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Re: [escepticos] Transpolar y RAE/Respuesta a Miquel Vidal



Javier Lorente dijo:

> Tu anterior mensaje ha sido una buena sorpresa, pues no pensaba que
> fuese a suscitar una polémica de este cariz. 

Yo tampoco, la verdad, y menos con un colega. Trataré yo también de ser
lo más breve que pueda. 

> Algunas de tus contestaciones me parecen aceptables, pero otras no. 

Estupendo. Contestaré solo algunas cosas, las que me resulten más
llamativas, no se trata de polemizar ni de aburrir a nadie más de la
cuenta. 

> > vamos a ver, algo no me cuadra: si sostenías hace un momento que llevo
> > razón y que "ningun lingüista serio acepta esos presupuestos" (que son
> > los normativos), no puede ser que la misma persona justifique a renglón
> > seguido el normativismo con argumentos que ningun lingüista serio -por
> > usar tus mismas palabras- estaría dispuesto a aceptar.
> 
> Has interpretado mal: no me refería a que ningún lingüista serio acepta los presupuestos
> normativos (antes bien, lo que no es serio es arremeter contra la normativa sin más), sino al
> papel de «guardián de la lengua». Por más que Lázaro Carreter y otros se empeñen, ni es
> «científicamente» (es decir, como propio de la disciplina) pertinente ni, ¿por qué no decirlo?,
> respetuoso. No hay que reprender a nadie por cometer errores o faltas gramaticales o de
> ortografía. La autoridad del lingüista está basada en sus conocimientos, siempre incompletos, no
> en su talante moral. 
> 

he interpretado bien, lo que pasa es que esa distinción que haces entre
una normativa supuestamente válida y unos "guardianes de la lengua"
malotes e irrespetuosos con los hablantes sencillamente no existe para
mí. Son simplemente una versión moderada y una radical de la misma idea
tan insidiosa y extralingüística como científicamente banal. Por
desgracia, y aunque no sea la tuya, suele ser la interpretación radical
del normativismo la que opera social y políticamente (por ejemplo, en
las políticas lingüísticas). Y por cierto, la versión moderada y
aséptica sirve a menudo para legitimar el normativismo dándole un
marchamo de seriedad.

> Siento decir que lo anterior tampoco es aceptable. Y lo hago sin ánimo de ofender. Seré breve.
> 
> a) Hay un equívoco grave entre lingüística teórica y lingüística aplicada: la primera se encarga
> de crear modelos que intenten reproducir la estructura de las lenguas (el generativismo sería uno
> de sus representantes más destacados en la medida en que intenta codificar las reglas universales
> de construcción morfosintáctica) y la segunda se encarga de la aplicación de los conocimientos
> sobre la estructura para la resolución de problemas concretos. La normativa que, insisto, es un
> área modesta dentro de la lingüística, podría situarse dentro de la planificación lingüística,
> área que a su vez pertenece a la lingüística aplicada.
> 

sí, de acuerdo, podría situarse ahí la normativa, un estándar y punto,
lo comparto si se limitase a eso:  pero el caso es que no lo hace, o lo
hace ahí pero en muchos otros ámbitos como ejercicio puro y duro de
ideología: más abajo me extiendo un poco más en esto.

> b) Es preciso distinguir entre las reglas gramaticales y las reglas de la gramática normativa. Ni
> son lo mismo ni operan de una manera similar. Las primeras son formulaciones de los principios
> estructurales de una lengua determinada y no son en absoluto arbitrarias. Las segundas sí lo son,
> y dependen de algo tan escurridizo como la idea de corrección, siempre extralingüística. 

muy bien, no es más que eso lo que sostengo: que las disquisiciones
sobre normativismo son siempre extralingüísticas. De acuerdo pues en
este punto fundamental y excluido del ámbito científico el criterio
de corrección, sólo nos queda la esfera de lo cultural o de lo moral
para analizar dicho criterio. Hablemos pues de ello: una expresión será
"correcta" o "incorrecta" dependiendo de su aceptación social, cultural
o política. Una sociedad puede ser más o menos plural, pero siempre
segrega una ideología dominante cuya presencia no siempre es apreciable
a simple vista. Esta ideología -que no tiene por qué presentarse como
monolítica ni necesariamente coercitiva- se compone de numerosos módulos
normativos que nos dicen cómo vestir, cómo comer, cómo comportarnos,
cómo hablar y, ante todo, cómo pensar. Dependiendo de los tiempos, las
sociedades, etc., la transgresión de esas normas aparta al individuo del
"buen camino", de lo "correcto". O le disuade de estudiar. O le impide
acceder a un trabajo mejor, etc.

