[Date Prev][Date Next][Thread Prev][Thread Next][Date Index][Thread Index]

Re: [escepticos] Heyerdahl en Cuba



Héctor Walter Navarro wrote:

> "José M. Bello Diéguez" ha escrito:
>
> > Para solaz de algún que otro colistero, adjunto el discurso pronunciado por Thor
> > Heyerdahl en la Habana en 1991, en presencia de las principales autoridades de la
> > isla.
> > Estoy seguro de que sabrán apreciarlo y disfrutar como locos.
> > Saludos
> > JM
> > PS: A los normales: saltáoslo. Yo tampoco me lo he leido.
>
> Yo no lo salteo, porque no soy normal como lo es
> Bello Diéguez. El mamotreto de Heyerdahl demuestra

"Salteo" viene del verbo saltear. "Saltáoslo" viene del verbo saltar. No debería contestar
usted a un "saltáoslo" diciendo "yo no lo salteo", porque nada tiene que ver una cosa con
otra. Cuando haya aprendido esto, y si se porta bien, puede venir otra lección. Ahora que
me acuerdo, todavía tiene usted tarea escolar por hacer. A ver cuándo nos presenta los
ejercicios.

> lo que afirmé cuando dije que era un pseudoarqueólogo
> y pseudohistoriador. Me alegra que Bello Diéguez se
> haya dado cuenta que Heyerdahl no sirve para ser citado
> por alguien que pretende ser serio.

Dado que le gusta Heyerdahl, ¿ha leido usted "Aku-Aku. El secreto de la Isla de Pascua"?
No es una novela, como un desinformado ha puesto por aquí. Es un relatorio divulgativo
sobre la expedición que, junto con universitarios chilenos, realizó a Pascua en 1956, creo
recordar. Un librito estupendo, bien escrito, ágil y fácil de leer, que puede recomendarse
a cualquier curioso de las ciencias humanas. En su momento resultó muy útil porque, frente
a Pauwells y Bergier que decían y popularizaban por Europa adelante que en la isla no
había piedra como la de los moais, que aunque la hubiese habido los indígenas no habrían
sido capaces de tallarlos, que si hubieran sido capaces de tallarlos no habrían sido
capaces de trasladarlos, y si hubieran sido capaces de trasladarlos no habrían sido
capaces de levantarlos, Heyerdahl estudió y encontró el lugar de fabricación de moais en
las canteras del Rano Raraku, talló parcialmente uno de ellos (lo que permitió el cálculo
de rendimientos y del tiempo y esfuerzo para la talla completa), trasladó un moai caído y
levantó otro hasta ponerlo de pie. Una forma muy sencilla de cargarse un falso misterio.
Estoy seguro de que disfrutará con su lectura.

> Se aprende, y las ayudas siempre vienen bien.

De nada, ya sabe que como buenos misericordiosos disfrutamos enseñando al que no sabe y
dando buen consejo al que lo necesita. Incluso a veces corregimos al que yerra y
soportamos con paciencia los defectos del prójimo.

Saludos

JM

PS: No debe hacer usted caso al que dijo lo de la novela. También dijo, fíjese usted qué
barbaridad, que los habitantes actuales tallaban moais, copiando de libros de arqueólogos,
y se los vendían a los turistas a modo de recuerdo. Como fácilmente se comprende, eso no
pasa de ser una sandez del tamaño de un moai. (Los moais, como usted sabe, son estatuas
monolíticas cuyo tamaño suele oscilar entre los tres y los seis metros, aunque en algunos
casos se alcanzan los diez metros de altura. Un poco grandes de más para llevárselas en el
avión).