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Re: [escepticos] Hercolubus



  Hola:

El Lun 13 May 2002 18:46, Goyo tecleó:
> Pues eso. En cuanto tenga un rato me acercaré al observatorio más
> cercano y, con toda discreción, para no despertar sospechas,
> recopilaré todos los que pueda de esos secretísimos datos. Mientras
> tanto, si algún colistero posee información acerca de el susodicho
> planeta y tiene el valor de saltarse la prohibición podría
> ilustrarnos un poco.

  Te rescato parte de un texto que escribí sobre las profecías del 
fin del mundo a sabiendas del eclipse de sol del 99.

  He visto diferentes diagramas sobre el Hercóbulus. Algunos afirman 
que orbita a la estrella de Barnard (la estrella con mayor movimiento 
aparente en el cielo y una de las más cercanas al Sistema Solar), 
otros a Vega y otros dicen que a Alcione, del cúmulo de las Pléyades 
(aunque se encuentren tan lejos). Pero el término 'orbitar' está 
usado aquí de forma especial, porque tirando las Leyes de Newton por 
la ventana, este planeta orbita *a la vez* entorno a una de estas 
estrellas y al Sol: se da un 'voltio' por el Sistema Solar, vuelve a 
Vega|Alcione|Barnard y así sucesivamente.

--
http://www.infoastro.com/199908/08eclipse-nostradamus.html

6. ¿Y qué tal un planeta varias veces más grande que Júpiter?

  Hay otras predicciones que prefieren una colisión interplanetaria. 
Es el llamado Hercóbulus, o también Ajenjo. ¿Puede algún planeta 
llegar hasta la órbita de la Tierra sin despertar la alarma 
astronómica? Es poco probable. Hacia el siglo XVIII se descubrió el 
planeta Neptuno usando las leyes de Newton de la gravitación 
universal. Los astrónomos de aquella época calcularon la masa y 
posición que debía poseer el teórico planeta que perturbaba la 
trayectoria de Urano. Fue "llegar y besar el santo", como suele 
decirse: los astrónomos detectaron a Neptuno justo donde se había 
previsto. Con Plutón el problema fue mucho más grande, porque es un 
planeta (o asteroide, aún no está del todo claro) muy pequeño, más 
pequeño incluso que la Luna. 

  El Hercóbulus se dice que es un planeta seis veces más grande que 
Júpiter. Esto no aclara si habla de volumen o diámetro. Si fuese en 
diámetro, sería de tamaño comparable al Sol, así que de planeta 
tendría bien poco (y desde luego, un objeto de ese diámetro no puede 
ser otra cosa que una estrella). Por otro lado, un planeta 6 veces 
más voluminoso que Júpiter, tendría casi dos veces y media su 
diámetro. Cualquier planeta de esta envergadura debería ser muy 
masivo y su presencia 'gravitatoria' (al igual que la de Neptuno) 
sería patente a muchas unidades astronómicas. Aunque Júpiter es un 
planeta "frío" en su superficie, alejado del Sol, en realidad emite 
luz propia debido a que se contrae muy lentamente, pero lo suficiente 
como para generar energía en forma de luz infrarroja. De hecho, en 
esta luz infrarroja, Júpiter emite más cantidad de la que recibe del 
Sol. Por tanto, un planeta de estas características, más masivo que 
Júpiter y por tanto con mayor emisión en el infrarrojo, debería 
haberse podido detectar con los satélites en el espacio, pero esto 
tampoco ha ocurrido. 

  Pero, siendo también muy rebuscados, ¿podría ser el planeta muy 
oscuro y rocoso, en lugar de gaseoso? La existencia de este tipo de 
planetas de gran diámetro pero de tipo terrestre no ha sido probada. 
Se supone que los grandes planetas sólo son gaseosos. Sin embargo, y 
pasando al terreno de la ciencia ficción, podríamos imaginarnos a un 
planeta de tal calibre que no se contrajera y no emitiera en el 
infrarrojo por sí solo. ¿Podría pasar desapercibido? Por muy negro 
que fuese, con el tamaño que posee sería muy muy brillante. La 
superficie lunar es más negra que el asfalto y aún así refleja tal 
cantidad de luz solar que a esta distancia podemos leer en noches de 
luna llena. Por ahora sólo conocemos a una clase de objetos celestes 
lo suficientemente oscuros como para encajar con esas descripciones: 
los agujeros negros. Pero los agujeros negros por lo general son 
incluso más masivos que el Sol, así que hubiésemos detectado su 
presencia hace algunos cientos de años. 

  Todos los objetos celestes obedecen a las leyes de la gravitación 
universal de Isaac Newton o a su complementación de la Relatividad 
General de Einstein. Los planetas, o cualquier otro objeto, no 
aparecen de la nada, y tampoco viajan a velocidades cercanas a la de 
la luz. No es posible que un hipotético planeta que estuviera situado 
hace 6.000 años en la cercana estrella Vega, mañana aparezca junto a 
la Tierra por arte de magia. Nos separan de Vega unos 26 años luz, lo 
que quiere decir que la luz tarda nada menos que 26 años en llegar 
desde esa estrella al Sistema Solar. A una velocidad de crucero de 
unos ¡1000 km/s! (y no imagino cómo acelerar todo un planeta a esa 
velocidad, ya que la Tierra se mueve a 30 km/s alrededor del Sol), un 
planeta tardaría en llegar a nuestro planeta cerca de 7800 años y se 
alejaría del Sistema Solar a la misma velocidad (pero no volvería 
jamás a Vega, de hecho, sería extremadamente difícil que fuese 
capturado por ninguna estrella). El problema de planetas que orbitan 
a la vez al Sistema Solar y a otros sistemas solares (se habla 
incluso de las Pléyades, situadas a 1.500 años luz) es el siguiente: 
si lanzamos una pelota de fútbol, luego de tratar de meter un gol 
jamás retorna cual boomerang. 

  Y no es que lo digan los expertos. Todos estos cálculos se hacen 
con lápiz y papel e incluso cualquier persona puede usar un programa 
simulador de órbitas para ver qué es lo que ocurre. Desde luego, las 
cosas grandes se ven "a varias leguas" y observando a simple vista no 
se observa nada (ni con prismáticos ni con telescopios). 

--

  Saludetes,

-- 
Víctor R. Ruiz           | - Todos estos momentos se perderán, como
http://rvr.infoastro.com |   lágrimas en la lluvia.