En cambio, y sabiendo que son cuestiones extralingüísticas, a ti todo
esto no te parece pertinente a la hora de abordar el normativismo, e
insistes en que solo es un "área modesta de la lingüística aplicada".
Pues qué bien. Pero resulta que esa "modesta área" es sobre la que
asientan su poder multitud de periodistas, catedráticos, editores,
escritores, filólogos, escritores, tertulianos y académicos ociosos
pontificando a diestro y siniestro como "expertos del Idioma",
introduciendo ideas erróneas en algo tan cotidiano e importante para
todos como el uso del lenguaje; y son justo esas estupideces lo único
que la gente corriente percibe como "lengua". Dirán que la gente "habla
mal" o "comete errores", lo cual carece de sentido en el plano
científico; pero nosotros, los lingüistas, callados, absorbidos por
estructuras sintagmáticas o encantados con las prometedoras (y
cada vez más lucrativas) industrias de la lengua, pues al fin y al cabo
también en ciertos casos -aunque modestos- resulta útil prescribir.
Estamos ya en un plano exclusivamente ético o político: uno puede dar
por buena tal situación de ignorancia y engaño, vivir de ella incluso, o
bien tratar de arrojar algo de luz sobre ella.

> c) El estándar no es una variante social más: es la que actúa de
> referente de una lengua, nos guste o no. Que seamos conscientes de su
> carácter arbitrario no quiere decir que debamos relativizarla. En
> sociolingüística ?y en una de su áreas concomitantes: la
> planificación?, se tiene muy en cuenta. 
> 

No hay asomo de relativismo en mi postura, al contrario (odio el
relativismo). Desde un punto de vista exclusivamente lingüístico (y aun
socioligüístico) el español estándar es un sociolecto más. Afirmas sin
embargo que no es "una variante más". Pero estarás conmigo en que la
"peculiaridad" del estándar es extralingüística y reside en el peso
social del grupo que lo avala, que es lo suficientemente amplio e
influyente como para imponerlo sobre el resto como lengua modélica. Si
te refieres a eso con tu afirmación "el estándar no es una variante
social más", pues de acuerdo, pero es trivial. Si, por el contrario,
quieres decir que ese "algo más" tiene repercusiones para la teoría
lingüística, me parece equivocado del todo. Si es que estás pensando en
términos sociolingüísticos, conozco el trabajo de Labov donde sostiene
que la jerga de los guetos negros posee una gramática propia y donde
desmonta la idea de que los adolescentes negros carecen de competencia
lingüística (absurdo meme -referido a los adolescentes- que por cierto
últimamente cobra inusitada vigencia en España y tambien cobra reflejo
en esta lista), pero no sé de nadie que haya demostrado que el estándar
sea algo más que una variedad social de la misma lengua. En este punto
difiero de Labov y pienso con Chomsky que, a nivel teórico, es
exactamente lo mismo la jerga de los guetos negros de Harlem que el
encopetado dialecto que se legisla desde el encopetado y muy académico
barrio de Los Jerónimos. O al menos, más allá de demostrar la
obviedad (para un lingüista) de que los "errores" que cometen los
negros (o los adolescentes, etc.) al hablar inglés no son tales, nadie
ha aportado hasta ahora ningún principio o teoría que permita sostener
que sociolectos (o dialectos) diferentes requieren teorías o principios
lingüísticos diferentes. 

Por tanto, si tienes evidencias de que la variedad promovida por la RAE
(o cualquier otra institución análoga) difiere en algo del resto de
sociolectos, publícalas, en serio, falsarías alguna de las hipótesis
fundamentales de la gramática generativa y pasarías seguro a la
posteridad...

