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Re: [escepticos] Palos por que caminas ...



Héctor Walter Navarro wrote:

> Ya no sé qué actitud tomar. Palos por que caminas,
> y si no caminas, palos.

Si las únicas alternativas que contempla son las de (1) tergiversar provocando y
(2) provocar tergiversando, no le extrañe que las reacciones muestren asimismo la
propiedad conmutativa. Tal vez debería probar con alguna otra actitud. Es sólo una
sugerencia, desde luego.

> > es que ha vuelto usted a hacer caso omiso a mis solicitudes de que deje de
> > emplear mi nombre en mensajes a otros colisteros,
>
> ¿Usted sí puede referirse a mí?. Por que lo hace continuamente.
> Hasta en temas como los de los cuentos escépticos.

Señor Navarro, esta tendencia suya a obviar la realidad y sustituirla por los
productos de su desbordante fantasía está empezando a resultar preocupante.
¿Desconoce usted que, como nos repetía un viejo colistero, "verba volant, scripta
manent"? Pues no debería, hombre.

> Le pregunto al moderador si es válido que alguien exija que no
> se lo nombre. Si usted, Bello Diéguez, no se interesa por lo
> que yo escribo, con ponerme el filtro bastara.

¡Ay, Sr. Navarro! Sabe usted perfectamente que eso ya lo intenté, y que durante el
largo tiempo que lo tuve en el ostracismo no paró usted de lanzar difamaciones
contra mí a mis espaldas. Visto lo cual, y tras haberle dado el correctivo
correspondiente mediante la aplicación del apelativo más que merecido, me veo en
la obligación de marcarlo de cerca para evitar que siga tomándose usted
determinado tipo de familiaridades para las que no está usted autorizado. El
ostracismo, práctica habitual y legítima en esta corrala, es equivalente a dar la
espalda a un contertulio, algo a lo que todos tienen derecho y que no suele
ocasionar más perjuicios entre personas bien nacidas. En su caso, usted se ha
cuidado de dejar claro lo peligroso que resulta darle la espalda. Cambie usted de
actitud, actúe noble y elegantemente, y seré el primero en felicitarme y enviarlo
de nuevo al ostracismo. Pero mientras persista usted en sus comportamientos tan
faltos de elegancia, comprenderá que no está en condiciones de hacer este tipo de
sugerencias.

> No perdería nada sustancioso por cierto, pero sí la sabrosura.
> Que me doy maña para condimentar las vituallas.

Cuestión de pareceres, de conocimientos y de capacidad de análisis textual. No
concuerdo yo con esa opinión. Ya que presume de estilo, le diré que sus mensajes,
tanto en el fondo como en la forma, suelen resultar pretenciosos y vulgares.

> ¿Ve que usted goza discutiendo conmigo?
> Le noto en los ojos que cuando usted dice "tediosa tarea de responder"
> no es sincero. Si hasta como se revuelve en la
> silla se ve cuánto lo disfruta.

Nuevamente vuelve usted a presumir de videncia en un foro escéptico, y nuevamente
vuelve a meter la pata. Tedio, señor Navarro, tedio. Aburrimiento puro. ¿De verdad
piensa que sus vulgaridades pueden provocar algún tipo de tensión o emoción
intelectual, por pequeña que ésta sea? ¡Ay, esa imaginación, Sr. Navarro!

> Tanto disfruta usted mis mensajes que hasta se dedica a
> responder lo que está dirigido a otro.

Señor Navarro, nada de lo humano me es ajeno. ¿Le suena a algo? Y una burda
mentira o una falacia de las gordas que se pretende colar como conocimiento
cierto, es algo de interés común. Pensé que hasta ahí había llegado.

> > Observo consternado, Sr. Navarro, que sigue usted con la innoble costumbre de
> > lanzar a siniestro (a diestro se cuida muy mucho de hacerlo) sus poco
> > afinados juicios de intención. Usted verá. Pero no se sienta libre de
> > hacerlo.
>
> Por lo que veo en esa frase, según usted, yo no puedo hacer
> juicios de intención, en cambio usted en esa misma frase los prodiga,
> y califica mis intenciones de innobles y siniestras.

