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Re[2]: [escepticos] Re: Mejorar la imagen de los escepticos
Hello Roberto,
Sunday, November 03, 2002, 8:28:45 AM, you wrote:
>>[E] Y nadie se lo quita. Nuestra opinión sobre las creencias no te
RB> quita el
>>derecho tenerlas. Una crítica no es una censura.
RB> Hay que acotar los términos de la discusión. Nos referimos
RB> fundamentalmente a creencias religiosas; la "medicina alternativa", el
RB> tarot... son seguridades menores, los OVNIS, el creacionismo, el
RB> monstruo del Lago Glesh... otra cosa.
¿Por qué? Si nos estamos refiriendo al fundamento de las creencias, no
veo la diferencia por ningún lado. Tan carente de fundamento es el
monstruito del lago como el Jesucristo que nace de una virgen,
resucita y está físicamente en el cielo esperando el día del juicio
final.
Otra cosa diferente es el debate sobre la actitud que podemos tomar
hacia las creencias, por absurdas que éstas sean. Ahí, supongo que
cada uno tiene la suya, y malamente podemos establecer una actitud
única como deseable.
En mi caso, opto por combatir a todos aquéllos que se lucran
indebidamente de la credulidad ajena para fines propios, sean magufos
empleando ONGs para sus fines particulares, médicos estafadores,
videntes negociantes o postulantes eclesiásticos.
Pero soy partidario de no entrar en el terreno de las creencias
individuales en tanto éstas no pretendan intervenir en lo colectivo.
En este sentido, no veo motivo para que, en el marco de tu relación
personal con tu tía monja, pongas ésta en peligro a causa de sus
creencias (otra cosa sería que la buena señora anduviese en plan
coñazo, pretendiendo convertirte a ti, o dando la vara para que tu
hermana pequeña se haga monjita, o intentando convencer a tus padres
para que donen a su convento una cantidad importante de pelas o el
terrenito que tienen en el campo). Lo mismo con tu padre en el
hospital: si él no da lata con su creencia ni intenta imponerla a sus
hijos, no veo motivo ni justificación alguna para que nadie asalte e
invada su intimidad y se ponga a criticarle sus actos privados que a
nadie más que a él afectan (tú mismo dices que su oración se produjo
cuando creyó que estaba solo y nadie lo veía).
Es decir que, por intentar sistematizar un poquito, y siempre a bote
pronto, creo que hay que diferenciar un plano individual de otro
institucional (luego va éste segundo).
En el plano individual, todo el mundo tiene libertad de creer en lo
que quiera, y le asiste un inalienable derecho a hacerlo. Con tres
variantes:
1) La creencia en lo que sea la mantiene en un estricto
plano personal, íntimo y privado. Entiendo que nadie tiene
derecho a entrar ahí, aunque pueda haber penetrado en dicho
plano al margen de la voluntad del sujeto (caso de la
oración de tu padre). El respeto debe ser absoluto.
2) La creencia se hace pública y se pone sobre la mesa dando
lugar al debate o a la réplica de una u otra forma. Entiendo
que ahí no debemos cortarnos a la hora de manifestar nuestra
opinión, por contraria que sea a la creencia en cuestión.
Eso puede hacerse con pleno derecho a la persona creyente, e
incluso haciendo ver que nunca habríamos entrado en el
debate si el creyente no hubiera puesto el asunto a
discusión.
3) La persona creyente intenta modificar nuestra conducta
basándose en su creencia. Ahí la situación se invierte, y es
nuestra libertad de pensamiento y de actuación la que se ve
agredida por el creyente. Allá cada cual, claro, que hay
casos e importancias muy diferentes. Pero en principio creo
que se debe mantener la total firmeza en la defensa del
derecho propio, con todas las armas que resulten necesarias,
desde el diálogo afable hasta la violencia verbal ("pues si
tu creencia pretende disminuir mi libertad, te la cuelgas de
los cojones, como el ovni de las Bardenas Reales").
4) El creyente no sólo intenta modificar conductas, sino que
pasa al proselitismo, o intenta obtener lucro mediante
engaño haciendo pasar sus creencias por verdades
contrastadas, etc. etc. Ahí, combate absoluto con los medios
que sean. Y tando da que la creencia sea en ovnis, en
videntes o en la virgen del carmen.
Pero hay además un plano colectivo o institucional, en el que "el
creyente" no es ya una persona física, sino una persona jurídica.
Entiendo que los supuestos son en principio los mismos, y que las
respuestas deben ser asimismo similares:
1) Grupo de personas que, creyentes en algo (insisto en que
me da igual que sea en la transubstanciación eucarística o
en la abducción de ovnis), se reunen y organizan para
montar sus saraos en privado sin dar la lata a nadie: nada
que objetar. Es su vida y le asiste todo el derecho del
mundo a hacerlo.
2) Grupo de personas como el anterior pero que deciden
hacer manifestación pública de su creencia: debate y
presentación de argumentos y crítica. En ningún caso, y más
tratándose de una persona jurídica o institución, debemos
autocensurar nuestros argumentos teóricos.
3) Grupo o institución de creyentes que, basándose en su
creencia, pretenden modificar las conductas colectivas:
defensa férrea e implacable de nuestra libertad y nuestro
derecho que pretenden reducir. Un caso muy actual, con la
prohibición de la clonación terapéutica basándose
exclusivamente en la creencia irracional de la Iglesia
Católica. Ahí no se puede ceder, y siempre con el claro
planteamiento de que estamos defendiendo nuestros derechos
y libertades civiles inalienables de un ataque procedente
de la irracionalidad religiosa. Y si hace falta,
diciéndoles que se cuelguen la resurrección de la carne de
los cojones, y que se metan la virginidad de maría por
donde les quepa en sus cerebros desamueblados.
4) Grupo o institución que no sólo pretende modificar
conductas ajenas, sino que se lanza abiertamente al
proselitismo y al lucro indebido: guerra a muerte. Tanto en
el caso de sectas destructivas como en el de los
legionarios del cristo que los fundó.
Termino ya, no sin antes señalar que hay un chantaje al que
últimamente intentan someternos reiteradamente, consistente en apelar
a la creencia personal para intentar impedir la crítica a la
institución. "Yo soy católico, y me hieres cuando criticas la actitud
de la Iglesia ante los obispos norteamericanos protectores de
pederastas". Y una mierda. Ahí, bofetada lo más gorda posible al
canalla que intenta censurar la crítica mediante el chantaje baboso.
El plano personal no debe mezclarse nunca (ni por activa ni por
pasiva) con el institucional. Ni es lícito decir "tú, como eres
católico, eres un protector de pederastas", ni lo contrario (lo ya
comentado).
En cuanto a la imagen... cada uno tiene la suya, y aunque la mona se
vista de seda, mona se queda. Pero es que además cada uno tiene
derecho a tener su propia imagen, le guste o no le guste al personal.
Nada más. Perdón por el rollo.
Un saludo
JM