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[escepticos] RE Piratería y LPI



<<Me he alargado en este mensaje>>

----- Original Message ----- 
From: "Francisco Colomer" <f.colomer@xxxxxx>

Comprendo el "derecho de copia privada" ocmo backup
(por lo que se justifica que no exista canon en los CDs vírgenes, pues
presupone que quien los compra va a usarlos en copiar y distribuir la música
etc a terceros). Pero no comprendo que uno haga una copia y se la de a sus
amigos... quedándose con el original (u otra copia), y así hasta el
"infinito".

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Pues lo estás comprendiendo mal. El derecho de copia privada no es lo que dice la SGAE que 
es, no se necesita tener el original para que la copia sea legal. Te vuelvo a copiar lo 
mismo que te respondí al principio:

"Un detalle: eso no es ningún delito. Éste no es un problema nuevo. Desde que se inventó 
la
cinta de cassette y todo el mundo se pasaba las copias entre amigos, la legislación se
enfrentó al hecho de "criminalizar" a media España o de legalizar el hecho de pasarse
copias de productos multimedia sin ánimo de lucro, y optó por lo segundo (y tuvieron vista
y no lo limitaron a un soporte). Es lo que se llama derecho a la copia privada, que, por
mucho que le duela a una de las verdaderas mafias de este país, no es lo mismo que la
copia de seguridad. Piratería es la venta con ánimo de lucro de esos productos, no ayudéis
a que nos cuelen la moto y tengan a todo un país engañado (por cierto, lo del canon en los
soportes vírgenes sí que es piratería)."

Asimilemos, que si no no podemos seguir con el debate (tú eras el que decía que desconocer 
la ley no te exime de cumplirla ;P).

El hecho es que la mayoría de la población decide, en cuanto tiene soportes que lo 
permiten, pasar de unos a otros aquellas obras culturales o de divertimento que les han 
parecido dignas de mención. Por mucho que les duela a los artistas y sobre todo a los que 
viven de los artistas, la ley reconoció este hecho hace ya tiempo y legalizó la situación, 
inventando el concepto de copia de seguridad. Todo esto es al margen de si debe ser así 
debido a que la cultura tiene que estar al alcance de todos y blablablá. Ése es otro tema 
relacionado, pero la realidad es que es legal porque la mayoría de la gente lo considera 
lógico y normal y la ley actúa en consecuencia.

En cuanto al "evidente perjuicio" por el hecho de que los productos se distribuyan, yo no 
lo veo nada claro: por un lado, los artistas y sus obras se dan a conocer, que es lo que 
querrán si se consideran artistas. Si ellos se consideran trabajadores y sus productos 
obras de consumo, es su problema, porque la ley del copyright no surgió para eso, sino 
precisamente para incentivar que hubiera algo más de arte y cultura que repartir entre 
todos; ley que ahora se ha vuelto del revés, antes los únicos que podían hacer copias eran 
los editores, los únicos poseedores de máquinas y soporte, y se impedía que se 
aprovecharan de los autores sin darles crédito y les quitaran el ánimo de seguir creando 
sin impedir que su obra se distribuyera.
Por otro lado, el compartir los productos les da una publicidad que antes no tenían. No me 
vale que me digas que el boca a boca funciona igual de bien, porque no es cierto. ¿Cuántos 
grupos de música, cuántas películas y cuántos libros me habrán recomendado, que no me han 
gustado nada? Muchos más de los que sí lo han hecho, hasta que no los ve uno mismo... La 
gente que suele comprar esos productos los comprará después de que se los presten, si les 
gustan lo suficiente. La gente que no suele comprarlos, no los comprará de todas formas, 
así que no hay perjuicio ninguno "por inacción". Aún es más, puede ocurrir que debido a 
esa exposición al producto (exposición que no tendría si tuviera que comprarlo, puesto que 
no es consumidor), cambie su opinión respecto de él y decida que a partir de ese momento 
va a ser consumidor habitual.

Y ahora llegamos al fondo del verdadero problema: la gente los comprará SI LES GUSTAN LO 
SUFICIENTE. Cuando yo no tenía posibilidad de conectarme a internet, gastaba toda mi paga 
(estamos hablando de que yo tendría 12 o 13 años a lo sumo) en comprar libros y cómics. La 
mayoría de cómics no pasaban del primer número por su bajo interés para mí, muchos libros 
me parecían una porquería (al menos estaba ahí la biblioteca para discernir) y me sentía 
estafado, porque la compra no cumplía mis exigencias de calidad y consideraba casi todo mi 
dinero tirado. ¿Dónde estaba mi derecho de reclamación? Si se pretende igualar la obra 
intelectual a una propiedad, entonces al igual que si compro una comida cerrada y resulta 
estar caducada tengo derecho a que me devuelvan el dinero, exijo el derecho a que si una 
obra me parece un timo, me devuelvan el dinero a cambio de devolver el producto. Pero 
obviamente esto es una locura, porque las obras intelectuales NO son propiedades físicas, 
y pueden copiarse y distribuirse sin desaparición de la fuente, y además recordemos que la 
ley NO se hizo para que fueran obras de consumo, sino para potenciar el arte y la cultura.

