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[escepticos] Re: Kosovo e Irak (era: charla escéptica)



[Decía yo]
...Y en el momento en que la legitimidad se apoya en la fuerza deja de 
ser legítima.

[J.L.] De acuerdo con todo menos con la última frase. La legitimidad
impuesta por la fuerza no deja necesariamente de ser legítima. Por
ejemplo, cuando en los EEUU se dictaron las primeras leyes de
integración racial escolar, en algunas localidades del Sur, tuvo que
hacerlas cumplir la Guardia Nacional ¿se convirtieron por ello en
ilegítimas como pregonaron los detractores de la integración? No, lo
que era ilegítima era su oposición. Frente a la ilegitimidad, el uso
de la fuerza para restablecer la legitimidad es legítimo.

[Toni]
De acuerdo. Ya, una vez enviado el mensaje, advertí que la frase, en 
abstracto y sin un marco de referencia, tenía poco sentido. Intentaré 
explicarme. La idea -tan sencilla en su enunciado como compleja en su 
materialización- vendría a ser decir que: la legitimidad de un 
sistema social o político y, particularmente, el uso de la fuerza 
como medio para mantener dicha legitimidad, sólo cobra sentido dentro 
de los límites del sistema para el que está definida. El uso de la 
fuerza en el ejemplo que pones, como en el de cientos de ejemplos 
similares que podríamos encontrar, es legítimo porqué lo referimos a 
un sistema dentro del cual los individuos que lo integran se someten 
a un conjunto de normas y al arbitrio de unos órganos de gobierno 
para que administren las mismas incluyendo, llegado el caso, el uso 
de la fuerza.

De forma similar estados o naciones, en el ejercicio de su soberanía, 
pueden ceder parte de esta soberanía a una federación, confederación, 
etc., de manera que esta estructura organizativa superior (piénsese 
en un estado respecto de regiones autónomas, una Unión Europea 
respecto de sus estados miembros o, en fin, en las Naciones Unidas 
respecto de las naciones integrantes) puede ejercer labores de 
arbitraje, normativas o ejecutivas en la medida en que dichas 
competencias hayan sido consensuadas por los miembros integrantes de 
la misma, es decir, en la medida en que, como decía al principio, los 
mecanismos de legitimación estén referidos al sistema cerrado que los 
contiene.

Pero no hace falta insistir, como decía también, en la dificultad de 
trasladar estos principios abstractos a la compleja realidad. Como 
ejemplo cercano de esta complejidad podemos tomar el País Vasco: 
¿como definir el famoso 'ámbito de decisión'?, ¿donde situar el punto 
de arranque de las supuestas legitimidades históricas (en el tiempo) 
y territoriales (en el espacio)?, ¿como interpretar el sentimiento de 
pertenencia de un colectivo dramáticamente dividido por la mitad?, 
¿donde situar el límite competencial del 'sistema cerrado' al que me 
refería antes dentro del cual definir le legitimidad interna frente a 
la externa de la estructura superior (en este caso del estado 
español)?. Las preguntas podrían alargarse indefinidamente. 

Desde luego el caso tiene muy poca, por no decir ninguna, relación con 
el asunto inicial de Irak y Kosovo y de la escena internacional en 
general, donde, además, hay que tratar de entretejer sistemas 
cerrados absolutamente dispares en sus concepciones sociales, 
políticas, culturales, etc., cuyo único y tenue vínculo común es la 
voluntad de pertenecer a esta incierta sociedad de las Naciones 
Unidas. Sólo trataba de ilustrar, con un ejemplo cercano, la 
dificultad de definir legitimidades dentro de las cuales podamos, 
posteriormente, legitimar el uso de la fuerza. Cuando, a pesar de los 
pesares, la fuerza no puede justificarse en la legitimidad, sino que 
de trata de imponer la legitimidad por la fuerza, es cuando sólo nos 
queda la ley del más fuerte y la fuerza deja de ser legítima. (Perdón 
por el rollo ;-). 

Saludos,
Toni