> d) El coeficiente intelectual (un concepto ya de por sí bastante
> cuestionable) no depende de la competencia cultural. Por lo tanto,
> quien cometa errores o faltas de gramática u ortografía o posea un
> vocabulario escaso no es más tonto. Si pensásemos de esta manera, ¿qué
> diríamos de las culturas ágrafas? 
> 

Sí, yo también pienso aquí como tú, obviamente. Pero no es lo que tú y
yo opinemos, sino lo que sucede en realidad: el hecho innegable de
que durante mucho tiempo se ha establecido una relación directa entre el
dominio de la lengua estándar y la inteligencia. Hay decenas de estudios
empíricos en sociolingüística pero demostrar tal práctica: está
estudiado por ejemplo el modo en el que se derivaba a los niños que
suspendían en lengua hacia los trabajos manuales (recuerdo estudios
realizados en Francia en este sentido). Todavía hoy día, es constatable
que los docentes y pedagogos no suelen reconocer la legitimidad de la
lengua hablada y -de modo consciente o inconsciente- inculcan con mayor
o menos intensidad un sentimiento de inferioridad en quien no domina la
lengua estándar (invariablemente, niños pertenecientes a clases
populares). También es un hecho bien conocido que la pequeña burguesía
que se identifica con la(s) clase(s) dominante(s) tiende a ser purista.
Todo esto está muy estudiado -y vuelvo a remitir al extraordinario y
ejemplar trabajo de William Labov-, en concreto cómo el dominio de la
gramática normativa es considerado como uno de los criterios de la
diferencia y de discriminación social. Por mucho que neguemos este hecho
-limitándonos a constatar que "el coeficiente intelectual no depende de
la competencia cultural"- no desaparece, sino que se oculta (y con él,
se escamotea la responsabilidad de los normativistas -sean pedagogos,
profesores, periodistas o lingüistas- en ello): aunque ciertamente
irrelevante en términos teóricos, al reconocerlo (o no hacerlo) estamos
nuevamente ante una toma de postura política.

> e) Durante los siglos XVI y XVII no había un caos ortográfico como se insinúa. Basta con echar una
> ojeada a las obras de Nebrija, Covarrubias, Alderete, Correas o Jiménez Patón ?por citar a los más
> importantes? o a las cartillas y manuales didácticos de la época para darse cuenta de que no era
> así. (Y por si acaso: no sería aceptable responder que estos son, precisamente, ejemplos que
> demuestran la carcundia de cuanto digo. Las afirmaciones deben hacerse en firme, con pruebas).
> 
> f) No debe confundirse la propuesta de un estándar con las actitudes de ciertos académicos. La RAE
> presenta un modelo de uso lingüístico, no de comportamiento. 
> 
> > Las gramáticas normativas y escolares se apoyan siempre en un estado
> > anterior de la lengua y en ello se basan los que tachan de incorrecto,
> > prohíben o ridiculizan por decir tal o cual cosa (seguro que más de uno
> > conocéis la interminable serie que publica El País con "El dardo en la
> > palabra" de Lázaro Carrater).  Cuando un normativista o un "experto"
> > suelta "esto no se puede decir" o "esto no es posible decirlo" es
> > distinto de cuando lo dice un lingüista: el normativista habla de un
> > "posible jurídico"; el lingüista habla de un "posible científico". Lo
> > "posible científico" se apoya en "inclinaciones naturales" (instintivas
> > en sentido amplio) que nadie sueña infringir en la conversación
> > cotidiana (solo algunos poetas en un uso deliberadamente transgresor y
> > lúdico del lenguaje lo consiguen a veces). Por "inclinaciones naturales"
> > me refiero a la organización subyacente de la lengua, en gran parte no
> > consciente, y cuyo síntoma son las nociones intuitivas de cualquier
> > hablante nativo de una lengua sobre gramaticalidad (es decir, el
> > "parser" mental que a cualquier hablante nativo de español le hace
> > rechazar de modo inmediato *"Yo les pensaré a los cinco" mientras que
> > acepta "Yo pensaré en ellos cinco").
> 
> Desglosaré mi respuesta a este párrafo en apartados. Espero no cansar a nadie.
> 
> a) La norma lingüística no se funda en un estado anterior de la lengua, sino en el actual. Echemos
> una ojeada al diccionario de Seco: ¿refleja el léxico actual? Al parecer, así lo hace, y para ello
> se ha basado en fuentes posteriores a 1950. 

por favor, qué disparate: el diccionario de Seco es un ejemplo
rigurosamente opuesto al normativismo (a no ser que consideres que su
condición de académico convierte como por ensalmo en normativo todo lo
que escribe :-/ 

> La gramática normativa de la RAE data de 1931 (por
> increíble que parezca, hasta dentro de un año o dos no tendremos una edición puesta al día) y,
> como puede verse, nuestra lengua ?desde un punto de vista estructural? poco ha cambiado. 