Lo que yo propongo y lo que yo hago, de hecho, es acceder primero a la obra (ya sea cómic, 
álbum musical, libro o película) y si lo considero de calidad suficiente, adquirirlo. Si 
considero que es un producto chabacano, copia de tantos otros, que no me aporta 
absolutamente nada nuevo, que está hecho rápido para poder hacer el próximo y venderlo lo 
más rápido posible, etc... trataré de borrarlo de mi memoria y obviamente no lo compraré. 
¡Si hasta hay productos tan malos que producen una pérdida de tiempo que en mi opinión 
debería ser recompensada a quien se molesta en intentar consumirlos! Si por el contrario 
la obra me parece buena, la compro siempre que esté a un precio razonable. Por ejemplo, 
los discos no están para nada a un precio razonable y sirven para lucrar a los verdaderos 
piratas; un cd debe costar unos 15 céntimos si se compra al por mayor, por mí se pueden 
pasar por el forro las carátulas (etc) y además lo que se lleva el músico es muy poco; 
además, los intermediarios son completamente innecesarios a día de hoy: si me pusieran las 
canciones en un MP3 de calidad razonable y me vendieran simplemente la información a 
través de internet a un precio lógico, compraría un montón de música, porque pagaría a 
todos aquellos músicos cuya obra me merece la pena. Es importante darse cuenta de que el 
precio tiene que ajustarse en función de la oferta y la demanda, y que eso hará que 
músicos que todo el mundo considera malos no ganen para comer mediante su música: pues se 
siente, pero así es la vida del mercado capitalista y además en este caso me parece justo: 
si a nadie le gusta lo que haces, ¿por qué debería pagársete por ello? ¡Mejora o busca 
otro trabajo! La gente que tenga más seguidores podrá poner más bajo el precio de sus 
canciones ganando lo mismo y probablemente gane más adeptos. La que tenga pocos seguidores 
tendrá que ponerles un precio mayor o pluriemplearse (que es lo que hacen muchos artistas, 
como todos los escritores de cifi de este país). Y aún así, lo que parece malo hoy a la 
sociedad tampoco se perderá, porque el interesado puede hacer perdurar su obra grabándola 
él mismo en soporte permanente.

Termino mencionando que el copyright en sí me parece una aberración, y esto lo digo como 
futuro escritor (o sea: está la intención, hay algo hecho por ahí, pero no lo soy aún): la 
separación entre el derecho de autoría y el derecho de explotación. En mi opinión, el 
asunto debería funcionar exactamente igual que con el copyleft: se acuerda un precio con 
la editorial para el autor, la editorial se gana una pequeña parte, se añade el gasto de 
fabricación, y a sacarlo al mercado, pero el derecho de explotación sigue en manos del 
autor. Y no lo digo pensando en ganar más dinero, sino al contrario. Ahora mismo la 
situación es como un monopolio a pequeña escala: con el copyright das el derecho exclusivo 
a producir algo que en realidad no se agota porque se venda una vez. Si como autor sigues 
manteniendo el derecho de explotación, tú puedes acudir a varias editoriales, fijando 
varios precios y modelos, peleándote si no se alcanza el que a ti te gusta, irte a otro si 
deciden comprar tu obra para no publicarla (cosa que ocurre aunque parezca increíble) y 
todavía puedes llevártelo a formato electrónico a precio superbarato o ponerlo 
gratuitamente en la red, porque los derechos de explotación siguen siendo tuyos. Para mí 
ése sería el modelo ideal: 1) obra gratuita en un formato de la mayor distribución 
posible, como es el caso de una obra puesta en internet; 2) indicación en la obra virtual 
de dónde se puede adquirir, si el consumidor considera que desea obtener la obra en un 
formato "permanente" y/o desea premiar al autor por su esfuerzo y la calidad de su obra. 
El único problema inmediato que tiene el modelo es que no hay publicidad y al principio 
nadie te conoce, pero eso no es nada difícil de resolver en internet, más fácil todavía si 
todo el mundo adquiriera ese modelo, habría montones de sitios con publicidad gratuita 
(cosa que ya hacen las tiendas, mandarte y/o exponer su publicidad si se la pides, yo he 
comprado libros por internet que he visto anunciados en webs o en boletines que he pedido 
a las librerías que me envíen).

En resumen, el problema viene de una ley obsoleta que ya no es necesaria porque las 
comunicaciones han hecho posibles que el autor se autopublique y autodifunda, protegiendo 
así la llegada de la obra a la sociedad, y de unas corporaciones enriquecidas que no 
quieren perder su posición de poder, que a día de hoy es abusiva, junto con el deseo de la 
sociedad de recibir las obras y juzgar antes de pagar, aprovechando un medio que 
evidentemente tienen y saben que tienen a su disposición para la difusión de la 
información.

Un saludo. Jose Brox