Nueva mentira, y nuevo intento de tergiversación, a ver si cuela. ¿Tan mal está,
Sr. Navarro, que no es capaz de escribir una simple frase sin faltar a la verdad o
a la lógica? ¿Dónde ve usted en la frase anterior algún tipo de alusión a sus
intenciones? La frase habla de costumbres, de reiteración de actos. Esos actos son
tangibles, mensurables, comprobables. Nada que ver con las intenciones que
inspiran esos actos. Que usted ha lanzado y lanza juicios de intención, es algo
innegable. Podría usted discutirme tal vez si los lanza mayoritariamente a
siniestro (reconozco no haber procedido a cuantificación de ese aspecto), pero ya
veo que no llega ni siquiera a comprender la hipótesis. Mejor déjelo así. Por
supuesto, la costumbre de lanzar juicios de intención puede ser calificada de
innoble. Sean cuales sean sus intenciones al lanzarlos, asunto que me la trae al
más contundente pairo.

> ¿Comprende porqué he resistido sus avances para erigirse en tutor
> de la corrala?. Actualmente hay un moderador, por lo que le pido
> que desista de esos aires.

Vuelve usted a mentir, señor Navarro. Pero qué costumbre tan fea. ¿Sabe usted que
tanta mentira resulta muy poco elegante? Ya, ya sé que ese tipo de mentiras le
gusta a algún que otro corralero. Pero ya sabe usted que es vox populi que nunca
ha de faltar un roto para un descosido.
Pero bueno, ha puesto usted un buen ejemplo del por qué uno debe mirar
cuidadosamente sus mensajes: cualquier resquicio es aprovechado para intentar
colar una mentira, una calumnia, una difamación, una tergiversación.
Por lo demás, no acabo de comprender qué problema tiene usted con que haya un
moderador. Por mi parte, estoy encantado de que tengamos un árbitro con suficiente
tiempo y salud como para dedicarse a la corrala. Para mí, la existencia y
funcionamiento de las instituciones es una garantía. ¿Es que acaso le molesta a
usted que haya un moderador y un árbitro?


> >  Ya le he indicado en otro mensaje (que
> > se ha cuidado usted muy bien en no responder) su habitual error de confundir
> > los planos de la realidad y del discurso sobre ella.
> Es que me da miedo contestarle, sinceramente. Temo que sea
> una provocación suya para luego salir corriendo a presentar
> denuncias al moderador. Usted me ha calificado de cerdo

¿Lo ve? ¿Qué problema tiene usted con que haya un moderador? Señor Navarro, el que
haya un moderador me permite precisamente acudir a él ante sus constantes
mentiras, difamaciones, calumnias y tergiversaciones, y me evita tener que usar
con usted palabras y frases que, ésas sí, comprende usted perfectamente. ¿Tiene
usted algo en contra de que se acuda a las instituciones para que ejerzan la
finalidad para la que fueron creadas? ¿Tiene usted algo en contra de que el
moderador modere? Es difícil entenderle, señor Navarro. Más bien me parece que cae
usted en contradicciones de lo más flagrante.

> y de hijo de puta esta misma semana y en varias ocasiones
> Cuando yo respondí diciendo que había partidarios del
> pueblo cubano y contrarios a él, usted corrió a pedir
> auxilio al moderador, pese a que yo no lo nombre a usted.

Es cierto que le adjudiqué recientemente el calificativo de "hijo de puta", y no
menos cierto es que presenté inmediatamente mis disculpas. De un caballero suele
esperarse que las acepte, y que el asunto quede zanjado y no se hable más. Ya veo
que con usted eso no va.
Por lo demás, eso de "corrió a pedir auxilio al moderador" suena un poco a frase
de hampa, Sr. Navarro. Ya sé que en ciertos ambientes mafiosos no está bien visto
recurrir a la policía, a la justicia, a las instituciones propias de un estado de
derecho. En esos ambientes, la mafia sustituye a dichas instituciones, creando un
estado paralelo que se rige por sus propias y peculiares normas. Con su frase
despectiva, parece estar sugiriendo usted que no se debe recurrir al moderador,
que eso es algo indigno. ¿Van por ahí las cosas, Sr. Navarro?

