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Re: [escepticos] diálogo económico



Fabian Fernández ha escrito:
Es un hecho que escribí este e-mail, como es un hecho que el hombre llego a
la luna, es un que la dictadura militar en Argentina asesino a 30000
personas, es un hecho que ayer fui al cine, etc... Distintos hechos sobre
los que podemos establecer nuestros propios "juicios de valor", ¿no?.
Mercado laboral, empresas demandantes, ¿trabajadores oferentes? Me resulta
interesante este vocabulario cuando en definitiva estamos hablando de
personas y no de "cosas" (en realidad como persona y trabajador, esta jerga
me parece repulsiva).
En mi país la miseria y la desesperación lleva los trabajadores a regalarse.
El trabajador generalmente se encuentra en una posición de debilidad con
respecto al capitalista. El empresario negocia su capital y el trabajador
está negociando sus necesidades básicas, menuda diferencia!.

(San Hércor) Hace poco escuché que los albañiles que trabajaron en la
construcción del Paseo de la Costa lo hacían a 0,80 ctvs. de dólar por hora.
Por lo tanto te doy toda la razóhn, Fabián.
El trabajo humano no debiera ser considerada una mercadería como
otra cualquiera. Hasta ahí.
Por otra parte tú recordarás o te lo pueden recordar tus padres cuando
en Argentina había una ley que prorrogaba los contratos de locación.
De hecho, el que alquilaba una casa la perdía. Nunca podía sacarse el
inquilino de encima y hubo casos de gente que tuvo un inquilino durante
más de 40 años. Como se seguía pagando el alquiler original el dueño
no cobraba ni siquiera para pagar sus impuestos. Eso llevó a la situación
de que nadie alquilaba una casa. Para los inquilinos viejos la legislación
les había regalado el inmueble que era de propiedad de otros, pero los
nuevos interesados en alquilar, parejas jóvenes, etc. no conseguían nada.
Recuerdo que llegó a la situación de que en los avisos clasificados del
diario La Capital había solamente uno o dos avisos ofreciendo alquilar
un departamento. Pedían una enormidad en concepto de alquiler y
se trataban en general de covachas inmundas donde el inquilino para
poder entrar a vivir tenía que rehacer desde el piso toda la casa. A mí
me tocó hacerlo. Alquilé un departamento cuyo baño no tenía lavatorio
para lavarse la cara y me cobraban de alquiler la mitad de mi sueldo de
empleado de Tribunales.
Al liberarse, como actualmente, lo alquileres, cada vez son más baratos,
hay una enorme cantidad de ofertas y los inquilinos potenciales pueden
elegir libremente.
Creo que algo similar puede ocurrir, no lo aseguro, con el mercado laboral.
Aquí en Argentina siempre ha habido leyes laborales muy protectoras.
De hecho nadie quería tomar un trabajador porque se sometía ad eternum
a leyes muy difíciles de sobrellevar ante las alternativas de una empresa.
Por otra parte en USA las leyes laborales son mucho más libres, lo que
facilita la libre contratación y se puede conseguir mucho más facil que
aquí un trabajo,.
Yo no quiero decir que esa sea la solución. Las realidades económicas
entre USA y Argentina son muy distintas, pero he visto que mientras más
el Estado protege un sector, peor le termina yendo a ese sector que si
hubiera quedado librado a las leyes del mercado libre.
Me pregunto si la presunta protección al trabajador que se hace en
la Argentina, mucho más que en USA, si en definitiva realmente lo
beneficia o lo perjudica.
Yo, te aseguro, hasta hace muy pocos años era un ferviente defensor
de las empresas del estado en contra de su privatización, era partidario
del proteccionismo estatal hacia determinadas áreas así como a la
fuerte "protección" de los trabajadores en un mercado en el que están
en inferioridad de condiciones competitivas respecto a sus empleadores.
Pero actualmente me temo, siendo el Estado el protector,
que ante amigos así, ¡quién necesita enemigos!
Al igual que accipiter me duele día a día las tremendas injusticias,
desigualdades sociales, pero cuando uno sabe que en países como
China el pretendido "salto adelante" (cuando pretendían que cada
aldea se transformase en fundidores de acero) determinó que hubieran
40 millones de muertos por falta de alimentos, no tengo ya las
seguridades que tenía antes. En Cuba no encontré ni el paraíso de
los trabajadores ni de nadie, sino un país arrojado a una situación
africana donde casi nadie trabaja y la mayoría merodea en busca
de la oportunidad de vivir un día más.
Si Bello Diéguez se alegra por el hecho de que hayan matado a
una docena de granjeros blancos en África me hace pensar que
ya no entiendo nada. La realidad en ese país es que se dejará de
producir el poco alimento que hasta el momento se producía.
                                San Hércor
                            mártir de las hambrunas populares