> El léxico
> sí lo ha hecho, y nadie en su sano juicio aceptará que una palabra que no aparezca en el DRAE no
> exista (lo que no quiere decir que no haya puristas que no estén en su sano juicio).
> 

Mucha gente tiene esa creencia... o nunca te han preguntado: "¿existe esta
palabra?", para referirse alguien a un término que él mismo usa
habitualmente, dudando de su existencia simplemente porque no viene en
el DRAE. O la típica discusión de tertulia en que alguien asegura que
tal término no existe, que lo ha buscado en el DRAE y no estaba.

> b) Vuelve a confundirse la lingüística teórica con la aplicada. La organización subyacente de la
> lengua es una cosa, la producción de discursos otra y las consideraciones normativas y retóricas
> otra muy diferente. Y cada cual opera en un nivel propio.

No, no las confundo. Lo que pasa es que no las mezclo, y no hago pasar
una por otra.

> 
> > La lingüística chomskiana reveló que la lengua no era lo que se enseñaba
> > como tal, que estaba llena de ideología y fantasmas que se intentaban
> > colar como si fuesen leyes lingüísticas. Vamos, que el lenguaje no es
> > algo que enseñan en el colegio, no son esas sutilezas ortográficas y
> > gramaticales de la escuela ni obedece a las normas prescriptivas de
> > académicos dogmaticos o de censores universitarios, no es un artefacto
> > cultural que se aprende como el código de la circulación o la tabla de
> > multiplicar. Cuando hablamos, hacemos algo muy distinto que obedecer
> > reglas prescriptivas como las que hacen hablar a la barbie parlanchina o
> > las de las máquinas de los bares cuando nos espetan "su tabaco, gracias".
> 
> Seré breve: lo que hizo la lingüística chomskyana fue delimitar un campo de estudio y crear un
> sistema de trabajo que permitiese dar cuenta de los problemas de adquisición y producción del
> lenguaje. Chomsky demostró los fallos de la teoría conductista y estableció un nuevo modelo mental
> que explicase cómo se generaban los enunciados lingüísticos.
> 

Chomsky hizo mucho más. Al poner la sintaxis en el centro de la
investigación lingüística cambió por completo la perspectiva y los
ámbitos de la lingüística, y develó una realidad de la lengua, una
realidad revestida de ideología y de fantasmas: la enseñanza tradicional
de la lengua había hecho creer que una vez conocida la ortografía y la
gramática normativa ya se conoce todo acerca de la lengua materna.
También mostró que no bastaba con describir o clasificar los
consituyentes de la frase al estilo de lo que se había hecho (con éxito
indudable) con los fonemas. Sobre todo -para lo que atañe a nuestra
discusión-, al desplazar el objeto de estudio, mostró que el sistema
adquirido (o gramática) tiene escasa o nula relación con las gramáticas
normativas o prescriptivas (y que las gramáticas descriptivas, mucho más
válidas, son sin embargo insuficientes). En resumen, IMHO alguien que
considere correcta la teoría chomskiana no puede ser normativista, del
mismo modo que alguien que dé por válida la teoría de la evolución no
puede ser creacionista...

Además de, como bien dices, delimitar el campo de estudio de la
lingüística, Chomsky delimitó también una nueva disciplina, la
psicología del lenguaje (que abarca el estudio del sistema adquirido -la
gramática-, el estudio de los métodos de adquisición -vinculados a la
gramática universal-, de los modelos de percepción y locución, y el
estudio de las bases físicas del conjunto).  Postuló que esto constituye
un todo y que los resultados obtenidos en el estudio de una de las
partes contribuirían a la comprensión de las otras. A su vez, esto ha
contribuido decisivamente a los estudios de psicología del conocimiento
(teorías sobre la visión, sobre la mente y la conciencia, etc.) y al
nacimiento de la ciencia cognitiva (que combina procedimientos tomados
de la psicología, la informática, la filosofía y la lingüística).

