RE: [escepticos] Quedate conmigo!, Armentia

["planetario de pamplona" <planetario@...>]

Querido Jose Manuel, queridos listeros:

En efecto, estuve el otro día cerca de Aramís Fuster (y van siendo tantas
veces que hasta consigo que ya no se me erice el pelo al verla, qué cosas...
algo que por cierto no consigo con Yola Berrocal -sigo pensando que va a
explotar en cualquier momento y que si estoy a menos de 100 metros pereceré
ahogado en siliconas).Y en efecto comenté que he tenido numerosas
experiencias televisivas con videntes, o sea con televidentes jejee... Acaso
no quedó claro que también con videntes fuera de plató. Y con numerosos
astrólogos, con cartomantes, con quirólogos/quiromantes, y un amplio
etcétera de "mantes" (o "mangantes"). Esto no lo he considerado nunca una
investigación, no llevando protocolo alguno, ni control estadístico, ni nada
que pudiera permitir obtener conclusiones generales. Pero me ha permitido
hacerme una idea de lo que YO he visto bastante clara. Y todo ello sin pagar
un duro, que no es moco de pavo!

Mis conclusiones son sencillas:

- he conocido a dos tipos de futurólogo (por usar un término común), los que
se engañan a sí mismos (se creen de buena fe que ESO funciona) y los que no
se lo creen, pero saben que es su negocio. No me parecen más fraudulentos
los segundos que los primeros, me parecen todos fraudulentos porque venden
un producto sin calidad alguna y que no funciona. Acaso los segundos son más
listos; acaso los primeros acaban en los segundos si se les concede el éxito
adecuado o la publicidad suficiente.

- desde luego, en mi muestra la videncia no existe, al menos estas personas
con quienes he tenido oportunidad de estar no tienen ni capacidad de
precognición, ni son telépatas ni clarividentes... por lo que se tampoco
tienen capacidades psicocinéticas (ni han conseguido jamás, salvo usando
aire acondicionado, disminuir la temperatura de la habitación en la que
estábamos). ;-)

- desde luego, he detectado numerosas veces (en más de la mitad de los
casos, puede que fuera incapaz de detectarlo en el resto, o bien que no
supieran hacerlo) el uso de técnicas de lectura fría, aprovechamiento y
devolución posterior de datos aportados, numerosos cambios (si dije digo,
digo diego y etc), uso de heurísticos, utilización de generalizaciones que
serán personalizadas por el cliente... en fin, la usual artillería que
explica por qué los clientes se creen la sesión, y también por qué muchos
futurólogos también se la creen. En algunos casos (incluso alguno en antena)
me he permitido inducir al futurólogo a que me adivine cosas que jamás
podrían haberme sucedido (como que había tenido hace dos años un serio
accidente de moto, cuando ni tengo el carné; que mi suegro tenía problemas
conmigo, un suegro al que aún no tengo el gusto de conocer; o que mis dos
hijos iban a hacer no sé qué muy pronto, y me consta que aún no tengo
descendencia), comprobando cómo estaba empleando esos trucos. Eso sí, muchas
de las veces he sido declarado como "poco cooperante", emisor de
sutiles -pero efectivas, por lo que se ve- energías o influjos negativos, o
de mentir y por lo tanto invalidar con ello la sesión (he de confesar que
sólo una vez mentí, dando una fecha falsa de nacimiento. Pero en mi
descargo, diré que tras ser caracterizado por el astrólogo a partir de esa
fecha, le dije "... uy, perdona, me equivoqué y te he dado la fecha del
patrono de Alava, la mía es ...". Y, bueno, otra vez le di dos fechas
diferentes, para que me dijera cuál era la verdadera. En ninguno de los dos
casos les hizo gracia la cosa. Igual que es que la videncia es un don que
apaga el sentido del humor y de la autocrítica.

- desde luego, si hubiera querido creer, si realmente hubiera necesitado
creer a cualquiera de esos futurólogos, me habrían convencido. No porque la
videncia exista en modo alguno, sino porque yo habría hecho el trabajo duro
de adecuar lo general a lo particular, recordar selectivamente lo bueno y
olvidar los tanteos, los fallos, las cagadas, darle las suficientes pistas
al vidente para que hiciera su trabajo cómodamente, etc etc. No lo hice, y
no pienso hacerlo.

- y todo lo anterior siendo una persona más o menos conocida, de la que
podrían obtener muchísimos datos personales y vitales sin más que echar un
vistazo, por ejemplo, en internet. Quiero decir, que de mí cualquier persona
puede decir muchas cosas que lo mismo ni siquiera yo sé que son "tan"
públicas. O sea, que acaso como una conclusión mal, me he encontrado con
videntes que no se lo curran demasiado.

En definitiva, que no tengo la menor duda de que si hablo mal de los
videntes no es por culpa mía, sino de ellos. A mi experiencia personal, por
supuesto, añado lo leído sobre el tema, una actitud escéptica y muy poca
cerrazón (si algún día me hicieran el favor de hacer algo que pudiera
suponer una prueba adecuada.... ¡ay!) Con ello, querido Jose Manuel,
concluyo... no niego a priori (mi negación sería en cualquier caso
irrelevante) pero tampoco concedo el beneficio de la duda (ese beneficio es
un bien muy preciado, y por el momento se lo concedo al mundo real, al
imaginario le exijo que se manifieste adecuadamente "¿estás ahí?" -y siempre
calla por respuesta).

Saludos

Javier Armentia

PD. Para quienes (espero que la mayoría) no ven la televisión por las
tardes, en especial el programa "Quédate Conmigo" (conmigo se quedaron, por
cierto... jejeje), el emilio de JMDurán y el mío se refieren a que
participé -es un decir- en un debate -es otro decir- sobre el asunto de los
videntes el pasado viernes. Creo que pude hablar dos o tres veces, no más de
minuto y medio. Quienes me conocen -aunque sólo sea leyendo mis
contribuciones a esta lista- saben mi natural verborrea (o teclorrea) y
comprenderán que con tan poco tiempo apenas si puede empezar a decir nada.
No es, conste, que con más tiempo hubiera podido decir nada interesante -a
tanto no llego-. Pero ni siquiera pude intentarlo, como tantas otras veces.
C'est la télé!

PPD. (Leches, parezco el Barrondo jejee). El domingo por la mañana me
chorizaban el coche-que-te-cagas que me lleva(ba) de un lado a otro. Ningún
vidente tuvo el detalle de prevenirme que no lo dejara aparcado sin
colocarle unas cadenas encima. Si es que siempre me pasa lo mismo (no digo
que me roben el coche todos los fines de semana, sino que nunca funciona
esto de la videncia cuando más lo necesitas.... tampoco digo que esto
constata que no existen videntes, más bien constata cuanto jueputa hay
suelto. Al menos la experiencia me permitió convivir unas tres horas con la
entrañable troupe de turistas robados esperando a hacer la denuncia en la
comisaría de centro de Madrid, y aprender que posiblemente mi coche haya
servido para hacer "alunizajes", curioso término que suele implicar que si
el coche aparece estará estampado en un muro). C'est la vie!