de la gente. Ahora que, tras años de lucha por las
libertades y por el derecho a la educación, han perdido gran parte de su poder
político, pretenden erigirse en adalides de los valores morales, del respeto por
la vida, la tolerancia, etecé, etecé. Menudos hipócritas, sepulcros blanqueados,
raza de víboras...
>...mi abuela. Era una persona bondadosa y de carácter dulce. Una
persona entregada a los demás y que nunca había tenido un choque con nadie, una
persona absolutamente carente de vanidad y de ira. Reparé en que ella no
asistía jamás a misa ni entonaba ni una oración <
¡Ole tu abuela, mi niño! Espero que aprecies el
privilegio de haber convivido con una persona así y que honres su
memoria.
>...un cura que daba clases en la escuela, que sostenía que los enfermos
del Cottolengo del Padre Alegre estaban en su triste situación como consecuencia
directa de haberse excedido en la práctica onanista <
Elemental, mi querido Rossend. El truco es el
siguiente: se coge un impulso natural, que esté presente en todo hijo de vecino
que goce de buena salud, y se demoniza. Resultado: *Todos* somos pecadores, pero
vamos, de nacimiento. Es más, somos hijos del pecado. Y qué impulso es más
representativo y da más gustito? El sexual.
¿No es genial? Pues esto se empezó a implantar ya
desde los tiempos de Pablo de Tarso, que era un reprimido de mucho
cuidado.
>...tomar la razón y la lógica [...] como el único patrimonio realmente
valioso del ser humano para entender algo de su existencia <
Totalmente de acuerdo. Pero es tan cómodo creer lo
que todo el mundo, y tan trabajoso pensar por uno mismo, analizar, asumir
la responsabilidad de tus actos y pensamientos, ir contra corriente...
Mira lo que dice Ennio Flaiano:
"La estupidez posee su fascinación, es *relajante*,
como suele decirse. En efecto, a menudo nos damos cuenta de que las personas y
los libros más tontos son los que más nos tientan a conocerlos íntimamente.
Conclusión: la estupidez es el estado perfecto, originario, del hombre, al cual
cualquier pretexto que le permita volver a acercarse a ese estado le parece
bueno. La inteligencia no es sino una superposición, un depósito posterior.
Hacia ese primer estrato, hacia ese primer fondo intacto del espíritu, tendemos
naturalmente con todas nuestras fuerzas, en los momentos libres." (Opere,
p. 877)
Cordiales saludos:
Juana
Off topic: la plaga que se come la madera de las
casas es la carcoma.
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