> > Señor Navarro, lo que usted dice no es sólo una mentira, sino una difamación.
> > Le ruego que aporte pruebas fehacientes (no historias familiares, por favor)
> > que demuestren su grave acusación a unos organismos internacionales
> > universalmente reconocidos. Si tuviese alguna fe en su honorabilidad,
> > añadiría "o de lo contrario retire su acusación", pero mejor lo dejo quedar.
>
> Nuevamente, según usted, yo digo mentiras, difamaciones
> y no tengo honorabilidad. ¡Y usted pretende elevar continuas
> denuncias en contra de mí al moderador!

Efectivamente, usted dice mentiras y difamaciones. No debe presentarme a mí las
quejas por hacer eso, Sr. Navarro, sino a usted mismo. Créame que yo no soy el
responsable de que usted mienta y difame. El que usted deje de mentir y difamar es
algo que está en sus manos, y sólo en sus manos. Póngase a ello, que todos se lo
agradeceremos.
Pero, señor Navarro, no ponga usted en mi boca la afirmación de que usted no tiene
honorabilidad. Eso no es más que una nueva tergiversación. Señor Navarro, lejos de
mi intención erigirme en vidente como usted, y pretender conocer lo que no me es
dado conocer. Veamos, Señor Navarro. A pesar de que usted confunde continuamente
la realidad y los discursos acerca de ella, voy a intentar por esta vez
explicárselo. Yo no he hablado sobre su honorabilidad, sino sobre mi fe. Al
margen, completamente al margen de que tenga usted honorabilidad o no, existe otra
realidad, cual es mi fe en dicha honorabilidad. Debido a su comportamiento en esta
corrala, mi fe en su honorabilidad está considerablemente menguada. Pero eso nada
dice a su honorabilidad, sino a mi fe. Si usted lo desea puedo engañarlo, señor
Navarro, pero prefiero decirle la verdad: no tengo fe en su honorabilidad.
Llegados aquí, sólo me quedan dos consideraciones más. (1) La fe es algo personal
e íntimo, y no es -y menos en esta corrala- considerada como un método válido de
conocimiento cierto; viene esto a abundar en lo ya dicho de que mi profesión de fe
nada dice respecto a su honorabilidad, sino simplemente a mi creencia. (2) La
constitución por la que nos regimos en el país de los ríos de mentira protege la
libertad de creencia como un derecho fundamental. Espero que no pretenda usted
lanzarme un anatema por mi falta de creencia en su honorabilidad.

> > > Si tú y Bello Diéguez se decidieran a confrontar la realidad,
> > > lo que ambos han desechado porque tú dices que te interesa
> > > poco y nada el tema y Bello Diéguez se ha negado a llevar a
> > > la práctica mi sugerencia de investigar in situ la cuestión.,
> > > se verían ante la situación de tener que rectificar sus
> > > convicciones más queridas y arraigadas.
> >
> > Parece, señor Navarro, que caen en saco roto mis solicitudes de que deje
> > usted de emplear mi nombre para presentar sus mentiras y difamaciones.
>
> ¡Pero si usted me dijo que las vacaciones las resuelve con
> su mujer, su hija y el gato! ¿En qué miento y difamo?

Muy brevemente: usted miente y difama en casi todo.
En este caso, miente usted y difama al decir que otro colistero y yo nos negamos a
confrontar la realidad. Si no lo puede entender, lo siento: por hoy ya le he dado
demasiadas explicaciones. Pruebe en una escuela.

> Me recuerda usted a Catalá cuando a cada rato me exhortaba

Gracias, es un inmerecido honor que usted me hace. Me compara usted con un
caballero elegante, sí señor. Lo que no es elegante es que venga usted con su
innoble costumbre de citar a personas que aquí no pintan nada, máxime cuando están
ausentes de la corrala. Le ruego que no cometa usted este tipo de acciones soeces,
señor Navarro, al menos en mi presencia.

> que su sueldo. ¿Le pagan a usted a tiempo el sueldo todos
> los meses?. Deme usted ese u otros detalles de su vida.

Respuesta a la pregunta: ¿Y a usted qué coño le importa?
Respuesta a la exhortación: No me da la gana.

