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Re: [escepticos] Acusación de Budría



"José M. Bello Diéguez" ha escrito:

> Aunque le moleste a Angelillo Riego, yo también tengo serias dudas de a
> qué obedecen los mensajes de ese presunto doctor. Las cuentas no salen por
> ningún lado. Me llamó la atención que habiendo entrado solicitando apoyo en
> cuestiones de escepticismo, a lo que la corrala respondió de maravilla, pronto
> aparecieron en su discurso asuntos políticos que no son asunto de esta corrala.

Recuerdas mal. Quien empezó con la denuncia de las prácticas pseudomédicas
en Cuba fui yo, a partir de las observaciones que hice personalmente cuando
estuve en la isla un mes y medio. Mis vacaciones, matizadas con ciertas tareas
de producción que hice para un canal de TV argentino por la visita del papa,
se transformaron en una dolida investigación de la realidad diaria del cubano.
Pero no fue tanto la pobreza africana que encontré entre esa pobre gente,
en otros tiempos tan próspera. Lo que me indignó fue que el gobierno impulsara
la brujería, el curanderismo y las pseudomedicinas. Todo lo contrario de
lo que yo, sempiterno socialista y comunista, me había creído de Cuba.
Por eso me sentí obligado a hacer conocer esa realidad a esta corrala escéptica.
Después de varias intervenciones mías, que fueron prolijamente refutadas
por ti, recién se atrevió el médico cubano a decir que yo era fiel en esa
descripción y luego empezó a enviar esos documentos del horror que en
su fría  planificación de la obligatoria aplicación de las pseudomedicinas me
recuerdan la aséptica planificación de los transportes hacia Auschwitz

> Pero lo que me mosquea es que, habiéndole proporcionado la dirección de un
> científico escéptico en Cuba, un científico con acceso a medios documentales y
> bibliográficos internacionales que sin duda estaría dispuesto a echar una mano,
> no haya dado señales de haber intentado conectar con él.

Recuerda que en Cuba el gobierno no permite oposición ni crítica alguna y al
que lo intente le aplican un vago artículo del código penal cubano que castiga
el "peligro social". Y son varios años de cárcel. Debes recordar también que
el médico cubano hasta desconfió de mí (y no me ofendo por eso) creyendo
que yo podría ser un chivato o provocador al servicio del gobierno cubano
para prepararle una encerrona (o camita como les decimos aquí). Él desconfió
porque le asombraba que yo conociese tan detalladamente la situación en Cuba,
que se oculta a los turistas comunes. Creo habérselo explicado, pero si sigue
desconfiando, lo entiendo perfectamente, porque uno se vuelve paranoico,
como él mismo admitió que se podría tratar. A mí mismo me pasó al
sentirme seguido luego de haber protestado porque en Varadero había que
pagar todo en dólares y no aceptaban dinero cubano.

> Pero en fin, cada cual
> a su bola. Evidentemente, es su problema.

