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Re: [escepticos] Cervantes y la serotonina



Josep Català ha escrito:
Apreciado Héctor:
 .....  Poco más puedo añadir: solo (¿con acento o sin?) recordarte que, cercana ya la época de recolección de setas -al menos en la Península Ibérica- no se debe de nuevo caer en la tan extendida confusion entre Lactarius deliciosus y Lactarius sanguifluus. Ambas son excelentes comestibles, pero no sé por qué narices reciben ambas las dos el nombre de "nízcalo" o "rovellón", cuando son distintas y diferentes..... Por otra parte, a pesar de su buen sabor, justo es reconocer que Amanita caesarea les gana por, al menos, dos cuerpos micológicos,  y, en cambio, casi nadie la considera como tal. Puede deberse al hecho de que en la España cañí y somatotropina bovina, solo (¿pongo acento?) haya dos comunidades realmente micófagas: los vascos y los catalanes. Puede....... aunque eso seria objeto de estudio por parte de antropólogos especializados en disgresión de micorrizas y antropofagia de micelios.
Saludos postprandiales.
Josep Català
    Aunque es muy sutil tu forma de remarcar que yo me voy por las ramas es algo extensa.
    Veo que los españoles no os habéis enterado que ya no es obligatorio escribir el "sólo" que reemplaza el "solamente" sin acento. De la misma forma ya no es necesario el acento cuando las palabras "este" "ese" o "aquel" tienen valor pronominal. Pasa que esta norma ha comenzado a tener vigencia en la Argentina, donde se editó el nuevo diccionario de la RAE antes que en España, en reconocimiento del hecho de que estamos a la cabeza en la transformación del idioma.
    Una compatriota mía que vive en Chicago, con poco humor, me reta porque desconozco que hay un idioma por cada pueblo hispanoamericano. Siento no estar de acuerdo con ella. Y aunque haya modismos andaluces, madrileños, peruanos, correntinos, cordobeses, etc. el idioma, por suerte, sigue siendo uno. Aunque ella y yo seamos ambos argentinos seguramente usamos una jerga distinta, la que proviene de distintas formaciones culturales, filosóficas, regionales, etc. Se nota en ella que su esposo no es argentino por su falta de sentido del humor, lo que es evidente porque dice que él cocina y cose, algo que un argentino bien nacido nunca se rebajará a hacer.
Si bien los argentinos estamos acostumbrados a enseñarle al resto del mundo (ella es profesora en Chicago) cuando  nos trenzamos entre nosotros salen chispas, porque ninguno permite que el otro tenga un ego mayor. Díganle que si se le cae un botón, como buen caballero que soy lo recogeré del suelo, pero que no se haga ilusiones de que se lo cosa. Para eso está su marido.
    Querida compatriota: Si quieres ser feliz búscate un marido argentino, que no cocinará ni coserá pero es muy cumplidor en lo que importa. Vale.
                                                             Héctor W. Navarro