> > Realmente es una lástima que persista usted en sus prácticas tan poco
> > elegantes.
> Eso sí que no le voy a permitir, que se refiera despectivamente
> a mi elegancia. Genio y figura hasta la sepultura.

Señor Navarro, nuevamente su imaginación desbordante (calenturienta, sería mejor
decir en este caso) le está jugando malas pasadas. Ni genio, ni figura. Más bien
narcisismo mal entendido el cual, como todo el mundo sabe, empieza por uno mismo.

> > Con toda franqueza, lo peor de todo es que resulta usted aburrido.
> > Ya, ya sé que algún colistero ha alabado en tiempos su sentido del humor. Si
> > me permite un consejo, no haga caso. Pero haga usted en eso lo que estime
> > conveniente, faltaría más.
>
> Reconozca usted que esta lista es muy divertida e interesante.
> El moderador dijo que está moribunda, pese a que a mí me
> parece que bulle, coincidiendo en eso con Mercader, que es
> de los de antes..

Como ejercicio de humor no ha estado mal, se lo reconozco. Y es que este tipo de
planteamientos absurdos siempre tienen un aquél.

> > De todas formas, me permitirá usted que apele nuevamente al Sr. Moderador
> ¡No decía yo!. Nunca sé con usted de dónde vendrán
> los palos. Y siempre termina usted refugiándose en las
> polleras de su mamá.

¿Tan culpable se reconoce, Sr. Navarro, que ve la presencia del moderador como una
amenaza? Ya ve, yo la veo como una protección.
Lo de "refugiarse en las polleras de mi mamá", señor Navarro, me parece cuando
menos una estupidez, dejando aparte las connotaciones mafiosas a las que antes le
hacía referencia. Señor Navarro, me gustaría recordarle que aquí no estamos entre
esos taxistas con los que gusta usted de pelearse a guantazos. Este tipo de frases
y de significados tal vez cuadren bien en esos otros ambiente de putas y chorizos
que tan bien conoce. Pero el juego aquí, señor Navarro, va de otra cosa. Aunque
claro, ya veo que este otro juego de mayor elegancia no parece gustarle demasiado.
Qué le vamos a hacer, señor Navarro.

> > a fin de que en esta corrala se pueda jugar con limpieza, y no con estas
> > marrullerías que tan gratas y habituales le resultan.
> Ese es un juicio de intención. Dime de qué me acusas y te
> diré cuál es tu falta. Es evidente que le resultan gratas mis

No es ningún juicio de intención. Señor Navarro, está claro que las sutilezas de
pensamiento no van con usted. Su frase anterior es un magnífico ejemplo de
marrullería (en realidad, casi todas las frases que le he comentado lo son). Eso
es un hecho, no una intención.
Le voy a poner un ejemplo sencillito, a ver si es capaz de entenderlo. Estaba
hablando de juego limpio. Pues bien, en un juego debemos diferenciar las jugadas
de las intenciones. Una jugada no es lo mismo que una intención. Se diferencian en
muchas, muchas cosas, pero le voy a señalar una diferencia que tal vez pueda
percibir: una jugada se rebobina, una intención no. ¿Lo ha pillado?

> marrullerías. Suprimo lo que resta, donde, entre otras cosas,
> me acusa usted de actuar de manera infame y de hacer juicios
> de intención. Me consternan las contradicciones.

Pues debe estar usted instalado en la consternación, Sr. Navarro.

> Yo estoy dispuesto a tratar de hacer los máximos esfuerzos
> para hacer que esta lista sea cada vez más digna del
> alto nivel intelectual de todos sus integrantes.

Si todos los esfuerzos van a ser como los que hizo en este mensaje, mejor no se
esfuerce y relájese.

> Usted y yo tenemos nivel como para discutir fuertemente
> sin caer en insultos ni desvalorizaciones. No le temo a

Yo sí lo tengo. Que usted demuestre que también lo tiene es algo que algunos
continúan esperando. Yo, ya le digo, estoy más bien escaso de fe.

> las chispas ni a los encontronazos, pero dejemos a salvo
> dignidades propias y ajenas.

Pues aplíquese el cuento, y a vivir, que son dos días.

Saludos

JM