También es nuestro problema. Y debiera serlo tuyo. Cuando era comunista
adscribí, y lo sigo haciendo, a lo que dijo Brecht, mas o menos así: "Sentir
cada dolor, cada injusticia en cualquier lugar del mundo como propias"
Debieras en consecuencia, Bello Diéguez, tratar de elucidar si lo que
Torres dice es verdad o no, aunque choque con tus más profundas y
queridas convicciones. Creo que a esta altura debieras comprender,
que esta cuestión no se soluciona con buscar páginas en internet o en la
bibliografía que den la razón a unos o a otros, porque las pseudociencias
tienen una gran capacidad invasora y algunas de sus expresiones se suelen
colar hasta en las publicaciones más prestigiosas. Ni qué decir de la
pseudo economía política, que cuentan con ejércitos de propagandistas
gratuitos como cualquier secta reclutadora. Debieran tú y Budría planificar
sus próximas vacaciones en Cuba. Por un lado la disfrutarán, porque sus
playas de arenas blanquísimas y sus aguas de color verde esmeralda son
un paraíso terrenal. Por otro lado se amargarán. Para amargarse, se puede
aprovechar el hecho de que usamos el mismo idioma y preguntarle al
camarero que nos atiende, por ejemplo, a qué se debe que no haya
fruta en los bares de la playa. O cualquier cuestión, de las muchas,
que los asombrarán. Y les aseguro que a partir de allí comenzarán
un paseo por el Infierno que ni de la mano de Virgilio. Si algún día está
nublado pueden aprovechar para visitar un consultorio de un médico de
familia, o entrar a las farmacias homeopáticas, o seguirles el tren a los
jineteros que les ofrecen droga. Mil y una ocasiones para amargarse.
O entrar a un hospital para cubanos. Pero esta es una experiencia muy
fuerte que no recomiendo para corazones delicados.
Si desechan ir al hospital pueden pasear por el tradicional malecón de
La Habana, muy hermoso de lejos, siniestro de cerca (al igual que La
Habana vieja). Preguntarle a cualquier cubano porqué están rotas las
persianas, sin pintura desde hace 40 años
Algo muy positivo encuentro en ti y en Rafael Budría. Al negar que puedan
ser ciertas las afirmaciones de Torres implícitamente están diciendo que si
lo fueran constituirían a vuestro entender cuestiones muy graves y que
hablaran muy mal del gobierno cubano.
Algo similar me pasaba con una persona cercana a mi familia que me
dio muestras en su vida de tener un buen corazón pese a ciertos rasgos
autoritarios y antisemitas.
Durante la segunda guerra era partidario del fascismo. Cuando se
supieron los horrores del holocausto se refugió en la negación de que
eso hubiera ocurrido y alegaba que era un invento conjunto de los
capitalistas y los comunistas. Creo que le era muy duro tener que
reconocer que la ideología que había apoyado cometió tales extremos.
Me parece positivo que consideres un insulto ser tratado de
estalinista. Con eso estás reconociendo los crímenes de Stalin.
Pero el camino del infierno está empedrado de buenas intenciones.
Esa persona conocida a la que me referí antes debiera haber
comprendido que el antisemitismo, aunque se justifique en razones
religiosas (mas bien por esa razón), lleva necesariamente a Auschwitz.
Creo que en otro que no fueras tú, las salidas de tono que frecuentas,
Bello Diéguez, pueden desembocar en una defensa cerril e irracional
de las prácticas pseudomédicas a las que somete a su pueblo el
gobierno cubano.
Por otro lado eres muy inteligente, y debieras comprender que al
calificar de "memez" la teoría que comentaba favorablemente Ezequiel,
en cierta forma la calificación se la trasladabas a él.
Le aclaro a Ezequiel que "memez" significa estupidez, tontería,
simpleza y que su etimología viene justamente de "meme"
(la misma palabra que utiliza Dawkins), lo que sería un
silabeo infantil, sin contenido ni sustento.
Pero Ezequiel, como es una buena persona, no se ha dado por
ofendido y no se comportó como damisela histérica, por lo que
todo está bien si termina bien. Por mi parte doy por terminada
esta cuestión que creo que es irrelevante a los fines de la lista.
Vuelvo a lo importante y transcribo unas declaraciones que hizo
un médico cubano refugiado en la Argentina en referencia a la
internación de Maradona en Cuba, y que aparecen en la revista "Claro",
del 26 de enero de 2000 y que se encuentra en venta actualmente en
los kioscos de periódicos: "En el tema de adicciones Cuba está en
pañales. Allí, supuestamente, no existen los adictos. Y si los hay, no
terminan en centros de rehabilitación sino en la cárcel. Las leyes
cubanas son  intransigentes en cuanto a las drogas. Ni siquiera son
flexibles con el SIDA, que es una enfermedad. Si un cubano está
infectado por el virus del HIV prefiere callar. De lo contrario, si el
análisis resulta positivo, queda inmediatamente internado o encerrado
en un centro de enfermedades infectocontagiosas".
            Saludos a todos, incluso a ti, Bello Diéguez y a Budría.
                                                    Héctor