Y, a pesar de su enorme aportación (se encuentra entre los autores más
citados de la historia y son miles los científicos de disciplinas
diversas que están dedicados a estudiar los problemas que él planteó),
después de más de cuarenta años de todo esto, Chomsky sigue siendo
bastante maldito precisamente en el ámbito de las ciencias humanas. Y
muy especialmente en España. El modo de abordar sus teorías en los
planes de estudio académicos sigue siendo patética: o nadie lo lee
(aunque todo el mundo cree saber lo que dice sin leerlo) o no se le
entiende (su rigor matemático y su método escrupulosamente científico
abruma y desconcierta en los ámbitos de letras) o sigue generando una
gran desconfianza entre los filólogos: sobre todo no se le perdona el
modo en el que ha reducido a cenizas -no solo el conductismo como bien
has señalado- sino el modelo estándar de las ciencias sociales, lo que
se suele mecionar menos (pues dicho modelo sigue siendo, no olvidemos,
el fundamento no solo del estudio de las humanidades, sino uno de los
pilares intelectuales de nuestro tiempo). 

> 
> > > > > (¿sería "correcta" para un químico o un biólogo cierta combinación de
> > > > moléculas? La combinación podrá ser posible o no, pero si la encuentra
> > > > en la naturaleza no le aplicará criterios evaluativos ni la tachará de
> > > > "incorrecta": sencillamente dará cuenta de ella.)
> > > 
> > > Al tratar la lingüística, hay que partir de tres presupuestos:
> > > 
> > > 1) La lingüística, siguendo al filósofo Dilthey, pertenecería a la
> > > categoría de las ciencias humanas, no a las ciencias naturales. 
> > 
> > Ningún lingüista serio puede sostener hoy día semejante cosa, a no ser,
> > claro, que decidas incluir también a la biología entre las ciencias
> > humanas (!!) En todo caso, estaríamos hablando de cosas distintas, para
> > mí el lenguaje es un atributo biológico de la especie humana, como lo es
> > el canto de las ballenas para estos cetáceos. El lenguaje es una
> > facultad psicológica, un órgano mental, un módulo computacional, lo que
> > quieras, pero no es de ningun modo una construcción de la "cultura
> > humana" -que es el objeto de las ciencias humanas- o de la "sociedad" o
> > de cualquiera de esos conceptos tan caros a las ciencias humanas o al
> > modelo estandar de las ciencias sociales (ya sabeis, la fuente de todos
> > los relativismos, una especie de determinismo social que básicamente
> > sostiene que los bebés, a diferencia del resto de animales, nacen con
> > unos cuantos reflejos y poco más y que por tanto la mente humana y por
> > supuesto la lengua está moldeada casi enteramente por la cultura, que se
> > adquiere por adoctrinamiento, modelos de rol, recompensas y castigos: la
> > (vacua) dicotomía de siempre herencia-ambiente).
> 
> Disiento de nuevo. La distinción entre ciencias humanas y ciencias naturales, aunque pueda parecer
> un tanto forzada, nos ayuda a acercarnos al lenguaje desde diversas perspectivas. La biología no
> es una ciencia humana ni se ha realizado ninguna aproximación al lenguaje desde un punto
> estrictamente biológico. Que nuestra mente posea esa facultad, no quiere decir que el lenguaje no
> sea una «construcción humana». Es más, tener en cuenta el carácter social del lenguaje no
> presupone caer en esa dicotomía entre medio y ambiente ni mucho menos adoptar patrones
> conductistas. A ver si somos un poco rigurosos, por favor.
> 
> > > 2) Su objeto de estudio no es ajeno al ser humano, sino propio y,
> > > además, sometido a una variación constante.
> > > 
> > 
> > Claro, pero en algún momento habrá que dejar de contemplar el lenguaje
> > como una inefable esencia de la singularidad humana pues, aun si
> > admitimos la cada vez más discutida idea de que el lenguaje es una
> > facultad exclusiva del homo sapiens, no por ello hay que apartarlo del
> > estudio de la biología, ni del proceso de selección y adaptación a que ha
> > dado lugar. En el teatro de la naturaleza no somos más que una especie
> > de primates con su propio espectáculo que consiste en la habilidad de
> > comunicar información a base de modular los sonidos que producimos al
> > exhalar el aire.
> 
> Sí, vale. Todo eso está muy bien. Pero ¿qué tiene que ver con la normativa? [¡Un momento! ¿Acaso
> me tomas por un creacionista? ;) ]
> 
> > > 3) El criterio de corrección responde a la norma, no a la ley. Las
> > > leyes lingüísticas también existen, pero en su mayor parte hacen
> > > referencia a las regulaciones intrínsecas de los sistemas lingüísticos
> > > (y en especial a la fonética y la sintaxis que son las áreas más
> > > formalizables).
> 
> > estoy de acuerdo, y precisamente esa afirmación implica dejar de lado y
> > poner en tela de juicio todo empeño fiscalizador sobre leyes absurdas
> > que no son las que explican cómo funciona el lenguaje, cómo cambia, cómo
> > generamos las frases, etc. La gramática tradicional es incapaz de
> > explicar las caracterizaciones más simples en relacion al lenguaje, por
> > ejemplo por qué no puedo producir la secuencia *"la gramática es muy
> > generativa" sobre el modelo "la gramática es muy interesante"...
> 
> Vuelven a mezclarse ideas diferentes. Iré por partes:
> 
> 1) Norma lingüística y empeño fiscalizador (?) no tienen nada que ver. La coerción normativa del
> discurso sobre el lenguaje (por emplear una expresión foucaultiana) no es tan agresiva como la
> pintan. Al fin y al cabo, estamos compartiendo un código impuesto, sí, pero del que obtenemos
> muchos beneficios (comunicativos, se entiende).
> 
> 2) Las leyes (creo que te refieres a las normas) no son absurdas. ¿Por qué es absurdo establecer
> una grafía determinada para representar un determinado fonema? La pertinencia de las normas puede
> quedar en entredicho, pero siempre responde a criterios lingüísticos o extralingüísticos.
> 
> 3) Estoy de acuerdo en la ineficacia de algunas soluciones de la gramática tradicional. Pero, y
> vuelvo a repetirlo, entre la descripción del sistema y la normativa no hay una dependencia ni una
> correspondencia absolutas.
> 

