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[escepticos] algunas reacciones a la ley de lo audivisual
Para ilustrar el debate que estamos manteniendo sobre la ley audiovisual
catalana, el CAC, la veracidad (y quién la determina) y la división de
poderes, pongo algunas reacciones de medios distintos que muestran
también preocupación por el precedente (incluso los enemigos declarados
de la cope), que quizá puedan ser útiles para quienes alberguen dudas
sobre el trasfondo del asunto:
Primero, la nota de la Federación de Asociaciones de la Prensa de España
(FAPE), que la tacha de "inconstitucional":
http://www.noticiaspyme.com/sec/sec.actu/noti_nac.asp?idn=87267&pon=1&ids=25
El Periódico de Catalunya (que reconoce implícitamente que el Consejo
"sustituye" a la acción judicial):
"Este dictamen es una advertencia. Cuando entre en vigor la ley
audiovisual catalana, el CAC podrá hasta suspender las emisiones de la
COPE en Catalunya. Es evidente que muchas afirmaciones públicas de
Jiménez Losantos atentan a la convivencia sin que desgraciadamente actúe
de oficio –como debiera– la justicia. No es tan evidente, en cambio, que
sea un órgano de designación parlamentaria, influible por la política,
quien deba arbitrar cuestiones de opinión".
El editorial de El País:
"El CAC ha emitido su dictamen 24 horas después de que el Parlamento
catalán ampliara sus competencias, de forma que este organismo tendrá en
el futuro un papel decisivo en la concesión de licencias y en la
vigilancia y sanción por incumplimiento de las condiciones de concesión
de una frecuencia radiofónica. Este organismo emanado del Parlamento
juzgará sobre la veracidad de las informaciones o sobre las fronteras
entre información y opinión. Lo hace de hecho en un dictamen en el que,
citando una amplia jurisprudencia del Tribunal Constitucional y el
Tribunal Europeo de Derechos Humanos, concluye que la Cope ha vulnerado
los límites constitucionales al ejercicio legítimo de la libertad de
información."
"El prolijo dictamen del CAC incluye un amplio catálogo de excesos, pero
no creemos que un órgano de estas características, emanado del
Parlamento, por independiente que se proclame, pueda ser el árbitro que
juzgue y sancione a los medios en materia de información. Siempre hemos
sostenido que los periodistas estamos sometidos a la ley, que la
libertad de expresión no ampara todo, pero el control de legalidad deben
realizarlo los tribunales. El camino emprendido por el Parlamento
catalán al dotar de tan amplias capacidades al CAC es extremadamente
preocupante y peligroso."
Por último, Arcadi Espada, que hace responsables a los propios
periodistas catalanes:
"Los responsables principales de la Ley Audiovisual que el 90% aprobó
ayer no son los políticos, sino una buena parte, una inmensa parte, de
los periodistas catalanes. Ellos han colaborado activamente, durante más
de dos décadas, en la atenuación de la libertad que ha caracterizado el
debate político y civil de Cataluña. Gentes igual de silenciosas cuando
el president Pujol mandaba entrevistas a La Vanguardia (en sobre
cerrado: preguntas y respuestas incluidas) que cuando los medios
públicos bajo el control de la Generalitat diseñaban un patrón catalán
del mundo cuya característica más marcada era la ficcionalidad, vulgo la
mentira. Gentes impasibles, recientemente impasibles, cuando la
dirección del diario Avui (un diario con capital público) permitía que
se publicara un artículo donde se llamaba al exterminio de los
integrantes de Ciutadans de Catalunya. Los periodistas catalanes, ¡qué
oxímoron! No es extraño que hayan sido los grandes puntales de la ley y
los primeros en festejar el informe sobre la cadena Cope. Ningún mal los
acecha. Su relación con la verdad es tan relativa que deben de sentirse
muy felices de que por fin un ministerio se encargue de ella. ¡Menos
trabajo! En realidad menos trabajo ha sido siempre la divisa oculta, la
razón secreta y la peor consecuencia de su ínclita corrupción moral. Los
periodistas catalanes. Ahí está su Colegio “celebrando” el dictamen del
Cac. Qué hermosa metáfora. El Colegio está dirigido, desde hace días,
por el defensor del lector de El País, el periodista Sebastián Serrano.
Mientras el Colegio lo celebra, el editorial de El País, firme y cierto
de arriba abajo, concluye: “El camino emprendido por el Parlamento
catalán al dotar de tan amplias capacidades al Cac es extremadamente
preocupante y peligroso”. ¡Qué habríamos hecho en nuestra ya de por sí
pequeña y triste vida sin los diarios de lo que llaman Madrid! Sin el
mercado de Madrid. Sin la ley de Madrid. Madrid, qué vachaché."