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[escepticos] * Fw: Ciencia Guarra
Hola :-)
Más datos en
http://www.sciencemuseum.org.uk/exhibitions/grossology/exhibition.asp
Saludos
> CACA, PEDO, CULO, PIS
>
> Una políticamente incorrectísima exposición en el Museo de la Ciencia
> de Londres analiza el lado más indecoroso y grosero de la naturaleza
> humana
>
> Nada más entrar, y para que no haya lugar a equívocos, un gigantesco
> moco (con perdón) da la bienvenida a los visitantes. A lo lejos, se
> observa lo parece una repulsiva réplica a tamaño gigante de un
> fragmento de piel humana, con granos enormes, verrugas descomunales y
> espinillas inmensas. De fondo, se escucha una febril sinfonía de
> ventosidades y eructos (perdón nuevamente). Y, por si no fuera
> suficiente, un asqueroso tufillo a sobaco comienza a dejarse sentir
en
> el ambiente. «¡Qué asco!», repiten incesantemente los adultos. «Qué
> divertido», corean sin descanso los chavales.
>
> El Museo de la Ciencia de Londres acoge estos días en sus muy
> respetables salas toda una exhibición de desfachatez, impertinencia y
> grosería. Porque, en nombre del conocimiento y de la divulgación, un
> total de 800 metros cuadrados de esta venerable institución están en
> estos momentos consagrados a analizar, con todo lujo de detalles, el
> lado más políticamente incorrecto y repulsivo de la naturaleza
humana.
> A saber: vomitonas, flatulencias, estornudos, regüeldos, secreciones,
> olores corporales y demás.
>
> «Glup», suelta sobrecogido un abuelete mientras observa un moco
> gigante y se entera de que, al día, una persona suele tragar cerca de
> un litro de ese flujo tan poco apetecible. Su nieto, mientras tanto,
> se entretiene contemplando un armatoste que reproduce con gran
> realismo lo que suele sucederle a una persona cuando ingiere bebidas
> gaseosas. «¡Aaaaah!», eructa estruendosamente el aparato. Y, no muy
> lejos, unas niñas aparentemente cándidas, con trenzas y uniforme
> escolar, se dedican a producir espantosas ventosidades con la ayuda
de
> una siniestra máquina pedorreta, para escándalo de sus abnegadas
> madres.
>
> «Cuando se expulsa gas, la piel de alrededor del ano vibra,
> provocando que vibre el aire. La vibración aérea llega al oído y hace
> que vibre la membrana auditiva. ésta manda un mensaje a tu cerebro, y
> entonces oyes el pedo», lee una de las crías en voz alta. «Y escuchad
> esto», anuncia excitada: «Tirarse un pedo puede resultar embarazoso,
> sobre todo si ocurre en un momento inadecuado. Pero el gas es signo
de
> un cuerpo sano. La gente que no tiene gases puede que lleve una dieta
> pobre en fibra».
>
> Sin embargo, lo más asqueroso aún está por llegar.
>
> Se encuentra en una sección consagrada a los olores corporales, bajo
> el explícito encabezamiento: «Apestas». Allí, es posible apreciar
toda
> una variada gama de pestilencias típicamente
> humanas: el olor a aliento, la fragancia a sobaco, el hedor del ano y
> el aroma a pies. «Dios, es realmente horrible», protesta entre
náuseas
> una insensata a la que se le ha ocurrido meter la nariz en el frasco
> de la esencias de sobaco.
>
> Pero todo tiene una explicación: «En nuestros cuerpos viven una
> criaturas llamadas bacterias a las que les encanta comer sudor.Los
> pies y los sobacos están llenos de glándulas sudoríparas.Al
principio,
> el sudor no tiene un olor desagradable. Pero una vez que las
bacterias
> se lanzan a devorarlo, apesta», se aclara en uno de los paneles de la
> exposición.
>
> «Hay determinadas cuestiones que a unos padres les puede dar
> vergüenza explicar a sus hijos. Aquí las explicamos, y de manera que
> los chavales las puedan entender», afirma Dan Wolfe, coordinador de
> esta exposición. «Esto es ciencia, sólo que disfrazada», asegura
> Sylvia Branzai, autora de Conocimiento Grosero, el libro en el que se
> basa esta exposición. «Si enseñamos a los chavales utilizando su
> propio lenguaje nos van a entender mejor y van realmente a aprender
> algo».
>
> Aquellos que no puedan desplazarse hasta la capital británica pueden
> visitar la página web del Museo de la Ciencia
> que permite a los
> usuarios descubir algunos datos inusuales sobre los fluidos del
> cuerpo humano y realizar un test -anónimo-sobre su nivel de grosería.