es que no es un problema de "ciertas soluciones" erróneas de la
gramática normativa. Parece difícil hacerte entender que se trata de
modificar completamente el punto de vista.


[...]

> 
> Pues sí, como usuario de la lengua española asumo los criterios de corrección ?si bien me muestro
> crítico con alguno de ellos y disiento abiertamente de otros? y, como lingüista, soy consciente de
> la importancia de la formalización de un código. No creo que haya ningún profesional serio que
> ponga en tela de juicio la necesidad de adecuarse a unas normas de ortografía precisas, de unas
> normas de construcción gramatical (que responden a las reglas enunciadas por la sintaxis o la
> morfología), de unos ciertos criterios de selección léxica (que deben ser siempre muy amplios y,
> sobre todo, eficaces) y de unas convenciones discursivas, retóricas y poéticas que permitan que
> los mensajes sean perfectamente comprendidos. Como puedes ver, todo esto también forma parte del
> lenguaje, no en un ámbito biológico, pero sí comunicacional. Aceptar tal o cual norma no es una
> obsesión. Y esperar que quien escriba lo haga con un cierto cuidado no es un ejercicio de
> prepotencia. 



> Por otra parte, el símil de la biología y el estándar felino no es muy acertado? Podría decirse
> que la zootecnia es una disciplina que intenta desarrollar aplicaciones prácticas de la herencia
> genética. (Espero que algún biólogo o veterinario de la lista me corrija si me equivoco).
> 

El símil no es mío, sino de Steven Pinker, colaborador de Chomsky y
actual director del centro de neurociencia cognitiva del MIT.

[...]


> 
> A ver si queda claro de una vez por todas: defender la necesidad de la norma lingüística no
> implica estar de acuerdo con la labor de la RAE (o del Institut d?Estudis Catalans, la Real
> Academia Galega o la Academia Vasca). 

Una cosa no queda clara ni demostrada por repetirla muchas veces.

[...]

