a mà en cambio no me aburre, y, aparte de los consabidos prejuicios, no
aprecio diferencia alguna en permanecer en el sillÃn un domingo viendo
un partido de fÃtbol que disfrutando de una pelÃcula cualquiera o
incluso leyendo las memorias del MÃster Peregrino FernÃndez, de Osvaldo
Soriano (que demuestra cÃmo convertir la aficiÃn al fÃtbol en arte
sublime). Cada uno se distrae como le parece. Si te irrita, no lo veas,
pero ahorrÃmonos sermones "productivistas" (a mà no me gusta la Ãpera,
me aburre, pero no por ello me irrita ni desprecio a sus aficionados por
el hecho de serlo ni por supuesto les recomiendo que hagan algo "mÃs
productivo"). No todos los aficionados al fÃtbol responden al
estereotipo. Hay buenos y malos partidos, como hay buenas y malas
novelas (y como hay lectores de novelas estupidizados, como sabemos
desde el Quijote): que a uno no le guste el fÃtbol, no creo que autorice
a menospreciar a quienes sà disfrutan de Ãl.
saludos,
miquel