Cada lista de correo tiene sus temas, miembros con unos intereses más o menos
comunes y unas normas. Para formar parte de ella, como en cualquier otro
colectivo, debes aceptar esas normas.
Y a la hora de gastar una broma o enviar un texto irónico, hay que tener
cuidado para que nadie lo malinterprete. En primer lugar, no me consta que
tengas confianza con ningún miembro de la lista. En segundo lugar, quien lee
tus mensajes no escucha tu tono de voz ni ve tu cara. Es muy fácil que una
ironía se malinterprete. Por eso es necesario que quede bien claro cuándo un
mensaje es irónico.