> Responder a tus argumentaciones es cada vez más cansino: me atribuyes juicios y actitudes de los
> que no he dado señal alguna. Si cito a Quintiliano y compañía no es para dar más autoridad a la
> proposición de que la normativa es necesaria, sino para indicar que no se trata de un capricho de
> la RAE, sino de un problema que tiene una venerable tradición. El carácter arbitrario de las
> normas, su carácter más o menos «folklórico» y todo lo demás es cierto. Basta con echar una ojeada
> a la etimología (tan poco fiable, por otra parte). Por otra parte, considerar que las normas de
> uso son pertinentes no implica que yo estudie la lengua como algo muerto (ciertamente, tu modo de
> argumentar es muy poco científico) ni que ignore las teorías cognitivas ni la gramática
> generativa.
> 

en fin, parece que en este punto empiezan a flaquear no solo tus fuerzas
sino también tus argumentos. El cansancio empieza a ser mutuo. No juzgo
tus actitudes, sino tus argumentos. Me da igual si te consideras o no
normativista o surrealista o atletista, uno no es o deja de ser lo que
dice ser de sí mismo simplemente porque lo afirme (yo puedo decir de mí
mismo que soy un chico listo, pero me parece que eso no va a ser
suficiente para que así lo consideres). Aunque te pese, tus argumentos
son los mismos que emplean los normativistas moderados (los radicales
suelen hablar de corrupción del Idioma, de caos lingüístico si no
hubiese normativa, etc.), he trabajado tres años en la docta casa y me
los conozco al dedillo, pero no lo expones abiertamente -lo cual no es
un modo de argumentar muy elegante- y tratas de tapar las vías de agua
que semejante posición representa para un lingüista mostrándolo como una
actividad aséptica y neutral, sin consecuencias...  No voy a convencerte
de lo contrario, ni lo pretendo.

[...]

> 
> El normativismo no es una instancia previa al estudio del lenguaje. 

Lo que yo digo es que responde casi siempre a la descripción de un
estadio anterior de la lengua (los normativistas siempre suelen
lamentarse de que no les da tiempo y que la confección de sus gramáticas
va por detrás de los hablantes, que por cierto no las necesitan pues son
perfectamente competentes en el dominio de la misma).

> Me resulta chocante que puedas
> insinuar que yo lo creo así (por cierto, yo no me dedico a la investigación sino a la lingüística
> aplicada) y que yo no «merezca» pertencer a Lengualibre.

de ningún modo pretendía decir tal cosa, si algo se desprendía de mi
comentario te pido disculpas.

> Ah, y puestos a considerar posturas intelectuales, la tuya, en esta carta, está más cerca de
> Lysenko que la mía. Hay que atenerse a la materia y no mezclar ideas sin ton ni son. La estructura
> profunda ni las reglas transformacionales invalidan la normativa. Ni tampoco una determinada
> postura ideológica debe frenar o invalidar un área determinada de una disciplina.
> 

vaya, parece que hacia el final has perdido las buenas formas y haces
afirmaciones ad hominem, eh? ;-) ¿a qué viene lo de Lysenko? Si es por
la analogía que hice con el lamarckismo, interpretaste mal y en absoluto
te acusaba de tal, simplemente trataba de establecer un paralelismo con
presupuestos que vienen dados en otros ámbitos (por ejemplo, el abandono
del lamarckismo en biología) y que es análogo al abandono del
normativismo en la lingüística moderna... Y a duras penas descifro el
resto de tu reprimenda, incluida tu reconvención para "atenerse a la
materia": me considero materialista -aunque como ya he dicho no es
suficiente considerarse algo para efectivamente serlo-, y si en algún
momento he dejado de serlo desde luego ha sido contra mi voluntad y
harías bien en regañarme... ;-)

Por cierto, Chomsky (y con él la mayoría de generativistas) abandonó hace
veinticinco años por confuso e impreciso el término "estructura
profunda".

un cordial saludo,

m.

PS Al final no he sido tan breve :-( Po mi parte, no voy a seguir
polemizando contigo sobre este asunto a no ser que salgan argumentos
nuevos, para evitar que derive en un aburrido toma y daca, en algo que
creo que a los dos nos preocupa tratarlo de un modo serio. Además creo
que este debate apenas está relacionado con la temática de esta lista:
salvo que, por supuesto, otras personas estén interesadas en comentar
algo más al respecto...



-- 
Miquel Vidal            | http://mi.barrapunto.com/yonderboy
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