Re: [escepticos] ballenas y japoneses (era: No es esto, corraleros, no es esto)

[Héctor Walter Navarro <hwnavarro@...>]

"Javier Marí" ha escrito:

> > [Héctor]
> > ¿Quién me manda a terciar en la polémica que llevan adelante dos
> > colisteros a los que admiro, a Mercader por las verdades como
> > hachazos que prodiga, y a Alonso por pulir esos hachazos al nivel
> > de la navaja de Occam?
>
> > [José Alonso]
> > Has terciado y has terciado bien, estoy de acuerdo en mucho de lo que
> > comentas. Sin embargo hay algo que me chocó de tu mensaje: ¿de verdad te
> > parece que los japoneses dependen de la carne de ballena para sobrevivir?
>
> Si los japoneses tuvieran que sobrevir gracias a la carne de ballena ya haria tiempo que se habrían extinguido las ballenas, y los japoneses.
> En primer lugar no quedan, ni de lejos, ballenas para alimentar a tanta gente desde hace mucho tiempo y segundo, la carne de ballena en Japón no es ni de lejos un alimento fundamental, sino uno más, como pueda ser aquí el salmón.
> Saludos
> Javier Marí

Tienes razón, Javier, pero con la ballena la cosa es peor aún
que con el salmón. La carne de ballena es un manjar de lujo
en Japón, muy cara, como la de víbora. Pero quiero aclarar
que considero que debe vedarse la caza de, por ej., la ballena azul,
que está en peligro de extinción, pero no la de otras especies que
no corren por ahora ningún peligro, como la Minkus.
Sé que subsistiría el peligro de que los buques balleneros
podrían "violar" la veda de cazar ballenas azules, porque éstas
rinden diez veces lo que una Minkus, pero eso ocurre con
todas las formas de la caza. Siempre hay algún avivado que
pasa los semáforos en rojo, pero a nadie en su sano juicio
se le ocurriría prohibir la caza. Por otro lado, no tengo nada
con que la pobre gente se dé sus buenos gustos en la mesa
y pueda disfrutar de alimentos de lujo cada tanto, si no,
pregúntenle a D. Pedro Luis, a Marmitako y al que nos
regaló con esa receta de arroz que dejó la pantalla de
nuestras computadoras chorreante de baba lujuriosa.
                                    Héctor W. Navarro