[escepticos] Ya empezamos

A los de Catoira se les conoce en todo el mundo como vikingos. Pese a ser un municipio de sólo 3.500 habitantes, una excelente campaña promocional del grupo de gobierno consiguió que la fiesta que todos los veranos se celebra junto a las torres del Oeste haya sido declarada de interés turístico. Pero a los catoirenses parece no serles suficiente esta camaradería con los bárbaros normandos y sus orgías de vino tinto el primer domingo de agosto, fecha en la que cada año asaltan la fortaleza cristiana los guerreros llegados del Norte. Ahora quieren ampliar a Escocia sus vínculos internacionales. Y nada mejor para ello que emular la leyenda del monstruo del lago Ness, esta vez en forma de temible serpiente.
Increíbles dimensiones
Nadie la vio, pero todo el mundo habla de sus increíbles dimensiones. Dicen que tiene siete metros de largo, 30 centímetros de grosor y 80 kilos de peso. Dicen también que le gusta nadar en el lugar do Río Vello, donde entrenan los chicos del club de piragüismo As Torres-Friscos. Y que incluso acudieron agentes del Seprona para advertir a los muchachos de que no remasen por allí. Por si el primo hermano de Nessie ronda el río Ulla, los niños evitaron por unos días acudir al lugar.
Como toda leyenda que se precie, la historia ha ido ganando en matices según corría de boca en boca. Se habla también de que, en realidad, es un reptil propiedad de un vecino de Padrón que lo sacó de paseo y se le escapó para darse un baño río abajo. Otros dicen que el bicho ya fue localizado por el Seprona. La Guardia Civil, al menos de forma oficial, dice no tener constancia de semejante fenómeno.
Culebras, pitones, ratas de Indonesia
Serpientes de verano las hay todos los años en las localidades arousanas. Hace un lustro eran unas pequeñas culebras que atemorizaban a sus vecinos en la parroquia de Bamio, en Vilagarcía. En Pontecaldelas también apareció una pitón. Esta última sí fue localizada. Lógicamente, se trataba de un reptil que alguien había introducido en España de forma clandestina. Hace dos años, en Vilagarcía, se hablaba de que una rata de Indonesia se había instalado en las orillas del río Con.
Ahora que se dice que la famosa fotografía del monstruo del lago Ness no era más que un montaje, la serpiente de verano de la que tanto se rumorea en la pequeña villa pontevedresa podrá ir creciendo de tamaño según lo permita la imaginación de los parroquianos. Al menos hasta que se deje fotografiar.