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[escepticos] Protohominoides Bipes



Haaaaala, que hacía tiempo que no os ponían algo de humor. Y mirad más
artículos de la página porque son sssstupendos:

http://www.tendencias21.net/index.php3?action=page&id_art=75861

      Estudios anatómicos desvelan que el hombre no bajó de los árboles.

        Un primate bípedo que vivió hace 15 millones de años originó a los
humanos, a los grandes simios y a los australopitecos

      La teoría de que los primeros homínidos eran descendientes de grandes
monos que vivían gran parte del tiempo en los árboles ha sido contestada por
una paleontóloga francesa. Estudiando la anatomía de nuestra especie, y sin
ninguna evidencia fósil, ha determinado que el antecesor más antiguo del
Hombre fue un primate bípedo vertical, que ostentaba una cabeza más o menos
esférica y una anatomía general muy próxima a la de los humanos. Vivió hace
15 millones de años, pero ocho millones de años más tarde se separaron de
este ancestro común los grandes simios, los australopitecos y los futuros
humanos. Por Eduardo Martínez.

      El ser humano nunca bajó de los árboles, ya que no tiene relación
directa con un cuadrúpedo ni con un australopiteco, el primer primate que
logró caminar en posición erecta y con sus manos libres. En realidad, el
Hombre es la versión moderna de un primate ancestral que siempre fue bípedo
y que vivía sobre la superficie, no en las ramas de los árboles.

      Esta es la teoría que sostiene la paleontóloga del Centro de
Investigaciones Cioentíficas de Francia (CNRS), Yvette Deloison, explicada
en un libro que acaba de aparecer en Francia, titulado Prehistoria del
peatón. La tesis está recogida también en un ilustrativo artículo difundido
por el CNRS.

      La teoría de Deloison se basa únicamente en argumentos anatómicos y
científicos, como la Ley de Dollo, para llegar a este conclusión, ya que no
existe de momento ningún fósil que pueda apoyar su hipótesis.

      La Ley de Dollo sostiene que un órgano que haya perdido algunos de sus
elementos a lo largo del tiempo, no retrocede ni recupera nunca su anatomía
original.

      Evolución irreversible

      Eso quiere decir que todos los organismos muestran, experimentalmente,
que la evolución es irreversible, si bien en ocasiones aparecen derivas
genéticas reversibles dentro de una especie, que constituyen la excepción de
esta ley.

      Estudiando la anatomía humana, la antropóloga ha descubierto que las
manos humanas nunca han podido servir de pies y que nuestra especie nunca ha
caminado de cuatro patas, como pretenden las actuales teorías científicas.

      Según estas teorías, el ser humano procede de una clase de homínido
cuadrúpedo que evolucionó a partir del momento en que, por diversas
circunstancias relacionadas con la supervivencia, comenzó a caminar erguido.

      Según la anatomía, el origen de nuestra especie debía buscarse más
bien en un antepasado no especializado, un vertebrado muy antiguo que no se
parecía ni al hombre ni al mono, pero que presentaba características comunes
al grupo.

      Protohominoides bipes

      El antecesor que reúne estas características, según Deloison, se llama
Protohominoides bipes, un bípedo vertical con una cabeza más o menos
esférica y una anatomía general muy próxima a la de los humanos.

      Este Protohominoïde, al ser bípedo, conservó su mano primitiva y no
especializada. Por el hecho de caminar erguido, su pie fue el que se adaptó
hasta perfilarse como soporte de toda la estructura corporal.

      Los datos genéticos permiten suponer que este ancestro común de los
grandes simios y del hombre vivió hace 15 millones de años y que
probablemente fue también el origen de los australopitecos, los cuales, así
como los grandes simios (gorilas, chimpancés, orangutanes), se separaron de
esta línea evolutiva unos ocho millones de años más tarde.

      Sólo la hipótesis de un ancestro común, el así denominado
Protohominoide, es compatible con el conjunto de datos anatómicos
observables en los homínidos fósiles y actuales.

      Híbrido simio y humano

      El Protohominoide debía tener necesariamente una mano no especializada
y un pie indiferenciado, ni simio ni humano. Su carácter bípedo es el que
permitió el desarrollo de su cerebro, ya que al ser más vulnerable que los
cuadrúpedos, necesitaba recurrir a sus facultades mentales para sobrevivir.

      Ello no impidió que algunos Protohominoides menos capacitados buscaran
refugio en los árboles, evolucionando hacia la anatomía conocida de los
grandes simios y de los australopitecos, que de esta forma emergen como
primos lejanos de la especie humana.

      El origen y evolución de los homínidos es un proceso reciente: los
hallazgos de los más antiguos progenitores directos del hombre, los
Australopitecos, que vivieron en las sabanas africanas, permiten situarlos
hace cuatro millones de años.

      Según las teorías convencionales cuestionadas ahora por los estudios
anatómicos, los primeros homínidos del género Australopiteco eran
descendientes de grandes monos parecidos a los actuales chimpancés que
vivían gran parte del tiempo en los árboles.

      Estos homínidos sufrieron una serie de adaptaciones evolutivas, entre
ellas la adquisición de la locomoción bípeda y de la postura erguida. Merced
a estos cambios, se inició el progresivo desarrollo del cerebro de los
hombres del Paleolítico y el desarrollo de las propiedades intelectuales
humanas, origen remoto del Homo Erectus, responsable de la primera gran
expansión geográfica de nuestra especie.