El chantajista. Si usted descubre que su amigo Juan comete adulterio y se lo cuenta a todos sus amigos, nadie puede acusarle de haber cometido un delito. Pero si en cambio, usted va a su amigo Juan (el adúltero) y le pide 100 dólares para no difundir su secreto, entonces estará cometiendo un acto ilegal: el de chantaje. Otra muestra donde ley y justicia no tienen nada que ver.
El término ?chantaje? proviene del francés ?chantage?, de ?chanter?, que a la vez viene del latín ?cantare? que significa ?cantar?. La definición es importante ya que no tenemos que confundir chantaje con ?extorsión?. Extorsión implica el uso de la fuerza física (el recurso preferido del estado contra el individuo). El chantaje, por el contrario, nunca llega a la fuerza física, y cuando lo hace, deja de ser chantaje para volverse extorsión.
Chantaje es no difundir el secreto de otro a cambio de dinero, y por lo tanto, es una transacción comercial pacífica del libre mercado ?tal vez nos parezca inmoral, pero no vulnera la ética. En este proceso, se intercambia la libertad de expresión de uno (el derecho del chantajista a expresar lo que sabe) por el dinero de otro (el chantajeado). Prohibiendo el chantaje, el estado incentiva precisamente aquello contra lo que quiere combatir: más chantaje. En este marco, el chantajista puede chantajear mil veces a otra persona por el mismo hecho. Legalizando el chantaje las partes pueden hacer un contrato que plasmase el intercambio de los dos (dinero por silencio). Siendo así el chantaje no podrá repetirse. Que se firme un contrato no significa que en caso de incumplimiento el ?problema? se haga público ?puede mediarlo un árbitro o notario individual. El contrato es la garantía natural que ha establecido el libre mercado para asegurar los derechos de oferta, demanda y del individuo que vive en sociedad.
En todo caso, en el mismo link, http://www.jorgevalin.com/artic/heroes_libertad.htm, se pueden leer lindezas como ésta otra:
La prostitución infantil. Si usted mantiene una relación sexual con una joven de trece años y después se va, eso no es ilegal (en España). Pero si usted le paga, está cometiendo un acto ilegal y puede ingresar en la cárcel incluso. La ley no está castigando el hecho en si, sino las relaciones mutuas y consentidas del comercio: ?[?] En la misma pena incurrirá el que se lucre explotando la prostitución de otra persona, aun con el consentimiento de la misma?[2]. Si usted compra una fotografía de un menor de edad que se pueda considerar pornográfica, también será castigado por la ley. Probablemente la prostituta infantil no quiera serlo, pero a nadie le gusta trabajar. Nosotros trabajamos para vivir mejor y satisfacer a la comunidad lucrándonos por ello. La prostituta menor de edad, suele trabajar, no para vivir mejor, sino para sobrevivir en la mayoría de casos. Al prohibirle su libre elección a trabajar y obligarla a estudiar, le estamos negando una fuente de financiación fundamental para ella y su familia. La prostituta infantil suele estar en países pobres donde apenas tiene alternativas. Su trabajo le permite sobrevivir, y no vivir mejor.
Hay más, pero mi estómago tiene sus límites. No quería que el tema muriera sin que todos tuviéramos la opción de valorar en sus justos términos las ideologías planteadas. Si, quizás la temática desborda el tema del escepticismo... Nunca mejor dicho, lo desborda. El mío, al menos, ha quedado siempre desbordado en cuanto he leído, oído o visto esta ideología.
O dicho de otra manera, yo es que pensaba que ya lo había visto todo.
Saludos.